La última entrada en la que uní la lectura con la cocina fue hace ya casi un año. ¡Casi un año! No pienso esperar otro año desde luego. El año pasado leí muy poco pero estoy intentando retomar una afición que lleva conmigo casi toda la vida. Me encanta leer desde que era una enana y he perdido la cuenta de los libros que tengo. De hecho, me temo que la cifra debe ser bastante "indecente" si sumamos los libros de cocina. El único problema que le veo a la lectura es que no tengo sitio para guardar tanto libro. Las estanterías ya están a tope y aunque sé que no debo comprar tantos libros para mí es casi imposible entrar en una librería y no salir con algo debajo del brazo. Lo mismo que en una zapatería. No lo puedo remediar.
Hace dos años me compré un libro electrónico y me costó muchísimo adaptarme a él. Comprendo que es más práctico pero la sensación de tener el papel en la mano y pasar las hojas no te la da el libro electrónico, que es más frío. El libro que me ha enganchado estas Navidades ha sido La verdad sobre el caso Harry Quebert de Joël Dicker. Al principio me costó un poco entrar en la historia pero pronto me encontré devorando el libro, pasando hojas y deseando llegar al final.
¿Por qué he elegido un sandwich de roast beef para acompañar el libro? Uno de los protagonistas del libro, Marcus Goldman, escritor, se encuentra inmerso en la escritura de su segundo libro cuando sufre un bloqueo bastante importante que le impide escribir lo que sería su segundo bombazo editorial. Para animarle, su secretaria le ofrece llevarle a a oficina su sandwich preferido, el sandwich de roast beef.
No sé cómo será el sandwich que le gusta a Marcus Goldman. Sí sé cómo nos gusta en casa: un buen pan de molde untado con una mezcla de mostaza y mayonesa, algo de rúcula y espinacas, manzana, roast beef y cebolla caramelizada. Creo que Marcus aprobaría nuestro sandwich.
Cuando digo un buen pan de molde, me refiero a que vamos a hacer el pan en casa. No se tarda mucho y en nada de tiempo puedes tener una delicia muy muy peligrosa porque no hay manera de parar. Las rebanadas vuelan sin que te des cuenta.
Ingredientes para el pan de sandwich:
The Best of Home Baking, Dan Leppard
150 ml de agua fría
100 ml de agua hirviendo
125 de sour cream
2 cucharaditas de sal
2 cucharaditas de azúcar
1 sobre de levadura de panadero
550 gr de harina de fuerza
En un bol grande mezclamos todos los ingredientes y hacemos una bola de masa que dejamos reposar tapada durante 10 minutos.
Pasado este tiempo engrasamos la superficie sobre la que vamos a amasar el pan y nuestras manos con un poco de aceite para evitar que se nos pegue. Amasamos durante unos cinco minutos y dejamos que repose otros cinco y así repetiremos la secuencia hasta que la masa ya no esté pegajosa y su superficie esté lisa. Engrasamos un bol amplio y dejamos que la masa duplique su tamaño. ¿Cuánto tiempo? Dependerá de la temperatura ambiente pero te diré que el sábado la mía tardó una hora y media. En la cocina estaba calentita, era el mediodía y estaba haciendo la comida.
Una vez ha crecido la masa, al sacarla del bol comprobarás que está llena de aire y es esponjosa. La vamos a extender sobre nuestra superficie de trabajo con la ayuda de las manos hasta que tengamos un rectángulo de 2 cm de grosor y la enrollamos como si fuera un pergamino para dejarla en un molde de 19 cm de longitud. Hay que engrasar el molde previamente. Cubrimos con un paño y dejamos que vuelva a crecer. La mía tardó cerca de dos horas.
Cuando veas que la masa ya ha doblado su tamaño, entonces es el momento de llevarla al horno a 200º durante 40-45 minutos. El olor que queda en la cocina es absolutamente sensacional e invita a lanzarse a pellizcar el pan aún caliente.
El pan tiene una miga suave, esponjosa y muy peligrosa. Ya te digo, las rebanadas vuelan y casi, casi hay que ponerle protección para evitar que desaparezca.
Ya tenemos el pan y tenemos sobras de roast beef así que no nos queda más remedio que montar el sandwich.
Untamos una rebanada de pan con una mezcla de una cucharadita de mostaza y dos de mayonesa. Cubrimos con rúcula, manzana cortada en láminas, roast beef, cebolla caramelizada y cubrimos con otra rebanada de pan untada con la misma mezcla de mostaza y mayonesa.
No me olvido de la cebolla caramelizada. Para hacerla yo corté dos cebollas en juliana fina y las rehogué en aceite de oliva. Cuando ya empezaron a estar transparentes, les añadí un par de cucharaditas de azúcar moreno y dejé que siguieran haciéndose hasta que tuvieron un bonito color tostado.
Ya tienes tu sandwich listo para ser devorado leyendo el libro.
Madre mía, qué sandwich tan rico y con pan de molde casero, qué maravilla. Un abrazo
ResponderEliminarEsto sí que es una comida completa y una elaboración completa, incluido el pan. Seguro que ese bocata sabe a las mil maravillas. Si además lo acompañas con lectura lo conviertes en un placer como pocos. A mi me ocurre como a tí, que me encanta leer, pero en papel. No es comparable el olor de las hojas, el pasar de las páginas y ese marcapáginas que suelen regalarme personalizado, con el electrónico, para mi no hay color. ¿El problema? El espacio por supuesto. A ver si un dia nos compramos una casa más grande y dedico una habitación a biblioteca. Sería ideal ¿no crees?.
ResponderEliminarUn beso.
Pilar tenemos muchas cosas en común. Leer esta entrada ha sido como verme reflejada plenamente en tus palabras.
ResponderEliminarDesde siempre me recuerdo con un libro en la mano. De hecho cuando nació Lara y me pasé muchas noches en vela con ella sentada en el sofá aproveché para leer muchísimo (iba casi a libro por día), pero fue cumplir tres meses y no poder tocar un libro. Ahora tiene once y es más trasto aún. Sé que todo pasará y entonces podré retomar la lectura.
En mi casa ya no hay sitio para más libros. Miento. Lo hay para los libros infantiles que ya empezamos a comprarle a la niña a pesar de ser tan chica. Y alguno de cocina que cae de vez en cuando.
Yo me adapté perfectamente al Kindle porque es comodísimo poder leer haciendo uso de solo una mano y sin que la espalda se resienta por sujetar libros de más de mil páginas. Pero para gustos los colores ¡y los lectores!
Me ha encantado esta receta relacionada con la lectura. El sándwich me ha parecido delicioso y las fotos son una maravilla.
Me da mucha rabia que haya pasado tanto tiempo desde mi última visita a tu blog ¡verás como no me pasa en el futuro!
¡Besos mil!
Adoro pão caseiro e esse ficou uma maravilha, a sandes com roast-beef esta de dar água na boca.
ResponderEliminarMenudo pecadazo de sandwich!! Sí señor. Esto es un señor sandwich. Me encanta, contundente y rico ^^
ResponderEliminarUn besazo! =)