Llegó junio y con el calor, que nos acompaña desde hace ya unas semanas, lo único que va apeteciendo son las ensaladas, gazpachos, helados y sorbetes. Pero antes de traeros recetas frescas, no quería que se quedara en el escritorio del ordenador este plato que lleva esperando su turno desde el mes pasado. Mayo se presentó muy ajetreado y con una alergia como hacía años que no sufría. Por eso ha sido un poco difícil dedicarle algún rato al blog pero a ver si empiezo a tener un poco más de tiempo para asomarme a esta ventana y enseñaros recetas más ligeras. Bueno, no es que esta receta sea muy pesada pero en mi mente cuadriculada, el chorizo es para el otoño/invierno. A pesar de gustarme mucho, es raro verme comer este embutido con el calor pero por esta receta, soy capaz de hacer una excepción.
No se tarda nada en preparar. Lo único engorroso es limpiar los chipirones pero esta vez he tenido la suerte de que lo han hecho por mí en la pescadería. Una vez limpios, en el resto no se tarda nada. Como ves en las fotos, los he servido sobre una cama de arroz negro. ¿Lo conoces? Es un cereal muy apreciado en la cocina asiática y especialmente en la antigua China, ya que solo podía ser consumido por los nobles y estaba prohibido para los pobres. Es muy beneficioso para la salud porque tiene una gran cantidad de antioxidantes, más que los arándanos y las moras. Lo único que hay que tener en cuenta a la hora de prepararlo es que necesita una cocción más larga que el arroz blanco.
Ingredientes:
1,5 kg de chipirones limpios
chorizo
3 dientes de ajo
tomillo
aceite de oliva
pimentón
sal
pimienta
Picamos los dentes de ajo y los rehogamos en una sartén con un poco de aceite de oliva.
Pasados un par de minutos, subimos el fuego y añadimos los chipirones. Los rehogamos y dejamos que se hagan a fuego más bien fuerte para que no se cuezan. Entonces empezarían a soltar agua y arruinarían el plato.
Una vez dorados, incorporamos unos dados de chorizo, tomillo. Salpimentamos con cuidado porque el chorizo ya es sabroso de por sí. Dejamos que se mezclen un poco los sabores y un minuto antes de retirar del fuego añadimos un poco de pimentón. Damos un par de vueltas a todo y ya tenemos los chipirones listos para irse directamente a la mesa sobre una cama de arroz negro o blanco, como prefieras.
Este plato es apto para celíacos siempre que ni el chorizo ni el pimentón tengan gluten.
Es la primera vez que veo cocinar unos chipirones con chorizo, pero como ambos están ricos, estoy segura que la idea es buena. También yo comienzo a hacer este tipo de comidas de tenedor ya, las de cuchara habrá que dejarlas para la nueva temporada.
ResponderEliminarBss
Nunca los hice así y me parecen maravillosos, me encantan, y si llego el calor y lo que más apetece son platos ligeros y ricos como este...Bess
ResponderEliminarUummmmmmmmmm cosa rica , que pena no estar mas cerca para ir a comer a tu casa, me encantan los chipirones y con chorizo no los he comido nunca estos se ven divnisimos.
ResponderEliminarBicos mil wapa.
Chipirones con chorizo... me has dejado muy sorprendida! A mí el chorizo cocinado no me dice mucho, y crudo directamente no me gusta na... debo ser un poco rara, pero no me hace... aunque la combinación me ha dejado perpleja!
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