RISOTTO DE PERAS, GORGONZOLA, ROMERO Y NUECES

¡Qué bien huele el romero y qué sabor más rico le da a los platos! Me recuerda a la primavera y al verano sobre todo. Momentos en los que empiezo a cortar hierbas de mis macetas y las añado a todos los platos. Pero me temo que por ahora me tendré que conformar con el olor, sabor y recuerdo del calor que hace que las plantas crezcan y broten las flores. ¡Qué poético! Bueno, que a falta de pan buenas son tortas. Es que el resfriado monumental que tengo no deja que fluyan las ideas y estoy muy lenta.

Ingredientes para 4 personas:

40 gr de nueces tostadas
3 peras
 mantequilla
60 ml de caldo de pollo
aceite de oliva
1 cebolla picada fina
1 puerro picado
2 ramitas de tomillo
1 rama de romero
300 gr de arroz
80 ml de vermut o vino blanco
120 gr de queso gorgonzola
3 cucharadas de queso mascarpone
40 gr de queso parmesano rallado
pimienta


1. Vamos a empezar a cocinar este risotto pelando y cortando las peras en trozos pequeños que rehogaremos en una sartén con un poco de mantequilla. Dejaremos que se doren unos 3 o 4 minutos. Si al final queremos adornar nuestro plato con unas rodajas de pera, las doraremos en la sartén junto con el resto y las reservaremos hasta el final de la receta.
2. En una cacerola vamos a calentar aceite de oliva y rehogamos las verduras junto con el tomillo y la rama de romero durante 3 minutos. Verás qué bien huele todo porque las hierbas empezarán a soltar su fragancia con el calor. Es el momento del arroz, que removemos un minuto más o menos y seguidamente regaremos con el vermut. Tiene que evaporarse el alcohol para continuar con la receta y mientras esto sucede debemos seguir removiendo el arroz y las verduras para que no se nos peguen y arruinemos el plato.

3. Ahora vamos a empezar a añadir el caldo poco a poco y a remover de vez en cuando. Cuando ya el risotto esté casi hecho incorporamos nuestros trozos de pera. Retiramos la cacerola del fuego y llega el momento que todo ratón que se precie disfruta enormemente: entran en acción los quesos. Dejamos que se mezclen con nuestro arroz cremoso. Tapamos y dejamos reposar durante dos minutos. Antes de servir retiramos el tomillo y la rama de romero porque ya han cumplido su misión y no son necesarios.
Servimos el arroz y decoramos con las nueces.

Fuente: La Tartine Gourmande, Béatrice Peltre