lunes, 9 de abril de 2018
GRANOLA
Comer sano está de moda y es todo un reto. En los lineales de los supermercados abundan los productos que llevan etiquetas como "beneficiosos para la salud", "todo natural", "bajo en ...". ¿Pero de verdad nos cuidan y protegen? Si echamos un vistazo a la composición de la granola, veremos que tiene grasas varias y una cantidad indecente de azúcar que nuestro cuerpo seguramente no necesita. Sin embargo, la compramos, como otros tanto productos, sin darnos cuenta de que la podemos hacer en casa con menos azúcar y menos grasa, cosa que nuestro cuerpo seguro nos agradecerá. Es verdad que con el ritmo de vida endiablado que llevamos, se hace difícil dedicarle unos minutos a la cocina sobre todo si lo podemos encontrar en el supermercado ya hecho y bajo la etiqueta de saludable. Ojo, yo soy la primera que tengo el detector puesto y esos productos me atraen como un imán pero los 45 minutos que podemos llegar a tardar en hacer granola, bien merecen la pena.
Si buceas en el índice de recetas, verás que ya tengo otra receta de granola. Entonces ¿qué hace que esta sea diferente? La primera es de chocolate y la hice en los primeros años del blog así que es sencilla y podríamos decir que es la receta base, el pistoletazo de salida para experimentar. La que hoy te traigo, por el contrario, es la continuación del experimento. He incorporado fruta fresca, espelta y zumo a los ingredientes base. Sigue siendo sencilla, porque no hay nada más fácil que hacer granola, pero es más completa.
Vámonos a la cocina a preparar el desayuno de mañana.
Ingredientes:
250 gr de avena
250 gr de copos de espelta
150 gr de frutos secos picados (nueces, pistachos, anacardos, nueces de macadamia, almendras)
150 gr de semillas (sésamo crudo, pipas de girasol)
1/2 cucharadita de sal
2 manzanas ralladas
1 cucharadita de esencia de vainilla
4 cucharadas de aceite de girasol
5 cucharadas de miel
zumo de una mandarina
Precalentamos el horno a 175º.
En un bol grande mezclamos los ingredientes secos.
Ponemos el aceite y la miel en un cazo y lo llevamos al fuego hasta que se mezclen los ingredientes. Después incorporamos la vainilla y el zumo de mandarina. Removemos bien para que se mezclen y lo vertemos sobre los ingredientes secos.
Te pedí que usaras un bol grande porque ahora tenemos que remover bien la avena, espelta, frutos secos y semillas para que se empapen de los ingredientes líquidos. Una vez bien mezclado todo, lo extendemos sobre la bandeja del horno y lo dejamos unos 45 minutos o hasta que veamos que tenemos la granola dorada. Debemos vigilar y remover de vez en cuando para evitar que se nos queme.
Una vez sacada del horno, dejamos que se enfríe antes de guardarla en botes herméticos.
Deliciosa con yogur y frutos rojos o cualquier otra fruta.
De verdad que te alegrarás de prepararla en casa y no volverás a comprarla en el supermercado.
jueves, 5 de abril de 2018
RABO DE BUEY GUISADO CON TOMATES
Es una pena que la foto no haga justicia a este recetón de Pedro Subijana. Una auténtica pena que no se pueda oler ni probar este guiso a través de la pantalla y sobre todo no se pueda comer a cucharadas la salsa. Porque, señoras y señores, a esta salsa habría que levantarle un monumento. Puedo decir que sobró un poco de salsa, no de carne, y está en un bote de cristal pequeño en un cajón del congelador. Era poca, sí, pero hubiera sido un pecado deshacerme de ella y ahora está tranquila esperando a que la rescate, algo que sucederá próximamente.
En Cooking the Chef nos animaban este mes a conocer un poco más a un cocinero español, a Pedro Subijana, y a preparar una receta suya. Empezamos por saber un poco más de este cocinero vasco que comenzó en la escuela de hostelería de Zarauz y después siguió en la de Madrid para volver a la primera como profesor. En 1976 asistió al I Congreso del Club Gourmet en Madrid, y allí tras la conferencia de Arzak conocieron a Paul Bocusse, que les abrió las puertas de su cocina y dio el pistoletazo de salida a un movimiento culinario que renovaría el recetario no solo de la cocina vasca sino del todo el país, La Nueva Cocina Vasca, cuyos principios eran hacer los platos como son auténticamente, recuperar recetas antiguas que ya han caído en el olvido y crear nuevos platos con productos de proximidad.
Ingredientes para 6 personas:
2 rabos de buey
4 cebollas
2 zanahorias grandes
3 dientes de ajo
4 tomates rojos
4-6 tomates secos
1dl de brandy
2 dl de jerez seco
pimentón picante
1 hoja de laurel
harina
1/2 litro de caldo de carne
En una olla ponemos a calentar el aceite y marcamos los trozos de rabo enharinados y salpimentados.
Los reservamos.
En esa misma olla rehogamos la cebolla picada en trozos gruesos, los dientes de ajo aplastados y las zanahorias cortadas en rodajas. Salamos ligeramente y movemos continuamente con una cuchara de madera para que el repegado de haber marcado la carne se desprenda del fondo de la olla y se integre con las verduras. Le va a dar un sabor fantástico.
Una vez hayan pasado unos cinco minutos, incorporamos la carne y regamos con el brandy. Dejamos que cueza unos minutos antes de añadir el jerez, una cucharadita de pimentón, el tomate troceado, el tomate seco y el caldo.
Cerramos la olla y lo tenemos cociendo unos 40 minutos más o menos dependiendo del tipo de olla que tengamos.
Una vez pasado ese tiempo abrimos la olla con cuidado y nos prepararnos para disfrutar de un señor guiso.
Pero antes el guiso tiene que pasar un control de calidad (je, je) no vaya a ser que le falte algo de sal o haya que reducir el caldo. Si ese es tu caso, retiramos la carne y dejamos que la salsa cueza unos minutos hasta que haya espesado y esté a tu gusto. Hay que probarla también, ese es el trabajo más duro. He dicho probarla, no comérsela a cucharadas como en mi caso. Porque si hay algo que destacaría de este plato es la salsa así que hazte de un buen pan y a disfrutar de este rabo de buey guisado con tomates.
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