lunes, 31 de marzo de 2014
BACALAO CON SALSA DE CEBOLLA ROJA Y VINO TINTO
Tiempo de bacalao, torrijas y potajes e intentaré traeros estas recetas durante el mes de abril. El mes de marzo fue muy viajero y creo que ahora toca darle un respiro a la maleta y centramos en nuestra gastronomía aunque no sé si podré resistirme a hacer alguna pequeña escapada. Seguimos con el bacalao, digo seguimos porque ya empezamos aquí, el pez rey de la Cuaresma. Casi siempre lo he comido acompañado de salsas que de una manera u otra tapaban el sabor del bacalao y a los que nos gusta el pescado, no nos gusta disfrazarlo, queremos saborearlo y apreciar su carne. En esta receta el bacalao solo va acompañado de cuatro ingredientes más que no lo esconden en absoluto. Lo mejor es que en media hora tienes listo el plato sin estar mucho tiempo cuchara en mano dando vueltas a la salsa.
Ingredientes para 4 personas:
4 filetes de bacalao desalado
4 cebollas rojas medianas
2 dientes de ajo
100 ml de vino tinto
60 gr de azúcar
Empezamos a preparar la salsa y para ello pelamos y picamos las cebollas y los dientes de ajo. Los rehogamos en una cazuela con aceite de oliva a fuego medio durante 5 minutos removiendo de vez en cuando.
Añadimos el azúcar y el vino tinto. Tapamos la cazuela y cocemos a fuego medio durante 15 minutos. Una vez terminada la salsa salpimentamos y reservamos.
Ahora es el turno del bacalao. Rociamos con aceite los filetes y los llevamos al horno durante 10 minutos.
Para emplatar servimos el bacalao sobre una cama de la salsa de cebollas rojas.
Puedes preparar la salsa el día anterior, tenerla en la nevera y al día siguiente solo tienes que meter el bacalao al horno. Más rápido, imposible.
miércoles, 26 de marzo de 2014
SEMLOR
Últimamente estamos muy viajeros en Cook and Spoon y lo mismo nos da meter en la maleta ropa para irnos a la India, que marcharnos a comer cuscús al Norte de África o tomar el avión y plantarnos en cualquier país escandinavo para saborear estos deliciosos bollitos porque en Bake the World así nos lo piden. Y es haciendo estos bollos cuando me he dado cuenta de que mi peso hace lo que le da la gana con los ingredientes, ni que estuviera trucado. Y para hacer bollería es importante que el peso pese bien y se deje de poner y quitar gramos a su antojo. O sea que este fin de semana toca comprar un peso decente. ¿Cuál me recomendáis? Sospeché que los semlor iban a ser un fiasco bien grande y cualquier cosa menos unos bollos decentes. Parece que he superado la prueba aunque seguro que algún entendido les encuentra millones de fallos y no es porque la receta no sea buena, no, porque es de Ibán Yarza, es por el traidor del peso. Esta maravilla era típica tomarla el martes antes de Cuaresma y cada martes hasta llegar a la Semana Santa y digo que era típica porque actualmente es fácil encontrarlos desde Navidades en las pastelerías. Pero es normal, ¿quién puede resistirse a un bollo de mantequilla, leche, cardamomo, pasta de almendras y nata? Yo creo que estaría tomándolos todo el año si fuera necesario.
Ingredientes:
450 gr de harina de fuerza
180-200 ml de leche
70 gr de azúcar
1 huevo
50 gr de mantequilla
12 gr de levadura de panadero
5 gr de sal
1 cucharada de postre de cardamomo molido
1. Calentamos la leche y derretimos la mantequilla. Dejamos que entibie un poco antes de añadirle el resto de los ingredientes. Yo usé la KA para amasar así que la tuve entre 5 y 10 minutos trabajando la masa hasta que quedó lisa y no se pegaba a las paredes del vaso.
2. En este punto la receta recomienda dejar la masa reposando dos horas hasta que doble su volumen. El problema es que hice la masa por la noche y no iba a estar esperando las casi cuatro horas que tardan en levar los semlor en total así que la llevé al frigorífico toda la noche. A la mañana siguiente la saqué y dejé que se atemperara un poco antes de dividir la masa en porciones. Deberían ser todos los bollos del mismo peso y de las mismas dimensiones pero me han salido unos grandes, otros más pequeños y otros que son verdaderas bolitas. Lo hice a propósito porque así se cubren las preferencias de todos.
3. Hacemos bolas haciendo girar la masa con rapidez sobre la superficie de trabajo. Las ponemos sobre la bandeja de horno, tapamos y dejamos que fermenten otra vez hasta que hayan duplicado su volumen, unas dos horas más o menos.
4. Cuando ya estén listos nuestros semlor, los pincelamos con huevo batido antes de meterlos al horno a 230º durante 10 minutos o 200º si ves que empiezan a dorarse en exceso.
5. Ahora es cuando los impacientes querrán probarlos porque la cocina olerá a gloria bendita y alguno que otro desaparecerá, te aviso. A los que hayas podido salvar, les cortamos la tapa y retiramos un poco de miga para rellenarlos con la pasta de almendras.
Para hacerla necesitaremos:
125 gr de almendra molida
100 gr de azúcar
50-65 ml de leche
extracto de vainilla
Disolvemos el azúcar en la leche y lo mezclamos con la almendra molida hasta obtener una pasta. También le añadí la miga que había retirado y unas gotas de extracto de vainilla.
Una vez rellenos con esta pasta solo nos queda añadir nata montada, colocar la tapa de los semlor otra vez y espolvorear con azúcar glas.
¡Ah! Y comerlos bien solos o acompañados de un tazón de leche, como es típico.
lunes, 24 de marzo de 2014
ENSALADA DE FRESAS CON UN ALIÑO DE HIERBABUENA Y SHORTBREADS
Cómo se nota que ha llegado el buen tiempo, o por lo menos que el sol luce aunque hayan bajado las temperaturas. ¿Por qué digo esto? Porque van dos recetas seguidas de ensaladas en el blog. Y todo porque en el reto de la Comunidad de Cocineros del Mundo de Google+ proponían elaborar recetas que anunciaran la primavera para celebrar su primer aniversario. Pensando, creo que la primera fruta que va anunciando la primavera a pleno pulmón es la fresa. Da alegría ver cómo los puestos de los mercados empiezan a teñirse de color rojo y nos recuerdan que el invierno se irá en breve. Las hierbas aromáticas también empiezan a aparecer y en las macetas en las que aparentemente no había nada, ahora asoman unas hojas verdes y tiernas que le dan un sabor y un color increíble a las ensaladas.
Con esta receta participo en el 1º Aniversario del reto de Cocineros del Mundo.
Ingredientes para 4 personas:
500 gr de fresas
3 ramas de hierbabuena
3 cucharadas de azúcar
2 cucharadas de aceite
ralladura de medio limón
Elaborar esta ensalada no tiene ningún misterio en absoluto. Lavamos las fresas y las cortamos en trozos si son grandes o por la mitad si son pequeñas. Las reservamos en una fuente.
Con la ayuda de un robot, mezclamos la hierbabuena, aceite y sal. Vertemos el aliño sobre las fresas y añadimos la ralladura de medio limón.
Esta ensalada podemos servirla con algunos frutos secos como pistachos por ejemplo o con unas galletitas. En este caso he preparando unas galletas de mantequilla muy típicas de Escocia llamadas shortbreads. Si a veces no haces galletas en casa porque te da pereza o porque piensas que necesitas una lista grande de ingredientes, para estas galletas no hay excusas. Solo se necesitan originalmente tres ingredientes: mantequilla, harina y azúcar. He visto recetas en las que además incorporan maicena o harina de arroz. Como ves en las fotos he usado un cortador para hacer las galletas pero las formas más típicas de presentarlas es en forma redonda para luego cortarla en triángulos o en forma alargada, en fingers. Vamos con las galletas.
Ingredientes:
150 gr de harina
75 gr de harina de arroz
150 gr de mantequilla a temperatura ambiente
75 gr de azúcar
extracto de vainilla
Para hacer las galletas empezamos tamizando la harina de trigo y la harina de arroz. Añadimos la mantequilla y empezamos a amasar hasta que tengamos una masa que recuerde al pan rallado. Incorporamos el azúcar y media cucharada de extracto de vainilla y seguimos hasta tener una bola que extendemos sobre la superficie de trabajo. Con la ayuda de un rodillo o con las manos la vamos aplastando hasta que tenga 1 cm de grosor. Usamos el cortador de galletas que queramos y con cuidado las ponemos sobre la bandeja del horno. Digo con cuidado porque se te pueden desmigajar un poco. Dejamos que se horneen unos 10 minutos a 150º. Cuando ya estén hechas, sacamos la bandeja y dejamos las galletas unos minutos hasta que se enfríen porque son muy frágiles y se te pueden romper.
Unas vez frías las servimos con la ensalada de fresas.
martes, 18 de marzo de 2014
ENSALADA DE CUSCÚS CON TOMATES CHERRY ASADOS, GARBANZOS ESPECIADOS Y SALSA DE YOGUR CON LIMÓN Y COMINO
Whole Kitchen en su Propuesta Salada para el mes de marzo nos invita a preparar un clásico de la cocina árabe: Cuscús.
No es la primera vez que este plato hecho a base de sémola de trigo y tan tradicional de la cocina árabe aparece en este recetario virtual (aquí y aquí). Y a buen seguro, no será la última. De hecho no era esta la primera idea que tuve para esta cita mensual con Whole Kitchen. El problema que el guiso de cordero que lo acompañaba no me dio tiempo de hacerle una sola foto. La forma tradicional de servir el cuscús es acompañado precisamente de un guiso de carne, verduras o pescado. Pero aprovechando que el sol ha salido y ya va haciendo algo de calor, pensé que una ensalada sería una buena opción.
Ingredientes:
16 tomates cherry
250 gr de cuscús
400 gr de garbanzos cocidos
1 diente de ajo picado
1 cucharadita de comino en polvo
3 cucharadas de pipas de calabaza
semillas de hinojo
3 huevos albahaca
Para la salsa de yogur, limón y comino:
280 gr de yogur natural
1 cucharadita de comino en polvo
1 cucharada de zumo de limón
1 cucharadita de aceite de oliva
1. Empezamos asando los tomates cherry y para ello encendemos el horno a 180º. Cubrimos la bandeja de horno con papel de cocina y sobre él ponemos los tomates lavados y cortados por la mitad longitudinalmente. Salpimentamos y horneamos hasta que estén asados.
2. Preparamos el cuscús a continuación. En el supermercado el cuscús que podemos comprar ya está precocido y eso nos facilita la elaboración del plato porque tardaremos menos tiempo. Solo tenemos que seguir las instrucciones del fabricante que básicamente consisten en añadir agua hirviendo al cuscús y mantequilla, cubrir y dejar que se hidrate e hinche para luego separar los granos con ayuda de un tenedor o de los dedos.
3. Mientras, en una sartén rehogamos el diente de ajo picado con los garbanzos escurridos, comino y semillas de hinojo durante 10 minutos. Hay que estar pendiente de la sartén y remover continuamente o los garbanzos empezarán a explotar cuales palomitas de maíz.
Una vez que tenemos el cuscús hidratado, los tomates asados y los garbanzos especiados preparados, montamos la ensalada mezclando estos ingredientes con las pipas de calabaza y los huevos cocidos. Bueno, cocidos, cocidos no deben estar a no ser que te gusten muy hechos. Yo los prefiero con la yema un poco cremosa y para ello hay que tenerlos en agua hirviendo unos 7 minutos.
Añadimos unas hojas de albahaca y servimos la ensalada con la salsa de yogur, limón y comino. Tan fácil de hacer como mexclar todos los ingredientes. La verdad es que es el complemento ideal a esta ensalada llena de color y sabor.
Fuente: What Katie Ate, Katie Quinn Davies.
jueves, 13 de marzo de 2014
ARROZ CON PATATAS Y BACALAO
De un postre exótico y que viene de muy lejos pasamos a un plato de lo más tradicional y típico de la Cuaresma. Cuando llegaba esta época ya sabías que el potaje, el bacalao cocinado de maneras diversas y este arroz iban a aparecer en la mesa te gustasen o no. Bueno, tampoco era cuestión de discutir porque los niños no teníamos poder de decisión en el menú diario a no ser que fuera nuestro cumpleaños, que entonces nuestros deseos se cumplían: yo, sopa, mi hermana, macarrones y luego ensalada de pollo y piña. Yo, siempre sopa. Volviendo a la Cuaresma, es curioso cómo en diferentes países hay costumbres distintas. Me explico. Estuve un año dando clases de español en un colegio católico de Irlanda. Comía en el centro un par de días a la semana y el director muy solícito me dijo que por supuesto no tenían ningún inconveniente en no prepararme carne si comía con ellos los viernes. Para mí no es ningún sacrifico no comer carne, todo lo contrario, lo peor es que me dijeran que no puedo comer fruta o verdura un día a la semana. Lo que sí me dijo era que ellos no tomaban dulces. Eso me sorprendió mucho. Y la verdad es que los dulces desaparecían de la cocina de la familia con la que vivía. Recuerdo que la señora hacía verdaderos esfuerzos por no tomarse una magdalena o unas galletas con su taza de té por las tardes. Por supuesto yo tampoco los tomaba; donde fueres haz lo que vieres.
Ingredientes:
bacalao desmigado
1 taza y media de arroz
1/2 cebolla picada
2 dientes de ajo
caldo de pescado
vino blanco
1 patata
tomillo fresco
pimentón
Si vas a hacer esta receta necesitas un poco de planificación porque hay que desalar el bacalao. Me gusta este pescado pero lo suelo tomar poco fuera de casa porque en algunos restaurantes ponen el bacalao que parece que te va a chupar la sangre y necesitas beber litros y litros de agua para que el líquido de tu cuerpo no desaparezca. Como vamos a usar bacalao desmigado solo necesitará 24 horas de desalado, cambiando el agua un par de veces. Puedes probar un poco porque tan malo es un bacalao salado como uno que no sabe a nada.
En una cazuela rehogamos la cebolla y los dientes de ajos picados hasta que la cebolla empiece a cambiar de color. Entonces añadimos el arroz. Lo rehogamos junto con la cebolla y ajos antes de verter una copita de vino blanco. Dejamos que se evapore el alcohol y agregamos la patata pelada y cortada en trozos pequeños para que pueda hacerse al mismo tiempo que el arroz y no quede dura. Añadimos una ramitas de tomillo fresco y el caldo. ¿Cuánto caldo? El doble de cantidad que arroz.
Unos cinco minutos antes de que el arroz esté completamente hecho, incorporamos el bacalao.
Cuidado con la sal en este plato. Es mejor quedarse corta al principio y rectificar al final porque el bacalao le va a aportar un extra de sal al final.
Cuando ya hayamos servido el arroz, espolvoreamos un poco de pimentón y añadimos unas hojas de tomillo.
lunes, 10 de marzo de 2014
SHRIKAND
Venga, coge la maleta que hoy nos esperan en India para tomarnos el postre. Un postre que sorprende por lo sencillo que es prepararlo, los pocos ingredientes que se necesitan y el sabor tan intenso que tiene. Se hace con yogur, azúcar y cardamomo. Estos son los ingredientes básicos a los que les puedes añadir azafrán, pétalos de rosas e incluso pulpa de mango y se sirve frío. Quizás todavía no apetezcan los postres demasiado frescos pero en nada de tiempo los estaremos pidiendo a gritos. Y, créeme, estos vasos te van a solventar más de una comida. O si prefieres puedes tomarlo a media mañana como tentempié y tenerlo preparado desde la noche anterior. Ya te digo que este postre es toda una sorpresa.
Ingredientes para 6 personas:
100 gr de pistachos picados
1 cucharadita de cardamomo en polvo
700 gr de yogur griego
90 gr de azúcar glas
azafrán
pétalos de rosas deshidratados
En un bol mezclamos el yogur, cardamomo, azúcar glas y casi todos los pistachos picados. Deja algunos para la decoración final de los vasos en los que vamos a presentar el postre. Si prefieres que el postre sea un poco más dulce porque te resulta ácido, añádele más azúcar. Lo bueno de estas recetas es que podemos jugar con la cantidad de los ingredientes y adaptarlos a nuestros gustos: un poco más de cardamomo, un poco menos de azúcar o pistachos.
Repartimos el yogur en los vasos y terminamos con un poco más de cardamomo y algunos pistachos.
Como verás en las fotos un vaso tiene un bonito color dorado y es porque aparté un poco de la mezcla y le añadí unas hebras de azafrán diluidas en un par de cucharadas de agua caliente. Ver cómo se tiñe el blanco yogur de ese color tan alegre, es una maravilla. Te habrás dado cuenta que hay un vaso que no lleva pistachos. Son pétalos de rosas deshidratados que puedes comprar en los herbolarios.
Después de probar las tres versiones, no tenemos muy claro cuál nos gusta más. Lo que sí sé es que este postre fresco va a hacer estragos en mi mesa este verano.
viernes, 7 de marzo de 2014
MUFFINS MUY CHOCOLATEADOS CON CRUMBLE DE MÁS CHOCOLATE Y NUECES PECANAS
A ver cómo justifico que a mí en realidad no me van mucho los dulces, que si me das a elegir entre uno de estos muffins y un bocadillo de chorizo puede que elija el bocata con los ojos cerrados. A ver cómo, digo yo. Supongo que será por aquello de que dos que duermen en el mismo colchón se vuelven de la misma condición y si el chocolate campa libremente por la cocina en todas sus diferentes versiones: con leche, amargo, con almendras, blanco... pues se le acaba cogiendo cariño. A mí en realidad lo que me gusta es desayunar tranquilamente y en mi mundo ideal me levanto por las mañanas y dispongo de muuuucho tiempo para tomar tranquilamente mi tostada, galletas, cereales, fruta, yogur o unos deliciosos muffins recién hechos. Supongo que para disfrutar de ellos calentitos tendría que levantarme antes y prepararlos y como sé que en el mundo real no va a suceder a lo máximo que llego es a preparar la masa la noche antes y dejarla reposando en la nevera. A la mañana siguiente solo hay que encender el horno y mientras me preparo el café o té y pongo la mesa, ya los tengo listos para hincarles el diente como Dios manda. Claro, eso sucede en el mundo paralelo al mío en el que durante la semana estoy mirando el reloj mientras engullo lo que sea y me escaldo la lengua con el té ardiendo.
Ingredientes:
100 gr de chocolate 75% de cacao
75 ml de leche
150 gr de harina
15 gr de cacao en polvo
1 cucharadita de levadura
100 gr de mantequilla
100 gr de azúcar
2 huevos
1. Calentamos la leche hasta que casi hierva y añadimos el chocolate en trozos removiendo de vez en cuando para que se derrita completamente y no queden trozos.
2. Mezclamos la harina, cacao en polvo y levadura en un bol. Reservamos.
3. Con la ayuda de un robot batimos la mantequilla con el azúcar hasta que haya aumentado de volumen y tenga un color más claro. Vamos añadiendo los huevos poco a poco mientras seguimos batiendo a muy baja velocidad. Parecerá que la masa se va a cortar de un momento a otro. No pasa nada, es normal. Puedes añadir una cucharada de la mezcla reservada en el bol hasta que hayas incorporado todos los huevos.
4. Finalmente añadimos los ingredientes del bol y dejamos que se integren pero sin batir demasiado la masa. Rellenamos las cápsulas que vayamos a utilizar con la misma cantidad de masa en todas ellas. Para hacerlo puedes ayudarte de una cuchara de servir helados. Y solo rellena 3/4 de la capacidad de la cápsula. Si los vas a dejar en la nevera porque los quieres hornear al día siguiente no los cubras con el crumble de chocolate y nueces pecanas.
De todas maneras vamos a prepararlo y si no lo vas a usar ahora, lo puedes dejar en la nevera también.
Para el crumble de chocolate y nueces pecanas necesitamos:
60 gr de nueces pecanas
50 gr de mantequilla
2 cucharadas de cacao en polvo
40 gr de azúcar moreno
Primero vamos a cortar las nueces en trozos. Si tienes paciencia lo puedes hacer con la ayuda de un cuchillo y si no puedes usar un robot o meterlas en una bolsa y darles una paliza con la ayuda de un rodillo. La verdad es que desestresa mucho pero también corres el riesgo de pasarte y hacerlas literalmente polvo. Le damos un par de toques en el robot y ya las tenemos listas.
En un bol vamos a mezclar la mantequilla, cacao y azúcar con la ayuda de los dedos hasta que tengamos una mezcla que nos recuerde migas. Añadimos las nueces.
Si los muffins van a ir directamente al horno, los cubrimos con un poco de crumble y dejamos que se horneen unos 20-25 minutos o hasta que al pincharlos con un palillo este salga limpio.
¿Son imaginaciones mías o este muffin nos guiña el ojo? Feliz desayuno de fin de semana.
Por cierto, ¡el sol ha salido!
lunes, 3 de marzo de 2014
RAGÚ DE CHIPIRONES CON HABITAS Y ALMEJAS
Empezamos el mes de marzo con un guiso para entonar el cuerpo cuando una llega de la calle muerta de frío y calada hasta los huesos. Porque es lo que llevamos teniendo desde el principio del invierno: frío, agua, más frío y más agua. De verdad espero que marzo nos traiga unos rayos de sol por lo menos porque a mí ya se me está olvidando cómo es. Este plato cálido no requiere mucho tiempo ni tampoco mucha atención si quitamos la media hora que se tarda en limpiar los chipirones. Como os habréis dado cuenta en este recetario no abundan los platos de calamares o chipirones, no, y la razón es que me da una pereza tremenda limpiarlos. Me gustan pero me desespera estar tanto tiempo arreglándolos. Eso sí, de vez en cuando compensa un poco de desesperación, aunque solo sea para entonarnos.
Ingredientes para 6 personas:
750 gr de chipirones
750 gr de patatas
2 pimientos verdes
2 cebollas rojas
2 pimientos choriceros
3 cucharadas de salsa de tomate
2 dientes de ajo
caldo de pescado
1 copa de vino blanco
perejil
1 tarro de habitas en aceite
almejas
1. Picamos las cebollas en juliana y las rehogamos a fuego lento con los pimientos verdes también cortados en juliana y los dientes de ajo picados. Cuando la verdura ya esté hecha, añadimos la pulpa de los pimientos choriceros y la salsa de tomate. Incorporamos las patatas peladas y chascadas. Rehogamos unos minutos para que todos los ingredientes se mezclen bien.
2. Vamos a abrir las almejas y parar ello las ponemos en una cazuela que llevaremos al fuego y taparemos para que se vayan abriendo. Yo según se van abriendo las voy pescando porque algunas tardan más que otras y así conservan un aspecto más apetecible y no se arrugan. Reservamos las almejas en un plato y el líquido en una taza.
3. Vertemos el caldo de pescado, la copa de vino blanco y el caldo de abrir las almejas hasta que cubrimos las patatas. Dejamos que cueza hasta que las patatas estén tiernas.
2. Limpiamos los chipirones y los hacemos en una plancha muy caliente. Los añadimos al guiso e incorporamos las habitas en el último momento, justo antes de servir.
Añadimos un poco de perejil picado y las almejas que hemos abierto previamente. Listo para comer.
Fuente: Revista Telva.
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