jueves, 5 de diciembre de 2019

CURRY VERDE CON CALABAZA Y ESPINACAS



¿Dos recetas en la misma semana y con tan poco tiempo entre una y otra? ¿Qué me pasa, doctor? Pasa que hoy es 5 de diciembre y el día 5 de cada mes tenemos una cita con Cooking the Chef. Cada mes nos proponen un cociner@ para que hagamos una receta suya y este mes el chef propuesto es el cocinero español José Andrés.

¿Quién no conoce a José Andrés? Este español nacido en Asturias y que vive en Estados Unidos ha recibido numerosos premios, presenta programas de televisión, cocinero-dueño del ThinkFoodGroup, defensor de la reforma de la inmigración, creador de una ONG (World Central Kitchen), medalla Nacional de Humanidad en 2015 y que dio de comer a 3,6 millones de personas en Puerto Rico tras el paso del huracán María.




Yo lo conocí a través del programa "Vamos  cocinar con José Andrés" y me encantó su forma sencilla  y directa de explicar las recetas. Tanto que al terminar el programa sentía una gran necesidad de ir a la cocina y cocinar algo, lo que fuera. Desde luego un gran estímulo.

Cuando llega el correo con el chef propuesto para ese mes, siempre tengo dudas sobre qué receta hacer y a veces acabo con dos o tres para elegir. Este mes ha sido mucho más difícil decidirme porque si echas un vistazo a su último libro Verduras sin límite, verás que toooooodas las recetas te llaman la atención. Son recetas de verduras y desde luego este libro acaba con el mito de que comer verduras es aburrido. Tienes donde elegir y todas ellas merecen la pena. Después de darle la vuelta al libro varias veces marcando a veces unas, luego otras, me decidí por este curry, que no te va a dejar indiferente.
Es una receta que se queda en casa por aclamación popular y te digo que las espinacas... bueno, las espinacas cuanto más lejos, mejor.





Ingredientes:

900 gr de calabaza
1 cucharadita de jengibre picado
2 cucharaditas de ajo picado
1 cebolla cortada en rodajas finas
60 gr de pasta de curry verde tailandés
240 ml de agua de coco
240 ml de caldo de verduras
1 lata de leche de coco
140 gr de espinacas baby
zumo de 1 lima
cacahuetes
pipas de calabaza
cilantro
lima
arroz basmati
albahaca

No te asuste la lista de ingredientes, un poco más larga de lo que suele habitual en Cook and Spoon, porque es una receta muy fácil de hacer y más de comer.

1. Pelamos y cortamos la calabaza en trozos no muy grandes.

2. Calentamos un par de cucharadas de aceite de oliva en una cazuela y en ella rehogamos el jengibre y ajo durante unos segundos. Añadimos la cebolla y la pasta de curry. Removemos bien hasta que la cebolla esté blanda. Incorporamos el agua de coco y dejamos que reduzca el líquido a la mitad.





3. Añadimos entonces el caldo, la leche de coco, calabaza y salamos. Cocinamos hasta que la calabaza esté tierna. Incorporamos las espinacas y el zumo de lima. Dejamos que se hagan las espinacas y añadimos un poco más de sal.

4. Terminamos la receta sirviendo el curry en los platos y decorando con los cacahuetes, pipas de calabaza, cilantro y albahaca (una licencia mía y que le sienta de maravilla). Servimos arroz basmati y unas cuñas de lima.

Prepárate para disfrutar de una bomba de sabores en la boca. ¿Quién dijo que las verduras son aburridas?

martes, 3 de diciembre de 2019

HOJALDRES RELLENOS DE SALCHICHA Y MANZANA



¿Se puede? Porque después de muchos meses sin aparecer por aquí hay que preguntar si todavía se puede, si todavía hay alguien al otro lado de la pantalla leyendo recetas y si ese alguien se quiere venir conmigo a la cocina a cocinar platos que sorprendan aún siendo fáciles. ¿Qué ha pasado en estos meses? Bueno, en Cook and Spoon hemos seguido cocinando y no sé si me creerás cuando te diga que tengo el escritorio del ordenador lleno de fotografías de recetas que nunca han encontrado su momento de aparcer en el blog. Porque querido amig@ lo que se necesita es tiempo no para cocinar, que a veces parece que sí, sino para fotografiar, editar y sentarse delante del ordenador para ordenar ideas y contarte algo que te pueda interesar.




Esta receta que hoy te traigo lleva meses esperando calladita, agazapada, asomándose de vez en cuando para recordarme que tenía ganas de que la vieran y sobre todo que la hagan, que le den una oportunidad en alguna cocina y pueda saciar y contentar a algún cociner@. Y hoy parece que ha llegado su momento. Un momento muy oportuno diría yo por aquello de que el hojaldre es uno de los ingredientes estrellas de la Navidad. Creo que ya lo he comentado en alguna ocasión; no conozco a nadie al que no le guste el hojaldre, a nadie, y sí sé que es muy socorrido y que le sienta bien casi todo.
Si estás buscando un aperitivo que no te robe mucho tiempo y  te haga quedar como un gran cociner@, esta es tu receta.

¿Me acompañas?




Ingredientes:

2 chalotas muy picadas
1 diente de ajo muy picado
1 manzana pelada y rallada
400 gr de carne de salchicha
375 gr de masa de hojaldre rectangular
1 huevo batido
tomillo

1. Sacamos la carne de las salchichas y salpimentamos.

2. En una sartén ponemos unas dos cucharadas de aceite de oliva y rehogamos las chalotas y el diente de ajo  hasta que las primeras estén transparentes. Añadimos la manzana y un poco de tomillo. Incorporamos la carne de las salchichas y cocinamos bien hasta que la carne esté hecha.




3. Extendemos la masa de hojaldre y cortamos en tiras largas. Tomamos una porción de la carne, le damos forma de salchicha y la ponemos en el centro y a lo largo de la tira de hojaldre. Pincelamos con el huevo batido el borde del hojaldre y enrollamos. Cortamos cada rollo de hojaldre en seis porciones.

4. Pintamos cada porción con huevo  batido y llevamos al horno durante unos 30 minutos o hasta que veamos que el hojaldre está dorado.

Una vez fuera del horno debemos dejar que se enfríe unos 10 minutos. Pero ¿quién tiene esa fuerza de voluntad?

miércoles, 15 de mayo de 2019

ENSALADA DE APIONABO, MANZANA Y ZANAHORIA




Ni sé el tiempo que llevo queriendo probar el apionabo, esa raíz de aspecto más bien feúcho que esconde su belleza y sabor en el interior. En la zona en la que vivo no es muy común, vale, imposible  de encontrar así que cuando, en uno de mis viajes a Portugal, lo encontré en una frutería, me lancé a por él como si me lo fueran a robar. Porque sí, he de reconocer que soy de las que se viene con la bolsa de la compra de mis viajes y excursiones.





A pesar de tener curiosidad por su sabor y estar casi convencida de que me iba a gustar, no lo tenía tan claro con el probador oficial. Ya me veía dándome un atracón de apionabo cocinado en todas sus variantes: ensaladas, cocido, asado, en cremas... Pero, oye, gustó.
Ahora que el tiempo de las ensaladas ha llegado, te propongo una fresquita y perfecta para acompañar carnes y aves. Es parecida a una coleslaw a la que le vamos a añadir un pelín de pimentón.
Ya sabes, si lo ves, no lo dejes escapar.





Ingredientes para 4 personas:

200 gr de apionabo rallado
185 ml de mayonesa
1 cucharada de zumo de lima
2 manzanas cortadas en láminas
2 zanahorias ralladas
1/2 cebolla morada cortada en juliana muy fina
1/2 cucharadita de pimentón dulce
albahaca
una pizca de sal


1. Ponemos el apionabo rallado en una ensaladera, añadimos el zumo de lima para que no se oxide y adquiera un color poco atractivo. Añadimos la mayonesa.




2. Añadimos los demás ingredientes y mezclamos bien.

No me digas que hemos tardado mucho en prepararla. Venga, anímate a buscar un apionabo. Será un flechazo.

viernes, 19 de abril de 2019

REVUELTO DE BACALAO Y CEBOLLA CARAMELIZADA




Cada fiesta religiosa viene acompañada de un repertorio de recetas dulces y saladas típicas de esas fechas. Por ejemplo, si decimos potaje, todos pensamos en Cuaresma igual que las torrijas nos llevan directamente a la Semana Santa y a  la casa de madres y abuelas. ¿Y si decimos bacalao? ¿Solo comes bacalao en estas fechas o lo incluyes en tu menú todo el año? Porque si hay un rey en nuestras mesas estos días, ese es el bacalao. Lo podemos encontrar  cocinado de todas las maneras y acompañado de verduras, garbanzos ...

La receta que hoy te dejo no es solo para Semana Santa. Es para darte un sencillo homenaje cualquier  día del año porque ¿quién puede resistirse a unas lascas de bacalao bañadas en un jugoso revuelto de huevos y acompañadas de cebolla caramelizada?




Ingredientes para 4 personas:

300 gr de bacalao desmigado y desalado
1 cebolla
8 huevos
25 gr de azúcar
pan tostado (opcional)
tomillo

1. Picamos la cebolla en juliana y la rehogamos en una sartén con un poco de aceite de oliva.

2. Cuando empiece a estar dorada, añadimos el azúcar. Si tenemos el fuego muy fuerte, lo bajamos un poco y dejamos que se confite. La retiraremos de la sartén cuando tenga un color parecido al de la miel.



3. En la misma sartén, añadimos un poco de aceite y el bacalao que rehogaremos a fuego suave. Cuando esté hecho, incorporamos la cebolla caramelizada.

4. En un bol batimos los huevos y los vertemos en la sartén. Removemos bien con el fuego suave y, cuando se hayan cuajado según tu gusto, probamos por si hubiera que añadir algo de sal.




5. Antes de servir, agregamos el tomillo. Lo podemos acompañar de pan tostado.

Puedes dejar la cebolla caramelizada lista la tarde anterior y al llegar a casa solo tardarás unos minutos en preparar este delicioso revuelto.

martes, 9 de abril de 2019

LABNEH CON HIERBAS AROMÁTICAS






¿Tienes la maleta a mano? ¿Te gustan los viajes así sin avisar? ¿Las sorpresas? Es que ahora mismo nos vamos a Roma a visitar uno de los edificios más significativos de la Ciudad Eterna, el Panteón de Agripa. En CocinArte nos proponen todos los meses una obra de arte y nos piden que hagamos una receta relacionada con ella. Este mes la propuesta no podía ser más interesante. ¿Quién no se ha sentido sobrecogido por ese edificio, por esa cúpula impresionante?




El templo que ahora conocemos se construyó sobre uno más antiguo levantado por Agripa en el año 27 a.C  en un terreno propiedad de la familia y que fue destruido por un incendio  en el 80 d. C. Su nombre derivaría de la cúpula tan espectacular, reproducción de la cúpula celeste y morada de todos los dioses. Y es a una de ellos, a Cibeles, a la que dedico la receta de hoy. En el mes de abril se celebraban muchas fiestas en  honor a Cibeles para honrar la fecundación de la tierra. Del 4 al 10 de abril se celebraban juegos en honor a la diosa, procesiones ruidosas por los instrumentos que portaban los que danzaban alrededor de la imagen, representaciones teatrales y banquetes en los que se comía queso mezclado con finas hierbas.





Pues bien, en honor a Cibeles, moradora del Panteón de Agripa, os dejo una receta fácil y muy resultona. No vas a tener que esforzarte en absoluto ni pasar horas en la cocina pendiente de nada. 


Ingredientes:

500 gr de yogur griego
1/2 cucharadita de sal
aceite de oliva
perejil, hierbabuena, cebollino y ajo muy picado
gasa

1. En un bol ponemos el yogur griego y salamos. Mezclamos para que la sal se distribuya por igual.

2. Cubrimos un escurridor de verduras con un par de gasas y vertemos el yogur haciendo una especie de hatillo para que se escurra el suero del yogur. 



3. Lo llevamos a la nevera y dejamos que pierda el suero durante 24-48 horas. Queremos que quede bastante seco para poder darle forma. De vez en cuando presionaremos el hatillo para ayudar a que drene el suero.

4. Una vez pasado el tiempo, sacamos el labneh de la nevera y hacemos bolas del tamaño deseado. Quizás tengas que humedecerte un poco las manos para poder manipularlas. 






5. En un plato tendremos las hierbas muy picadas. Envolveremos las bolas de labneh en las hierbas y las pondremos en un bote cubiertas de aceite. 

 Las puedes tomar como aperitivo, sobre una tostada con tomates o pimientos asados,  en unas lentejas o esta sopa de boniato y garbanzos.

viernes, 5 de abril de 2019

PANECILLOS DE CERVEZA NEGRA



¿Te ha pasado alguna vez que te han regalado o te has comprado un libro de cocina con mucha ilusión, le has echado un vistazo, los ha llenado de post-it, lo has dejado en la estantería y luego te has olvidado de él? ¿Te ha pasado? A mí me pasó con Panes Creativos de Daniel Jordana y Álvaro Castro. Pobre libro, ahí esperando su turno pacientemente, lleno de recetas de pan y pidiendo un poco de guerra. Las recetas que encuentras en el libro son bastante sorprendentes porque combinan ingredientes como trufa negra, manzana y butifarra negra (aquí debería haber un emoticono babeando tal cual) o té verde matcha con castañas. Es perfecto para experimentar y probar panes diferentes.




Cuando recibí el correo de Cooking the Chef contándonos quién era el chef sobre el que íbamos a trabajar, me acordé del libro y supe qué receta iba a hacer. Este mes no tenía duda ninguna. Sigo buscando el pan de molde perfecto, aunque ya he hecho varios,  pero todavía no había ni siquiera empezado a probar recetas para que no entraran en casa panecillos industriales. Este es el primer intento y qué quieres que te diga, será difícil desbancar esta receta. Te vas a encontrar un panecillo suave, blandito y perfecto para hamburguesas o perritos calientes. Si te gusta meter las manos en la masa, es perfecto para ti.




Ingredientes:

500 gr de harina de fuerza
100 gr de huevo ligeramente batido (en mi caso 2)
125 gr de cerveza negra
75 gr de azúcar
80 gr de mantequilla
12 gr de sal
40 gr de levadura de panadero
semillas de sésamo

1. Mezclamos la harina, cerveza, huevo, azúcar y sal. Luego añadimos la levadura y empezamos a amasar unos dos o tres minutos y dejamos reposar 5 minutos y así hasta que tengamos una masa uniforme. Entonces tratamos de incorporar la mantequilla cortada en cubos. Ahora hay que tener un poco de paciencia porque va a costar  pero con el proceso de amasado conseguiremos tener una masa fina.




2. La vamos a dejar que repose durante 45 minutos y haga un primer levado.

3. Cortamos la masa en piezas de 50, 80 0 100 gr. Hacemos bolas y las pincelamos con engrudo.
¿Qué es eso? Bueno, es la cola que vamos a usar para que las semillas de sésamo se queden donde deben estar y no las vayamos perdiendo por el horno, la cocina y platos.
Para ello disolvemos medio vaso de agua y media cucharada de harina en un cazo. Lo llevamos al fuego y sin dejar de remover dejamos que cueza un par de minutos. Añadimos dos gotas de aceite literalmente, dejamos que enfríe antes de pincelar los bollos y añadir las semillas de sésamo.

4. Dejamos que nuestros panecillos doblen su tamaño.




5. Cocemos en el horno a 200º durante 10 minutos aproximadamente o hasta que estén dorados.

Una vez salgan del horno vas a tener que emplearte a fondo para protegerlos de los devoradores que van a aparecer en tu cocina. No los vas a ver venir, no los vas a sentir, solo te vas a dar cuenta de que los panecillos no están. Simplemente se los han zampado. Así que si quieres probar los panecillos más suaves y blandos que te puedas imaginar, lánzate a ellos o te quedas sin probarlos.
Te lo digo por experiencia.

sábado, 9 de marzo de 2019

PICANTONES RELLENOS DE FOIE GRAS



Si el post anterior estaba dedicado a Cristina Martínez y su cocina, en el de hoy vamos a trasladarnos a Holanda, al siglo XVII, para conocer a Clara Peeters porque cuando llega el día 9 de cada mes, nos damos un paseo por el arte y CocinArte. En la propuesta de este mes, se nos sugiere que investiguemos sobre el bodegón que surge en los Países Bajos en aquella época. La pintura religiosa empieza a ceder terreno con el Protestantismo a escenas de la vida cotidiana, a ciudades y también a la naturaleza muerta: los bodegones. Y aquí nos encontramos a nuestra autora invitada de este mes, a Clara Peeters.



Poco se sabe de su vida. Nació hacia 1590 y murió hacia 1620. ¿Cómo era Clara físicamente? Pues tenemos un posible autorretrato de ella y luego pequeñas imágenes, borrosas, e incluso fantasmagóricas,  de su rostro que fue dejando en los bodegones que pintaba. Es difícil darse cuenta de que está allí,  pero si la buscas entre las flores, vajillas, fruta, mobiliario y manjares, la encontrarás. Se hace visible de una manera discreta entre los objetos de la clase burguesa de aquella época.




Y sirviendo el cuadro  Mesa con mantel, salero, taza dorada, pastel, jarra, plato de porcelana con aceitunas y aves asadas como inspiración, he preparado unos picantones rellenos de foie gras, receta que puedes encontrar en French Country Cooking de Mimi Thorisson.


Ingredientes:

4 picantones
4 dientes de ajo
4 ramas de tomillo
85 gr de foie gras en cubos
30 gr de grasa de pato
60 ml de calvados
80 ml de caldo de pollo
3 cucharadas de crème fraîche




1. Lavamos, secamos y salamos los picantones. Los rellenamos con un diente de ajo cada uno, una rama de tomillo y un cubo de foie gras. Los untamos con la grasa de pato y los ponemos en una bandeja apta para el horno. Los asaremos durante 25-30 minutos a 200º o veamos que están dorados.

2. Los retiramos del horno y los trasladamos a una bandeja. Vertemos el jugo que han soltado en una cacerola junto con el caldo de pollo y dejamos que cueza durante unos 5 minutos. pasado este tiempo, añadimos el Calvados y, con cuidado, flambeamos.




Una vez que la llama haya desaparecido, añadimos las cucharadas de crème fraîche. Retiramos del fuego y vertemos en una salsera para servir inmediatamente con los picantones.

Para acompañarlos, salteé unas coles de Bruselas con unos tacos de jamón y cocí unas patatas.
Espero la disfrutes, si te animas a prepararla.



martes, 5 de marzo de 2019

TACOS DE CORDERO



Para empezar quiero empezar dando las gracias a las chicas de Cooking the Chef por haber elegido a Cristina Martínez como chef invitada de este mes. No conozco a todos los chefs que nos proponen aunque sean mediáticos o tengan una gran actividad en redes sociales. Aunque sea la primera vez que oiga hablar de ellos, es fácil encontrar recetas suyas en la web, youtube, instagram ... y lo difícil, al menos para mí, es decidirme por una receta. Suelo tardar mucho en elegir una receta y dudo mucho. Este mes la cosa estaba complicada porque la única receta que he encontrado de esta cocinera es esta: tacos de cordero a la barbacoa. Pero no a la barbacoa como la conocemos aquí, no. En México el término barbacoa se usa para referirse a carne cocinada en su jugo, al vapor. Se trata de un horno excavado en el suelo cuyo fondo se cubre con piedras que se calientan el día antes de hacer la barbacoa. Se recubre de hojas de maguey, más piedras, arena y sobre todo ello se enciende un fuego que se deja encendido unas 12 horas.



Creo que me estoy anticipando y no te estoy contando quién es Cristina Martínez. Si tienes Netflix puedes ver el capítulo que el programa A Chef's Table le dedica y que pone los pelos de punta. Mujer que desde pequeña sufre abusos por parte de su padre, deja su casa para casarse pensando que su vida iba a mejorar y no lo hace. Es explotada laboralmente por parte de la familia de su marido y sufre abusos por parte de este. Pero Cristina no se rinde y decide intentar el sueño americano. Es tremenda la forma de contar cómo se preparó físicamente para cruzar la frontera entre México y Estados Unidos y te das cuenta de lo desesperada que debe estar una persona para pasar por ese sufrimiento. Cristina vive como indocumentada en Estados Unidos, tiene un restaurante, paga impuestos, no puede conseguir la ciudadanía americana porque fue fichada por la policía en su entrada ilegal en el país, pero no se esconde. Hay que ser muy valiente para construir una vida nueva, un negocio sabiendo que en cualquier momento lo puedes perder todo.




Y volviendo a la receta,  te diré que estos tacos son una adaptación muy libre de los suyos porque no hay receta oficial y esto es lo que saqué después de ver el programa. Seguro que no son como los suyos, pero también te digo que están buenísimos.
La primera cuestión era cómo iba a hacer para que la carne de cordero quedara tan blanda como la suya. Tan blanda y suave que se deshilachara fácilmente sin tener la barbacoa que ella usaba. Y aquí me acordé de la Crock-Pot. La compré hace unos meses y no la he usado mucho que se diga.
¿Nos ponemos manos a la obra?




Ingredientes:

Tortillas para tacos
Paleta de cordero pequeña
2 naranjas
1 cebolla
cebolleta
pimiento rojo asado
chile
vinagre
comino
tomillo

Como te decía, conseguí que la carne quedara suave y tierna cocinándola en la olla de cocción lenta.
Aunque el cordero sea lechal y en la carnicería me digan que no va a tener ese sabor fuerte, siempre me gusta añadirle un chorrito de vinagre. Luego salamos, añadimos comino y el zumo de las dos naranjas. Masajeamos el cordero bien para que la carne se impregne de los sabores y dejamos macerando unas horas.
Ponemos el cordero junto con el líquido de la maceración, cebolla en juliana fina y tomillo en la olla y dejamos unas 4-5 horas en alta.
Una vez tengamos la carne hecha, es cuestión de separarla del hueso y picarla bien para que no queden trozos grandes.


Me dio pena dejar el jugo que había soltado la pierna al cocerse y lo pasé por la batidora para hacer una salsa con la que bañar los tacos.
Para preparar los tacos cogemos las tortillas y ponemos una generosa cantidad de carne y un poco de salsa para que no se reseque demasiado. Lo puedes tomar así o aderezar con cebolleta, pimiento asado y un poco de chile para darle un poco de gracia al taco.
Espero que si los haces, te gusten.

sábado, 9 de febrero de 2019

MADEIRA CAKE



Llegamos puntual a  nuestra cita con el arte, con CocinArte, y con un cuadro esta vez. Hemos pasado de la arquitectura de Gaudí de principios del siglo XX a la pintura romántica del siglo XIX de John Constable y su cuadro La Catedral de Salisbury, vista desde el palacio arzobispal.




Constable fue el paisajista más importante de su época y este cuadro, encargo del obispo John Fisher, es una muestra de ello. En él vemos dos de los temas más recurrentes en la pintura de la época: la Naturaleza y los edificios medievales. Hay tres versiones de este cuadro: la primera no fue del agrado del mecenas de Constable, esta versión y una tercera mucho más oscura, más tormentosa, pintada después de la muerte de la esposa de Constable.  Si te fijas bien en la parte inferior izquierda puedes ver a una pareja. Esos son el obispo y su esposa paseando tranquilamente admirando el soberbio edificio que es la catedral.
Si tuvieras que elegir una receta para este cuadro ¿cuál sería?  Definitivamente sería una inglesa ¿verdad? Al principio me imaginé que el obispo llevaría una cesta y en ella todo tipo de sandwiches y galletas. Pero después de darle muchas vueltas me quedé con un bizcocho, con un Madeira Cake, y cambié la historia. Ahora  puedo imaginar que la esposa del obispo había estado leyendo un buen libro mientras disfrutaba de una taza de té y una rebanada de este bizcocho sencillo y esponjoso antes de ir de paseo. O que , quizás, repusiera fuerzas después del paseo no con una taza de té sino con una copita de vino de Madeira.




Ingredientes:

175 gr de mantequilla
100 gr de azúcar blanco
75 gr de azúcar moreno
250 gr de harina
1/2 cucharadita de levadura
ralladura de medio limón
4 huevos

Antes de empezar a mezclar los ingredientes, engrasamos un molde de 24x14x7 cm y precalentamos el horno a 160º.




1. Batimos la mantequilla a temperatura ambiente con los dos tipos de azúcar hasta que tengamos una crema sedosa y de un ligero color tostado por el azúcar moreno.

2. Añadimos los huevos uno a uno. Si ves que la mezcla tiene aspecto como de ir a cortares, puedes añadir un poco de harina. Una vez que los huevos están integrados, pasamos a añadir la harina, levadura y ralladura de limón.




3. Vertemos la masa en el molde y la llevamos al horno durante unos 50 minutos o hasta que al pincharla con un palillo, este salga limpio.

Las recetas antiguas aconsejan que a mitad de cocción añadamos unas rodajas de limón confitado. En casa las frutas confitadas no son muy bienvenidas pero si a los tuyos les gusta, seguro que le da un toque diferente.





miércoles, 16 de enero de 2019

SOPA DE BATATA Y GARBANZOS





Como cada miércoles te dejo una receta y, en este caso, la que traigo nos viene fenomenal para entrar en calor. No se trata realmente de una sopa sino que está entre una sopa y una crema con la textura perfecta para saciarte. Si estás en plena operación detox o simplemente quieres comer de una forma sana, te la recomiendo totalmente. Como ves, entre los ingredientes nos encontramos a la batata, esa desconocida aún en algunas cocinas. De hecho, a veces a mí me resulta difícil encontrarla en las fruterías pequeñas porque la gente no la compra y se le estropea a los pobres fruteros. Bueno, la batata y las naranjas sanguinas. El año pasado las encontré en una gran superficie comercial y creí que era un espejismo. Las tenían en una cesta pequeña, como si fueran de exposición. Agarré una bolsa y vacié la cesta. Tampoco eran muchas pero durante dos días fui feliz tomando zumo de naranja de sanguina. Luego ya nunca más las volví a ver pero no pierdo la esperanza de que este año, en algún momento, les vuelva a echar el guante je, je.

Aparte de la batata, tan rica ella en vitamina E, tenemos más verduras, las que tú quieras y sean de temporada, y garbanzos. Pruébala y verás como te reconcilias con el mundo después de un duro día de trabajo.




Ingredientes:

1 cebolla cortada en dados
1 puerro lavado y cortado en rodajas
1 nabo pelado y cortado en cubos
3 batatas peladas y cortadas en cubos
2 dientes de ajo picados
1 vaso de vino blanco
1 litro de caldo de verduras
pimentón sin gluten
400 gr de garbanzos cocidos
anacardos
cebolleta

1. En una cazuela vertemos un par de cucharadas de aceite de oliva y salteamos la cebolla, puerro, nabo, batatas y ajo. Añadimos el pimentón y una vez que hayamos dado un par de vueltas a la verdura para que se mezcle bien. Vertemos el vino y el caldo y dejamos que cueza unos 25 minutos. Hay que tener mucho cuidado con el pimentón porque se quema enseguida y entonces nos arruinará el guiso porque amarga. ¿Cuánto pimentón? El que estoy usando actualmente es picante y con la punta de una cuchara de café es suficiente. Si es dulce, puedes ser más generoso.




2. Retiramos la mitad de las verduras y las trituramos. Una vez hechas puré, las devolvemos a la cazuela y añadimos los garbanzos.
Ahora puedes dejar que se enfríe antes de meter en la nevera o servir inmediatamente.

3. Terminaremos el plato con unos anacardos y cebolleta picada.

Es perfecta para llevar en un tupper a la oficina.

miércoles, 9 de enero de 2019

ENSALADA DE NARANJAS, GRANADA, KALE Y BURRATA



Bueno, ya es oficial. Sí, ya se acabaron las comilonas y los atracones de comida para dar la bienvenida a platos más ligeritos que nos devuelvan a la normalidad. No sé tú , pero yo ya tenía ganas de volver a la rutina en cuanto a la comida se refiere. Echaba de menos mis platos de verduras, legumbres y pescados a la plancha. Por ello te adelanto que durante este mes las recetas que te voy a dejar aquí cada miércoles van a ser ligeras para desintoxicar un poco nuestro cuerpo.
Como ya te dije en mi anterior entrada, hoy nos tocaba ensalada. Generalmente cuando hablamos de ensalada se nos viene a la cabeza un plato soso y aburrido pero te aseguro que pueden ser lo más rico que hayas comido nunca si dejas volar la imaginación. Particularmente me encanta añadir fruta y si miras el índice de recetas, encontrarás alguna que otra de naranjas combinadas con distintas verduras. En este caso le acompañan una bolsa de kale que andaba por la nevera pidiendo guerra y una burrata a la que le quedaban pocos días de vida. Eso es lo bueno de las ensaladas, que admiten casi de todo.

Me estoy enrollando con el tema ensalada y se me está olvidando comentarte que hoy es 9 y que como cada 9, María de CocinArte nos invita a preparar un plato y a relacionarlo con la obra de arte que ella nos sugiere.





Es un reto muy ingenioso y que pone a prueba nuestra imaginación ya que hasta el mes pasado se trataba de cuadros. Ahora la cosa se complica porque puede ser cualquier forma de arte, no solo pictórica. Y aquí estamos, haciendo un homenaje a la Casa Batlló de Gaudí, uno de los arquitectos más importantes y conocidos  de nuestro país.

Gaudí levantó la Casa Batlló en un año y medio (1904-1906) y se trata de la reconstrucción de un edificio ya existente. El rasgo más característico es su fachada llena de color y de fantasía: algunos creen que cuenta con elementos relativos al carnaval, el lomo de un dragón, setas, formas naturales y geométricas. Me he decantado por la Naturaleza sabiendo que Gaudí era vegetariano.


Ingredientes:

350 gr de kale
1 burrata
2 naranjas
60 gr de granadas
25 gr de pistachos
comino
pimentón
aceite de oliva
guindilla



No vas a tardar nada en preparar esta ensalada y te aseguro que vas a dejar a tus comensales con la boca abierta porque como ves en la foto está llena de color.

1. Lavamos las hojas de kale y escurrimos bien. En una sartén vertemos unas dos cucharadas de aceite de oliva, salamos y rehogamos hasta que la verdura esté hecha. Reservamos.

2. Pelamos las dos naranjas con un cuchillo afilado asegurándonos de retirar toda la piel blanca que podamos y las cortamos en gajos.




3. Ponemos la burrata, a la que le añadiremos un poquito de guindilla, en el centro de un plato o fuente. Alrededor colocamos los gajos de naranja que condimentaremos con un poco de comino en polvo y pimentón. El comino y el pimentón le sientan fenomenal a la naranja. Pruébalo y me cuentas.

4. Encima de los gajos de naranja, añadimos las hojas de kale cocinadas. Terminamos con unos granos de granada y unos pistachos picados. ¡Ah! y un chorrito de aceite de oliva antes de irnos a la mesa.


sábado, 5 de enero de 2019

CHOCOLATE CHIP COOKIES



No sé si aún te apetece ver recetas dulces o si ya has llegado al tope y tu cuerpo pide verduras, ensaladas y platos más ligeros después del atracón de calorías que nos damos durante dos semanas. Si este es tu caso, aguanta un poco más porque las ensaladas están al caer, el miércoles que viene sin más tardar. Mientras llegan y no podemos meternos en la cocina, encender el horno y preparar unas deliciosas galletas con chips de chocolate.
Ya sabes que el 5 de cada mes tenemos una cita con un chef nacional o internacional en Cooking the Chef. Empezamos el año haciendo las maletas y cogiendo el avión a Irlanda porque el chef invitado de este mes es Donal Skehan, autor de libros de cocina, fotógrafo culinario y  presentador de programas de cocina.




Nacido en 1986 en una familia dedicada a la industria de la alimentación, parece que tenía muy claro desde bien temprano que lo que le gustaba era la cocina aunque la música se cruzó en su camino en algún momento, fue miembro de dos grupos musicales e incluso se presentó a la preselección para representar a su país en el festival de Eurovisión. Pero como se suele decir la cabra siempre tira al monte, y la cocina resultó ganadora en ese duelo entre música y fogones. En 2007 abrió su blog  Good Mood Food y a partir de ese momento llegaron libros, premios, programas de cocina y su web. Si te asomas a su página te encontrarás recetas sencillas de estilo oriental e italiano y que a mí, personalmente, me recuerdan a algunas de Jamie Oliver.
Como siempre me pasa cuando nos proponen un chef, dudé entre muchas recetas: platos de pasta (nuestros preferidos en casa), postres como el Lemon Curd Pudding que no tendré más remedio que hacer otro día, ensaladas... Pero elegí estas galletas y no me arrepiento. Están buenísimas. La única pega que le he visto a la receta es que originalmente lleva medio kilo de azúcar y, sinceramente, me parece excesivo. He recortado la cantidad y aún me parece que podría reducirse más.




Ingredientes:

275 gr de mantequilla a temperatura ambiente
175 gr de azúcar moreno
150 gr de azúcar
2 huevos
1 cucharadita de extracto de vainilla
475 gr de harina
2 cucharaditas de levadura
300 gr de chips de chocolate
sal

Hacer galletas es muy fácil y muy entretenido para los niños.

Como siempre que hacemos una receta dulce, empezamos precalentando el horno a 180º.

1. Batimos la mantequilla con los dos tipos de azúcar hasta que tengamos una crema suave y sedosa.

2. Añadimos los huevos uno a uno esperando a que se incorpore el primero a la crema antes de añadir el segundo. Agregamos el extracto de vainilla.

3. Ahora es el momento de añadir la harina y levadura e incorporarlas a la masa con la ayuda de una cuchara de madera. Por último añadimos los chips de chocolate. Mezclamos todo bien y dividimos la masa en dos.





4. Envolvemos cada porción de masa en papel film y hacemos un rulo que llevaremos a la nevera durante 30 minutos o congelaremos.

5. Una vez pasados los 30 minutos como mínimo, cortamos la masa en discos del grosor de un dedo y los ponemos en la bandeja que vayamos a llevar al horno. Separamos los discos ligeramente porque luego las galletas se expanden.

6. Antes de meterlas en el horno, añadimos unas escamas de sal a cada galleta. Una vez hayan pasado 15 minutos o estén doradas, las sacamos y esperamos unos minutos a que se enfríen ligeramente antes de pasarlas a una rejilla.

Y ya estarán listas para devorar.