martes, 5 de abril de 2022

POLLO CAMPESINO

 


¿Existe la máquina del tiempo? Para nosotros, sí. Todos los meses hacemos un viaje al pasado para entender cómo nacieron las recetas que nos son tan familiares y conocer a las personas que las divulgaron.

¿Marcamos las coordenadas de nuestro viaje? Marchando, entonces. A ver, a ver. Nos vamos al siglo XIX,  a Italia y allí tenemos una cita con Pellegrini Artusi. ¿Con quién? Con el autor de La science in cocina e l'arte di mangiar bene publicado en 1891.

El señor Artusi es considerado el padre de la cocina italiana moderna. Escribió el libro después de haber viajado por toda la geografía italiana y con la esperanza de unificar el país a través de la cultura gastronómica. Durante sus viajes anotó las recetas y sus experiencias para, como hemos dicho, publicar su libro ayudado por Marietta Sabatini.




Aunque el reto hoy va dedicado a Pellegrini Artusi, me gustaría dedicarle unas líneas a Marietta porque sin ella, quizás, no se habría publicado este libro de cocina. Marietta trabajaba como su ama de llaves y aunque ella se consideraba como una "pequeña y humilde mujer" fue muy importante en la vida de Pellegrini no solo llevando su casa sino cocinando todas las recetas y asistiéndole en todo lo que nuestro protagonista necesitaba.

De las 790 recetas que podemos encontrar en el libro, he elegido este pollo campesino que está buenísimo. Vas a necesitar muy pocos ingredientes. 

Veamos la receta original de Pellegrini Artusi:




Coge un pollo y pégalo con unas ramitas de romero y un diente de ajo dividido en cuatro o cinco trozos. Ponerlo al fuego con un poco de manteca de cerdo y salpimentarlo por dentro y por fuera. Cuando esté dorado por todos los lados, añadir los tomates picados, quitar las semillas y, cuando se hayan desintegrado, mojar con caldo o agua. Dora unas patatas crudas cortadas en gajos en aceite, manteca o mantequilla, y dejar que tomen sabor al mojar el pollo y servir como guarnición. Sustitutya la manteca de cerdo por mantequilla si desea un sabor más delicado.




Como puedes ver en las fotos no he seguido la receta original y he hecho los siguientes cambios:
en vez de un pollo entero, cociné un pollo en trozos y sustituí la manteca por aceite.
¿Repetiré la receta? Sin duda. Es una de esas recetas que te hacen sentir y quedar bien porque ¿a quién no le gusta un guiso como este? Es sencilla, fácil y no tiene complicaciones ninguna. Además puedo imaginar a esa "pequeña y humilde mujer" preparándola en la cocina. 

miércoles, 9 de marzo de 2022

BIZCOCHO DE YOGUR Y FRAMBUESAS

 




No soy yo muy de dulce y me da igual que no haya dulces en casa. Peeeeero de vez en cuando sí que apetece echarle el guante a un trocito de bizcocho ¿verdad? Pues si no eres muy de dulce como yo y sí de sabores ácidos, entonces tengo el bizcocho perfecto para ti: frambuesas y limón juntos en la misma masa. ¿Qué puede salir mal? Nada, ya te lo digo yo.


Con este bizcocho nos vamos a la Italia del siglo XVI de la mano de CocinArte, que nos proponen este cuadro llamado Bodegón con duraznos y una porcelana y cuenco de Fede Gallizi. 




Ingredientes:

125 g de mantequilla

225 g de azúcar

ralladura de 2 limones

1/2 cucharadita de extracto vainilla

2 huevos a temperatura ambiente

300 g de harina

2 cucharaditas de levadura

115 g de yogur

200 gr de frambuesas

Para el glaseado:

150 g de azúcar glas

2 cucharada de zumo de limón

10 frambuesas




1. Precalentamos el horno a 180º y engrasamos un molde de cakes de 22x12 cm.

2. Batimos la mantequilla y el azúcar hasta que tengamos una mezcla blanquecina y esponjosa. Añadimos la ralladura de los limones y el extracto de vainilla. Seguidamente vamos incorporando los huevos uno a uno y esperando a que se integren en la masa. 

3. Reserva dos cucharadas de la harina que necesitamos para hacer el bizcocho e incorpora el resto en tandas intercalando con el yogur.

4. ¿Qué hacemos con las dos cucharadas de harina? Pues vamos a rebozar las frambuesas para que al incorporarlas a la masa no se nos vayan a la parte de abajo del bizcocho.

5. Vertemos un tercio de la masa en el molde, añadimos una capa de frambuesas, otra capa de masa seguida de más frambuesas y terminamos con la masa restante. Ahora es importante que antes de meter el molde en el horno, le des unos golpecitos para que las frambuesas y la masa se terminen de colocar y no haya burbujas de aire.



6. Dejamos el bizcocho en el horno durante 50-60 minutos o cuando veas que al pincharlo con un palillo, este sale limpio.

7. Una vez fuera del horno, lo dejamos enfriar antes de verter el glaseado. Bueno, ahora hay que hacer un ejercicio de voluntad suprema para no zamparse el bizcocho, claro. Pero te aseguro que merece la pena esperar porque el bizcocho gana mucho con el glaseado. Sobre todo si te gustan los sabores ácidos.

8. Hacer un glaseado es muy fácil. Mezclamos el azúcar con el zumo de limón y cuando tengamos una mezcla sedosa y no muy líquida lo vertemos sobre el bizcocho. ¿Todo el glaseado? No, todo no. Vamos a reservar unas dos cucharadas que mezclaremos con las frambuesas un poco aplastadas con un tenedor. Ahora ya sí completamos el glaseado del bizcocho.

Este bizcocho es mejor comerlo en el día. ¡Cómo si fuera a durar más! ¿Verdad?

sábado, 5 de marzo de 2022

BESUGO AL HORNO



 Hay que ver lo poco fotogénico que es el pescado. O quizás sea mi poca habilidad para fotografiarlo. Sí, quizás sea esto último. O que este besugo en concreto no queda bien en cámara, que todo puede ser. Pero bueno, te garantizo que lo está.

Como cada día 5, publicamos la receta de un chef y este mes en Cooking the Chef nos han asignado la tarea de revisar "El Practicón, tratado completo de cocina" de Ángel Muro, cocinero del siglo XIX.
Tal y como dice el autor " este libro consiste en ofrecer a todo el que de cocina se ocupe, el medio de comer bien, con un gasto módico, en relación con los recursos de cada cual". Y es verdad, hay recetas para todos con nombres tan peculiares como "huevos fritos mal fritos (estrellados), huevos high life (me encanta este nombre para una receta), ensalada higiénica, tortilla soplada o vanidosa... y así podríamos seguir.




Te aseguro que ha sido una lectura muy entretenida no solo por los nombres de la receta sino por los comentarios de las recetas en sí. 

La receta que he elegido es muy fácil, no tiene ninguna complicación en absoluto y está muy buena. 

Vamos con este besugo al horno respetando la receta y comentarios de Ángel Muro.

Yo preparo de un modo especial el besugo, que lo llamaremos, así nada más, pero que han de ensayarlo los lectores, pues creo que ha de gustar.




En una fuente ovalada, en la que el besugo esté bien colocado, se echan un par de cucharadas de aceite, ya frito, y encima se pone el besugo, añadiendo agua para bañarlo por el pie.
En un tazón se hace un amasijo con pan rallado, chalotas, un diente de ajo y perejil, muy recortado todo; se añaden dos cucharadas de aceite, también refrito, sal y pimienta y una chispa de clavo de especia y se alarga la pasta con una copia de vino blanco.
Se mete el pescado en el horno a fuego vivo. Se le deja cinco minutos y se saca para embadurnarlo bien con la pasta, que ha de estar un poco disgregada.
Se le hacen después tres o cuatro cortes transversales para clavar en  ellos medias rodajas de naranja, y se vuelve a meter en el horno.
A los veinte minutos se sirve, y es un excelente manjar.




miércoles, 2 de marzo de 2022

ESTOFADO DE LENTEJAS, BERENJENA Y GRANADA

 


Cuando leo la palabra estofado, me imagino un guiso con cuerpo, con sustancia, y esta receta no lo es para nada. Más bien es refrescante y muy original, diferente, para sorprender a los que se niegan a tomar lentejas o a los que se aburren de tomarlas siempre cocinadas de la misma manera. 

El nombre original de esta receta es Rummaniyeh y es un plato muy popular en Palestina. Vas a disfrutar con el contraste de la lenteja y el ácido de la melaza de granada. La verdad es que es un plato que no cansa, que cada cucharada que te llevas a la boca es una explosión de sabor que te deja queriendo más.



La melaza de granada es una especie de jarabe denso producto de la reducción del zumo de granada, azúcar y limón y es muy utilizado en la cocina árabe. Cuando lo vayas a comprar fíjate bien en la cantidad de azúcar que tiene porque hay algunas marcas que tienen una cantidad indecente de azúcar.



Ingredientes para 4 personas:

250 g de lentejas (previamente puestas a remojo)

1 cuchara de comino molido

600 ml de agua

1 berenjena cortada en dados pequeños

aceite de oliva

4 dientes de ajo picados

150 ml de melaza de granada

zumo de 2 limones

1 granada

perejil



1. En una cazuela ponemos las lentejas, comino y agua. Llevamos a ebullición y dejamos que cuezan unos cinco minutos más antes de añadir la berenjena y sal.

2. En una sartén vamos a dorar los ajos y lo incorporamos a las lentejas cuando hayan transcurridos 25 minutos de cocción. También añadimos la melaza de granada y el zumo de limón. Removemos bien.

3. Ya está. Ya solo faltaría añadir unos granos de granada, perejil picado y verter un hilo de aceite.

sábado, 19 de febrero de 2022

BUCHTY



Ya tenía ganas de sacar la maleta, que estaba olvidada en el altillo de un armario, meter algunas cosillas, subirme a un avión y visitar nuevos lugares, oír otros acentos, pasear por calles que no conozco y descubrir nuevos rincones. Pero antes de hacer la maleta, hay que elegir el destino y esta vez es la República Checa porque las chicas de Cocinas del Mundo nos invitan a visitar este país y a cocinar algún plato típico del lugar.

Creo que después de recorrer la Ciudad Vieja de Praga, capital de la República Checa, sus museos, parques y jardines, lo que toca es sentarse en algún buen café y disfrutar de un bollito suave y esponjoso relleno de dulce de fruta, un buchty.

Ingredientes para el prefermento:

200 g de leche 

23 g de levadura fresca

80 g de harina de fuerza

15 g de azúcar



1. En un cazo vertemos la leche y la calentamos hasta que empiece a hervir. Entonces bajamos el fuego y dejamos que hierva un par de minutos. Después apartamos del fuego y reservamos hasta que temple y alcance 35º.

2. En un bol mezclamos los ingredientes muy bien y dejamos que el fermento suba. Tiene que crecer bastante hasta que casi cuadruplique su volumen, lo que puede tardar entre 15 y 25 minutos. 

Ingredientes para la masa:

Prefermento

4  yemas de huevo

65 g de azúcar

5 g de sal

ralladura de limón

300 g de harina de fuerza

75 g de mantequilla

225 g de dulce de fruta


1. En la amasadora o en un bol grande ponemos el prefermento, las yemas, azúcar, sal y ralladura de limón. Removemos bien y añadimos la harina. La mezcla es bastante pegajosa, pero no le añadas más harina. Sigue amasando y tendrás una masa lisa.



2. Una vez tengamos la masa lisa, añadimos la mantequilla y seguimos amasando hasta que la mantequilla esté integrada y la masa empiece a tener ampollas. Entonces la ponemos en un recipiente que cubrimos con un lienzo o con papel film. La dejamos tranquila que suba hasta que doble su tamaño.

3. Una vez haya crecido, la volcamos sobre la mesa y hacemos bollos del mismo peso aproximadamante. Aplastamos los bollos con cuidado y en el centro ponemos una cucharadita del dulce de fruta que hayas elegido. Cerramos haciendo una bola que colocaremos en un molde previamente engrasado. 

Cuidado con el molde porque yo elegí uno un poco grande y los bollos se han desparramado en vez de crecer en altura. Error que corregiré la próxima vez, porque va a haber muchas próximas veces. Están tan bueeeeenos.



4. Seguimos, que me pierdo. Dejamos que los buchty leven de nuevo hasta que doblen su tamaño. Antes de meterlos en el horno, los pincelamos con clara de huevo.

5. Los horneamos 20 minutos o hasta que estén dorados. Cuando ya estén hechos, los sacamos del horno y esperamos un poco a que se enfríen antes de desmoldarlos.

Solo nos falta espolvorear azúcar glass por encima.

¡Qué bollito más esponjoso!

Fuente: Recetas de Esbieta.



jueves, 10 de febrero de 2022

PASTA MEDITERRÁNEA

 



Me gusta cocinar, pero reconozco que pensar en el menú de la semana se me hace cuesta arriba. ¿A ti también te pasa? Mi mente es capaz de guiarme hasta el miércoles y luego.... luego ya no hay nada más. Se abre un abismo que hay que llenar como sea porque, claro, comer hay que comer. Y llegamos al jueves, sin ganas de pensar ni trabajar demasiado en la cocina,  sin tener nada claro y es entonces cuando aparece la palabra pasta en mi cabeza. La pasta que es tan fácil de cocinar y que es tan agradecida. Y así es como ha quedado instaurado el jueves como el día de pasta con lo que haya sobrado durante la semana o quede en la nevera. Esos platos puede que visualmente no sean muy atractivos pero que están muy buenos.

Y es por eso que hoy, que es jueves, te dejo esta receta del libro Cocina con Joan Roca



No te asustes al ver la lista de ingredientes porque es un poco larga, pero créeme, es muy muy fácil de hacer. Y lo mejor es que solo vas a ensuciar la olla en la que cocines la pasta y la sartén en la que rehogues los demás ingredientes. 


La receta original lleva más tomates, pero en casa no es que los tomates levanten pasiones así que hay que adaptar las recetas para que gusten a todos. Pero si en casa son fanes absolutos (como yo) de los tomates te cuento qué hay que hacer: escaldar, pelar y cortar 120 g de tomates en trozos, cubrir con aceite y sazonar con sal, azúcar, pimienta y tomillo para confitar en el horno o en un cazo 45 minutos. Ya te digo que con los tomates cherry y los tomates secos en casa van más que servidos.



Ingredientes para 4 personas:

400 g de pasta

80 g de aceitunas Kalamata

20 g de puré de aceituna

12 tomates cherry

60 g de aceite de oliva

40 g de tomates secos

8 anchoas

20 g de piel de limón confitada

1 limón

20 g de alcaparras

albahaca

1. Deshuesamos y partimos las aceitunas en trozos grandes. Cortamos los tomates secos en tiras, los cherry por la mitad, las anchoas en trozos grandes y la piel del limón confitada en dados. Picamos la albahaca y reservamos.



2. Dejamos las alcaparras en agua unos diez minutos para que no estén demasiado ácidas.

3. En una sartén vamos a marcar los tomates cherry y los demás ingredientes que habíamos preparado anteriormente hasta que los tomates estén blandos pero no demasiado. Queremos tener una especie de salsa en la que bañar la pasta.

4. Hervimos la pasta que vayamos a usar siguiendo las instrucciones del fabricante, los escurrimos y rápidamente los pasamos a la sartén. Salteamos rápidamente y añadimos la albahaca.

5. Finalmente añadimos ralladura de limón

sábado, 5 de febrero de 2022

SOPA DE CEBOLLA

 


No sé yo si esta sopa es muy fotogénica. De hecho tiene poco de glamurosa y sofisticada pero sus ingredientes tienen el maravilloso poder de hacerte entrar en calor y reconciliarte un poco con el mundo. Fíjate que vamos a usar ingredientes que solemos tener siempre en casa (cebolla, pan y queso) y que en veinte minutos tenemos sopa para comer o cenar. Desde luego no tiene la estética de la sopa de cebolla tal y como la conocemos actualmente, pero es que esta es una receta del siglo XIX.

En Cooking the Chef estamos haciendo un repaso fascinante a la historia de la gastronomía para conocer el origen de las recetas y a los primeros chefs. Este mes nos ha tocado ponernos al día en la cocina francesa del siglo XIX y conocer a Jules Gouffé, reconocido pastelero y chef francés, nacido en 1807.



Aparte de trabajar en uno de los restaurantes más famosos de la época, Jockey-Club de París, escribió cuatro libros de cocina con los que obtendría un gran reconocimiento. El primero de ellos estaba dedicado a un público que no tenía conocimientos de cocina y se trata de recetas básicas. En los otros tres las explicaciones de las recetas son más técnicas.

Siempre me cuesta descartar recetas y quedarme con una sola, pero esta vez me decidí rápido. Esta sopa me llamaba a gritos y me quedé con ella.

En la receta original se utiliza mantequilla en vez de aceite para rehogar la cebolla y se vuelve a añadir más mantequilla antes de servir la sopa, algo que yo he modificado como verás al leer la receta.

Vamos a preparar sopa de cebolla.




Ingredientes:

200 g de cebolla

30 g de harina

1 litro de agua

60 gr de pan cortado

queso Gruyere o parmesano rallado


1. Cortamos la cebolla en juliana fina. Llenamos un cazo con agua y lo llevamos al fuego. Cuando el agua esté hirviendo añadimos la cebolla picada y blanqueamos durante 10 minutos para que no tenga un sabor fuerte y no repita. Escurrimos.

2. Añadimos aceite a una cacerola y rehogamos las cebollas hasta que estén ligeramente doradas. Entonces incorporamos la harina y seguimos rehogando durante unos 2 minutos. Tenemos que asegurarnos de que la harina se tuesta para que no sepa la sopa a harina cruda.



3. Vertemos el litro de agua o caldo. Salpimentamos y removemos hasta que hierva. 

4. Después dejamos unos cinco minutos a fuego suave.

5. En una sopera o plato, ponemos el pan cortado. Servimos la sopa y terminamos el plato añadiendo el queso rallado.

Y a disfrutar.

domingo, 9 de enero de 2022

JUDÍAS VERDES CON COMINO


 La receta que te traigo hoy es sencilla a más no poder, pero después de comidas elaboradas, más o menos pesadas, ¿a quién no le apetece comer algo sencillo y que tenga verdura? El lema de esta temporada en Cook and Spoon es hacer platos sencillos, con pocos ingredientes, que sean sanos ya que tenemos que cuidarnos al máximo, y que no tengamos que invertir demasiado tiempo en su preparación. Esta receta de judías verdes cumple con todos los requisitos.

En CocinArte, este mes, nos invitan a inspirarnos en una pintura. En este caso en el cuadro de Degas Bailarina basculando (bailarina verde), pintada entre 1877 y 1879.





Ingredientes para 2 personas:

250 gr de judías verdes 
1 cucharada de aceite de oliva
 1/4 de cucharadita de granos de comino 
2 dientes de ajo muy picados
guindilla
1/4 de cucharadita de cúrcuma
pimienta





Te puedes saltar directamente el primer punto si usas judías verdes ya cocidas. Entonces tardarás cinco minutos como mucho en tener el plato de judías verdes listo.

1. Lavamos y cortamos las judías verdes en trozos pequeños o tiras para que se hagan antes. Las cocemos en abundante agua hasta que estén casi hechas. Ese momento en el que empiezan a estar blandas, pero todavía están crujientes. Es entonces cuando las vamos a apartar del fuego y escurrir porque se terminarán de hacer con las especias.





2. Calentamos el aceite en una cazuela y añadimos los granos de comino. Removemos e incorporamos el ajo, guindilla, cúrcuma y las judías verdes. Añadimos un poco de pimienta y rehogamos hasta que las judías ya tengan la textura deseada. Puede que te gusten más hechas o más crujientes.





miércoles, 5 de enero de 2022

MOJICONES

 


Os presento al señor mojicón, ese dulce de toda la vida que tiene el super poder de trasladarte a tu infancia solo con llevártelo a la boca. No son tan esponjosos como las magdalenas, pero esa miga prieta tiene su encanto, no te creas, porque para disfrutarlos bien, se recomienda mojarlos en una taza de chocolate caliente. 

En Cooking the Chef el reto este mes era de lo más dulce porque la chef elegida es Alma Obregón. ¿Quién no la conoce? Personalmente me encanta su estilo fresco y natural y sus aventuras en Instagram. Como no podía ser de otra forma, la receta elegida debía ser dulce, pero el problema era cuál. 




De todos los libros que ha publicado, me fui al último, Repostería tradicional: recetas para recuperar los sabores de siempre, y empecé a echarle un vistazo. No sé cuántas vueltas le habré dado al libro porque no era capaz de decidirme. Me gustaban todas: bambas de nata, suizos, bollos de mantequilla, el roscón de reyes, la tarta San Marcos... Pero me quedé al final con los mojicones.

Y aquí os dejo la receta, fácil y que no tiene pérdida. 



Ingredientes:

160 gr de azúcar blanco
230 gr de harina floja
70 gr de mantequilla fundida
4 huevos a temperatura ambiente
2,5 cucharaditas de levadura química
ralladura de medio limón

Precalentamos el horno a 180ºC.




1- Para que suban bien el secreto está en batir bien los huevos, el azúcar y la ralladura de limón. Batimos  unos cinco minutos hasta que la mezcla sea esponjosa y haya cambiado de color.

2- Incorporamos la harina y la levadura previamente tamizadas con cuidado porque no queremos que se nos baje la mezcla y  desaparezca el aire que le hemos metido al batirla tanto.

3- Finalmente añadimos la mantequilla. Al hacerlo te va a dar la sensación de que la mezcla  se corta, que no va a salir nada, pero sí. Solo hay que mezclar con cuidado y verás cómo se va integrando la mantequilla y la masa está lisa y sedosa, perfecta para nuestros mojicones.




4- Es el momento de rellenar nuestros moldes hasta dos tercios de su capacidad y horneamos hasta que estén dorados. Depende del horno de cada casa, pero unos 25 minutos serían suficientes. Disfruta del olor que sale del horno, el olor a infancia.

5- Los sacamos del horno y esperamos a que se enfríen para espolvorear azúcar glas por encima.

Ahora ya sí puedes devorarlos.