GALETTE DE CEBOLLA CARAMELIZADA, ANCHOAS Y ACEITUNAS

Vaya lío de tiempo que tenemos. Una no sabe si seguir preparando platos contundentes o pasarme a los ligeros de ensaladas y gazpachos. Y es que según el calendario ya deberíamos tener algo de calor y guardar ya la lana y mantas pero no, aquí seguimos abrigados. Seguro que dentro de un mes estoy protestando porque ya no puedo aguantar más el calor. Mientras tanto, voy preparando platos que sirven tanto si nos apetece algo caliente como fresco.

Ingredientes:

60 ml de aceite de oliva
1,5 kg de cebollas moradas
125 ml de vinagre de Jerez
110 gr de azúcar moreno
2 planchas de hojaldre
55 gr de aceitunas negras sin hueso
12 filetes de anchoas
tomillo
1 huevo
tomates cherry secos

1. La receta es muy sencilla y apenas tiene complicación. Lo único es preparar la cebolla caramelizada. Para ello las picamos y rehogamos en una cazuela con el aceite de oliva durante 20-25 minutos hasta que estén muy doradas. Yo le hecho la sal en este momento porque les va ayudar a que se cocinen. No se te olvide removerlas de vez en cuando o se te pegarán. Añadimos el vinagre y azúcar y dejamos que se cueza todo unos 5 minutos más. No sé si te sobrará algo. Si es así, no la tires, por favor. Guárdala en un tupper que pronto te daré alguna otra idea de cómo utilizarla.  Te va a quedar con este precioso color.

2. Una vez hecha la cebolla  los pasos siguientes son muy simples. Estiramos las planchas de hojaldre y  extendemos una capa generosa de la cebolla caramelizada. Encima esparcimos las aceitunas, filetes de anchoas, tomillo y tomates cherry. Estos últimos no estaban incluidos en la receta original y pensé que le sentaría bien.  No me equivoqué. Pintamos los laterales del hojaldre con el huevo batido y horneamos unos 15 minutos o hasta que veamos que el hojaldre está dorado.

Simple y acompañado de una ensalada de tomate nos sirve tanto para los días grises como para una comida o cena en la terraza. Parte las galettes en cuadrados o rectángulos y sírvelos en una bandeja. Éxito asegurado.

Fuente: Seasons, Donna Hay

RISOTTO DE PERAS, GORGONZOLA, ROMERO Y NUECES

¡Qué bien huele el romero y qué sabor más rico le da a los platos! Me recuerda a la primavera y al verano sobre todo. Momentos en los que empiezo a cortar hierbas de mis macetas y las añado a todos los platos. Pero me temo que por ahora me tendré que conformar con el olor, sabor y recuerdo del calor que hace que las plantas crezcan y broten las flores. ¡Qué poético! Bueno, que a falta de pan buenas son tortas. Es que el resfriado monumental que tengo no deja que fluyan las ideas y estoy muy lenta.

Ingredientes para 4 personas:

40 gr de nueces tostadas
3 peras
 mantequilla
60 ml de caldo de pollo
aceite de oliva
1 cebolla picada fina
1 puerro picado
2 ramitas de tomillo
1 rama de romero
300 gr de arroz
80 ml de vermut o vino blanco
120 gr de queso gorgonzola
3 cucharadas de queso mascarpone
40 gr de queso parmesano rallado
pimienta


1. Vamos a empezar a cocinar este risotto pelando y cortando las peras en trozos pequeños que rehogaremos en una sartén con un poco de mantequilla. Dejaremos que se doren unos 3 o 4 minutos. Si al final queremos adornar nuestro plato con unas rodajas de pera, las doraremos en la sartén junto con el resto y las reservaremos hasta el final de la receta.
2. En una cacerola vamos a calentar aceite de oliva y rehogamos las verduras junto con el tomillo y la rama de romero durante 3 minutos. Verás qué bien huele todo porque las hierbas empezarán a soltar su fragancia con el calor. Es el momento del arroz, que removemos un minuto más o menos y seguidamente regaremos con el vermut. Tiene que evaporarse el alcohol para continuar con la receta y mientras esto sucede debemos seguir removiendo el arroz y las verduras para que no se nos peguen y arruinemos el plato.

3. Ahora vamos a empezar a añadir el caldo poco a poco y a remover de vez en cuando. Cuando ya el risotto esté casi hecho incorporamos nuestros trozos de pera. Retiramos la cacerola del fuego y llega el momento que todo ratón que se precie disfruta enormemente: entran en acción los quesos. Dejamos que se mezclen con nuestro arroz cremoso. Tapamos y dejamos reposar durante dos minutos. Antes de servir retiramos el tomillo y la rama de romero porque ya han cumplido su misión y no son necesarios.
Servimos el arroz y decoramos con las nueces.

Fuente: La Tartine Gourmande, Béatrice Peltre

TARTA SACHER CWK

Whole Kitchen en su Propuesta Dulce del mes de abril nos invita a preparar una tarta clásica austriaca: la Tarta Sacher.

No es la primera vez que preparo esta tarta pero sí es la primera vez que la hago tan compleja y completa a la vez. Cuando vi la lista de ingredientes me quedé pasmada porque me pareció muy laboriosa y eso de tardar varios días en prepararla como que me asustó. Ahora entiendo por qué algunas platos son tan caros cuando los tomas en según qué restaurantes. Nunca piensas en el tiempo que se tarda en la preparación y montaje de los platos que tomamos y especialmente los de repostería. Desde luego no pensé en ello cuando no tuve  que esperar demasiado para sentarme en una mesa del famoso Hotel Sacher y degustar una porción de la famosísima tarta en una estupenda tarde de verano. Ni esa, ni las otras dos veces que fuimos a por nuestra dosis en la semana que estuvimos allí. Pero no solo era la tarta Sacher la protagonista en el Hotel, sino la mesa que estaba en el centro del salón con bandejas de pasteles cada cual más apetitoso e incitante. En fin, que esta receta es larga, laboriosa y a veces desespera pero merece la pena porque está buenísima.

Vamos a empezar por el glaseado brillante que hay que prepararlo el día antes.
Ingredientes:
12 gr de gelatina
100 gr de agua
170 gr de azúcar
75 gr de cacao en polvo
90 gr de nata
Vamos a hidratar la gelatina en agua fría siguiendo las recomendaciones del fabricante. En una cacerola mezclamos el agua, azúcar, cacao y nata. Hervimos un minuto y añadimos la gelatina. Dejamos que se funda con la mezcla fuera del fuego y reservamos en la nevera.

Ahora vamos con la preparación del bizcocho.
Ingredientes:
140 gr de chocolate (mezclé la mitad de fondant y la otra mitad de 70%)
140  gr de mantequilla
115 gr de azúcar
extracto de vainilla
5 huevos separadas las yemas de las claras
85 gr de almendra molida
55 gr de harina

Vamos a empezar el bizcocho derritiendo el chocolate al Baño María. En nuestro robot cremamos la mantequilla y el azúcar hasta que tengamos una masa ligera. Añadimos el chocolate derretido y el unas gotas del extracto de vainilla y batimos. Incorporamos las yemas, harina y almendras molidas. Por otra parte montamos las claras a punto de nieve y las mezclamos con cuidado a la masa de chocolate hasta que estén integradas. Vertemos en nuestro molde y dejamos en el horno, ya precalentado, unos 30 minutos o hasta que al pincharlo con un palillo este salga limpio. Hay que dejar que se enfríe completamente para seguir con el proceso.

¿Estáis cansad@s? Ánimo que solo nos quedan dos preparaciones y el reposo de la tarta y podemos darnos un premio por el esfuerzo.

Vamos a preparar el relleno con 200 gr de orejones y 35 gr de licor de albaricoques. Bueno, yo no tenía este último ingrediente y lo sustituí por brandy. Vamos a hacer un puré de la siguiente manera. Cocemos los orejones en agua durante 15 minutos, los escurrimos y los trituramos junto con el brandy o licor. Fácil ¿no?
Ahora le toca el turno al ganache de chocolate con 150 gr de chocolate 70%, 235 gr de nata espesa, 25 gr de miel y 50 gr de mantequilla. Picamos el chocolate y lo derretimos al Baño María. Por otra parte llevamos a ebullición la nata y la miel y la vamos añadiendo poco a poco al chocolate removiendo sin parar. Añadimos la mantequilla en trocitos y ya estamos preparados para el montaje.

Cortamos nuestro bizcocho en dos en sentido longitudinal para tener dos planchas de un hermoso bizcocho. Vamos a poner una generosa capa de nuestro puré de albaricoque y después una de ganache. Colocamos la otra plancha del bizcocho y recubrimos con el ganache bien. Ahora tenemos que dejarlo en el congelador unas 12 horas.
Lo sé, lo sé, esto es interminable. Yo también pensé lo mismo.
Ya casi acabamos. Venga, que no queda nada.

Cuando ya hayan pasado las 12 horas, sacamos nuestra tarta del congelador y recubrimos con el glaseado brillante que habremos calentado a unos 37º. Te vas a encontrar con un mazacote de chocolate que se va a derretir y que le va a dar ese aspecto brillante. Unas horas más en la nevera y ya puedes darte tu premio, una porción de una maravillosa Tarta Sacher.
Bueno, si has llegado hasta aquí te hago una última sugerencia. Prepara una crema chatilly montando nata bien fría y cuando ya haya empezado a espesar añade azúcar glas y vainilla hasta que adquiera la consistencia deseada. Así es como la sirven en Viena.
En realidad solo se necesita un poco de planificación y ya está.

CREMA DE ESPÁRRAGOS CON HUEVO POCHÉ A LA ALBAHACA SOBRE TOSTADA

Después del dulce vamos a empezar la semana con una crema de temporada. Hay que aprovechar ahora que los espárragos están en su mejor momento y que además son ligeros. Lo mejor de las cremas es que se pueden preparar con antelación y que congelan bien. A veces al descongelarlas se pueden quedar como cortadas pero con un toque de batidora vuelven a estar perfectas. Si los espárragos resultan ligeramente amargos podéis distraer un poco el sabor con un poco de zumo de limón.

Ingredientes para 4 personas:

400 gr de espárragos
aceite de oliva
1 cebolla blanca mediana pelada y picada
1 rama de apio, limpia y picada
1 puerro
1 litro de caldo de pollo o de verduras
4 huevos
4 tostadas de pan

1. En una cacerola ponemos un poco de aceite de oliva y rehogamos la cebolla, el apio y puerro hasta que estén suaves y tiernos pero no demasiado dorados. Entonces añadimos los espárragos cortados y damos unas vueltas a todo. Si quieres decorar el plato con las yemas de los espárragos reserva algunas y añade solo el tallo. Vierte el caldo y deja cocer todo durante 20 minutos. Trituramos y salamos. Puedes terminar la receta dejando cocer las yemas reservadas junto con la crema, ya triturada, unos minutos.
2. Para hacer los huevos poché procederemos de la siguiente manera. Forramos una taza pequeña con papel film transparente y la pintamos con aceite de oliva. Si quieres en este momento puedes añadir la hierba o condimento que más te guste. En esta ocasión he usado la albahaca pero puedes preferir el orégano, hierbabuena o simplemente perejil. Lavamos la hierba, la picamos y dejamos que se adhiera al papel film. Entonces cascamos el huevo y hacemos un saquito con él. Debe quedarte así.

Ponemos un cazo con abundante agua. Cuando esté hirviendo, dejamos el huevo  unos 3 minutos. Sacamos del agua y con mucho cuidado retiramos el papel film. Nos quedará una bola que depositaremos en nuestra crema junto con pan tostado en el horno. Rompemos la yema, regamos con unas gotas de aceite y a comer.

Fuente: En casa con Jamie, Jamie Oliver.

CUPCAKES DE FRESAS Y CHAMPÁN

Hoy estoy esperando la visita de alguien especial, alguien que tiene un blog de obligada visita si quieres disfrutar con unas recetas deliciosas y para golosos irredentos. Hoy he puesto un mantel bonito y luzco los regalos que me tocaron en el concurso que Biscayenne  organizó porque sí, como ella dijo en la entrada. Y los premios  eran nada más y nada menos que una cafetera de porcelana francesa y un cake stand inglés de los años 20. Y yo fui la afortunadísima persona que recibió en su casa el lunes estos bellezones junto con unas cápsulas para muffins y un juego de servilletas de flores. ¿Se merece o no se merece una merienda? Bueno, una y las que Biscayenne quiera. Y para agasajarla como Dios manda he preparado unos cupcakes de fresas y champán con buttercream de champán. He de decir que son los primeros que preparo y seguro que de apariencia manifiestamente mejorables.

Ingredientes:

1 1/4 tazas de harina
1/2 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de levadura
1/2 cucharadita de bicarbonato
1/3 taza de leche de coco
1/3 taza de champán
1/3 taza de puré de fresas
3/4 taza de azúcar
1/3 taza de aceite de girasol
1/2 cucharadita de extracto de vainilla

Bueno, habréis visto que la receta no incluye huevos entre sus ingredientes y sí leche de coco. Realmente quedan jugosos, húmedos y suaves. No le puse colorante a la masa, pero sí quieres que te queden rosa, rosa, pues puedes añadirle un poco de colorante.
1. Vamos a hacer el puré. Es muy simple, solo necesitamos triturar las fresas y ya está.
2. Batimos la leche de coco, el champán, puré de fresas, azúcar, vainilla y aceite.
3. En un bol aparte, mezclamos los ingredientes secos y luego los mezclamos con los líquidos. rellenamos nuestras cápsulas y dejamos en el horno unos 18-20 minutos. Dejamos enfriar.

Mientras vamos a preparar nuestro buttercream de champán. Para ello necesitaremos:
1 taza de champán
1/2 taza de mantequilla a temperatura ambiente
2 1/2 tazas de icing sugar

1. Vertemos nuestra taza de champán en un cazo y dejamos que reduzca en el fuego hasta que nos queden unas tres cucharadas. Dejamos enfriar.
2. Vamos a cremar la mantequilla unos 2 minutos. Entonces añadimos una taza de azúcar y seguimos batiendo. Agregamos el champán y seguimos añadiendo azúcar hasta que tenga la consistencia deseada para cubrir nuestros cupcakes.

Decoramos con fresas para terminar. Cuidado de que no se caigan las fresas y os estropeen todo el trabajo. Es lo que me pasó a mí. No sé qué pasa que cuando vienen invitados suceden accidentes.
Bueno, como os decía, me quedo esperando a mi invitada, Biscayenne. Gracias otra vez.

Fuente: Love and olive oil

ARANCINI

Whole Kitchen en su Propuesta Salada del mes de abril nos invita a preparar un plato clásico de la cocina siciliana: Arancini.

Estoy aprendiendo mucha cocina internacional porque no tenía ni idea de que existieran los arancinis. Pero ni idea. Y siempre que me enfrento a un plato nuevo, me entran cosquillas en el estómago y no de hambre precisamente sino de pánico y curiosidad. Preparar los arancinis es muy sencillo porque se trata de hacer bolas con arroz y rellenarlos, generalmente, de una salsa boloñesa, queso mozzarella y, en mi caso, de espinacas. Realmente están muy buenos y sirven un poco para reciclar los "poquinos"que dan vueltas por la nevera sin poder encontrar un destino definitivo.

Ingredientes:
350 gr de arroz
1,2 litro de caldo
cebolla
vino blanco
azafrán
2 huevos
queso rallado (yo parmesano)
huevo
harina
pan rallado
espinacas
tomates cherry
queso de cabra
albahaca

1. En una cazuela rehogamos nuestra cebolla cortada muy fina y cuando ya esté dorada añadimos el arroz y damos unas vueltas a todo. Vertemos el vino y dejamos que se evapore un poco. Seguidamente empezamos a añadir el caldo poco a poco siguiendo el procedimiento típico de un risotto. Yo calenté el caldo primero y en él añadí unas hebras de azafrán.

El arroz no debe quedar con caldo, sino más bien seco. Añadimos los huevos, el queso y revolvemos todo. Ahora lo vamos a extender sobre una tabla de madera o la superficie que elijas para que se enfríe completamente antes de seguir con los arancinis.
2. Mientras esperamos a que el arroz se enfríe, rehogamos las espinacas en una sartén y cuando ya estén hechas añadimos los tomates, albahaca y el  queso de cabra en trozos.

3. Vamos a hacer nuestras bolas de arroz. Esto es lo más pringoso de todo. Tomamos una porción de arroz, hacemos una pelota y la rellenamos con nuestra mezcla de espinacas. Volvemos a dar forma de pelota. Pasamos por harina, huevo batido y pan rallado. Freímos en aceite bien caliente y ya están listos.

FRESAS ASADAS Y UNA VERRINE DE YOGUR, FRESAS ASADAS Y CRUMBLE

Empezamos la semana con algo fácil, bueno y que aguanta en la nevera una semana para que lo utilices en lo que te apetezca. Y dirás que con lo buenas que están las fresas así, al natural, que qué necesidad hay de asarlas ni de hacerles mil perrerías. Bueno, prueba y me cuentas.
Para hacerlas necesitaremos los siguientes ingredientes:

225 gr de fresas
2 cucharadas de sirope de arce
1 cucharada de aceite de oliva
sal
oporto o brandy
vinagre balsámico

Vamos a empezar forrando la bandeja del horno con papel vegetal para que no se nos manche o si queréis una fuente, así no manchamos en exceso y nos ahorramos unos minutillos en la limpieza. Vamos a lavar las fresas bajo el grifo y las cortamos por la mitad si no son muy grandes. En un bol aparte mezclamos las dos cucharadas de sirope, aceite y sal. Se lo añadimos a las fresas y lo removemos todo con cuidado. Ponemos las fresas en la bandeja o fuente para el horno procurando que estén separadas para que se horneen mejor. Asamos durante 30-40 minutos o veamos que los jugos que sueltan se van espesando. Deben quedar así.

Una vez fuera del horno las vamos a echar en una fuente junto con el jugo que hayan soltado y las vamos a aderezar con el oporto y el vinagre balsámico.
Como ya os he dicho duran hasta una semana en la nevera. Pero y ¿qué hago luego con ellas? Las puedes usar en el desayuno encima de una tostada sustituyendo a tu mermelada habitual o como yo en esta verrine. ¡Hala, otro nombre raro! Verrine es un término francés que traducido significa "tarro". Y es que no es otra cosa que un vaso en el que superponemos alimentos formando capas y que además tienen diferentes texturas. Un ejemplo es este vaso.

 En dos minutos o menos tenéis un postre delicioso solo poniendo en un vaso una capa de yogur griego, las fresas asadas con la salsa que se forma tras aderezarlas, otra capa de yogur y acabando con un crumble de lo que tú quieras. Parecerá que te has quebrado la cabeza y es que solo necesitas echarle un vistazo a la nevera y poner en marcha tu imaginación.

Fuente de fresas asadas: Super natural every day, Heidi Swanson
Fuente de verrine de yogur, fresas asadas y crumble: Cook and Spoon

ROAST BEEF CON PATATAS ASADAS Y GRAVY

En 1909 en los astilleros de la ciudad de Belfast se inició la construcción del mayor transatlántico del mundo. El 12 de abril de 1912 salió de la ciudad inglesa de Southampton y, después de hacer escala en Cherburgo y en Queenstown, se adentró en las gélidas aguas del océano Atlántico para chocar con un iceberg a las 11:40 del 14 de abril y desaparecer para siempre a las 02:20 de la madrugada. Un total de 2.222 personas entre pasajeros y tripulación viajaban en el llamado "Barco de los Sueños" en el que podían disfrutar de dos barberías, dos bibliotecas, cuatro restaurantes, un baño turco y un gimnasio completamente equipado. Los pasajes oscilaban entre 870 libras los de primera clase y entre 3 y 8 los de tercera.

Recientemente pude recorrer la exposición itinerante sobre el Titanic, que ahora está en Barcelona, y ver objetos que pertenecieron al barco y a las personas que viajaban en él. No es lo mismo leer sobre el desastre y que murieron algo de más 1500 personas, que ponerles cara y nombres y poder ver expuestos sus objetos personales: ropa, cartas, anillos, fotografías y las botitas de una niña y saber que no murieron ahogados sino entre grandes dolores producidos por la congelación.
En muchos restaurantes se está recreando el menú de primera clase. Yo quiero rendir mi particular homenaje a todos los que habían gastado sus ahorros buscando el sueño americano en la tercera clase del Titanic. Por supuesto no era tan abundante ni lujoso pero sí era suculento: entre otros platos esa noche disfrutaron de  roast beef con patatas cocidas y gravy.

Ingredientes:

lomo de buey
mostaza en polvo
agua
patatas
romero
sal
pimienta
vino tinto
cebolla
ajo

1. En un bol mezclamos una cucharada de mostaza en polvo y un poco de agua para hacer una pasta con la que vamos a untar nuestro lomo de buey.
2. Sellamos la carne en una sartén o cazuela con una cucharada de aceite. Cuando esté la carne tostada por todos lados lo pondremos en una fuente apta para el horno. Si te gusta poco hecha, calcula unos 15 minutos por cada 500 gr de carne. Por el contrario, si te gusta en su punto serían unos 20 minutos y si te gusta hecha unos 25 minutos.

3. Una vez que ya haya pasado el tiempo que consideremos oportuno, sacaremos la carne y la cubriremos con papel de plata para dejar que sude.
4. Mientras se está haciendo la carne en el horno, vamos a pelar las patatas y las vamos a cocer en abundante agua con sal. Antes de que estén cocidas, las vamos a retirar del fuego y las terminaremos en el horno. Para ello, vamos a majar unos dientes de ajo y los  añadimos a las patatas junto con un chorro de aceite y romero. Ahora que tenemos la carne reposando, es el momento de terminar las patatas.
5. Y mientras las patatas están en el horno, vamos con nuestra salsa. Para ello picaremos un poco de cebolla y la rehogaremos en aceite de oliva. Cuando esté transparente añadimos un poco de harina y le damos unas vueltas para que se tueste un poco. Agregamos los jugos que haya soltado nuestro lomo y el vino tinto y dejamos que cueza y reduzca.

Como veis esto parece una cadena de montaje: empezamos el paso dos cuando el uno ya está terminado.
Para servir cortamos nuestro roast beef en lonchas finas, acompañamos de las patatas y en este caso brécol y regamos con nuestro gravy casero. Recuerdo que en Irlanda vendían una lata con polvos para hacer gravy. ¡Qué asco me daba! Casero es mucho mejor.
No os doy cantidades porque depende de lo que pese el lomo que hayáis comprado.

HOJALDRE DE CEBOLLETA Y JENGIBRE CON SALSA ROMESCO

¿Qué tiene el hojaldre que gusta a casi todo el mundo? Y versátil que es, lo mismo lo usamos en platos dulces como salados. La receta de hoy es salada, suave y ligera porque no lleva nata sino yogur. El toque de personalidad se lo da la salsa.

Ingredientes:

1 placa de hojaldre
1 ramo de cebolletas
200 gr de yogur
un trozo de jengibre fresco rallado
comino
2 huevos
aceite
queso parmesano rallado


1. Forramos el molde que vayamos a utilizar en el horno con la placa de hojaldre.
2. En una sartén rehogamos las cebolletas saladas y cortadas  en cuartos o en juliana, como prefiramos, hasta que estén doradas. Reservamos.
3. En un bol mezclamos el yogur griego, queso rallado, los dos huevos, el comino y el jengibre rallado.
Rellenamos el molde con esta crema y cubrimos con las cebolletas.
4. Dejaremos que se cocine la tarta en el horno a 180º durante 20 -30 minutos o veamos que el hojaldre ya está dorado y la crema está cuajada.

Ingredientes de la salsa romesco:

2 tomates
1 cabeza de ajos
pan de víspera
1 vaso de aceite
2 pimientos choriceros
vinagre de Jerez
50 gr de piñones tostados

1. Pondremos los tomates y la cabeza de ajos en una fuente apta para el horno. Salaremos, rociaremos con un poco de aceite de oliva y dejaremos hasta que estén asados.
2. Una vez  los tomates y los ajos estén asados, pelaremos y  los trituraremos con los demás ingredientes de la salsa. Antes habremos hidratado los pimientos choriceros en agua y los habremos limpiado.
 Serviremos la tarta de cebolletas y jengibre con un poco de ensalada y la salsa. Si tenéis a un regimiento en casa para comer, no os lo penséis dos veces. Esta receta os sacará del apuro y muy airosamente.

Fuente: Amasa+, Canal Cocina.

PETITS POTS DE CRÈME

Hace dos semanas recibí uno de los libros de cocina más bonitos que he comprado hasta ahora. Y digo bonito porque tanto la portada como las fotos que podéis ver en La Tartine Gourmande son ideales, con colores alegres y unas recetas que enamoran. Simplemente abrir el libro y tener necesidad de cocinar  cada una de las recetas y a ser posible todas a la vez es todo uno. Ya he hecho varias y todas espectaculares. La receta de hoy es un postre muy bueno y lleno de sabor con el cardamomo y la vainilla, uno de mis sabores preferidos en la actualidad.
Se trata de unas natillas ligeras cuajadas en el horno con una compota de manzana que completé con un crumble de pistachos.

Ingredientes para la compota:

3 manzanas
2 cucharadas de azúcar blanco
1 cucharada de azúcar moscovado
la ralladura y el zumo de medio limón
1/2 vaina de vainilla
1/2 rama de canela
60 ml de agua

1. Ponemos todos los ingredientes en una cazuela y cocinamos durante 25 minutos o hasta que las manzanas estén blandas. Retiramos la vainilla y la canela y trituramos las manzanas. Dejamos enfriar y ponemos un par de cucharadas en cada bote de cristal pequeño (los de una marca de yogures que todos conocemos y que vienen muy bien para este tipo de preparaciones) que después llevaremos al horno. Si te sobra compota, úsala en yogures o congélala. Verás qué rica.

Ingredientes para las natillas:

550 ml de leche
1 vaina de vainilla abierta
1/2 rama de canela
4 semillas de cardamomo
1 huevo y las yemas de 3 más
50 gr de azúcar blanca

1. Precalentamos el horno a 160º y preparamos una fuente con un poco de agua para el Baño María.
2. En una cazuela vertemos la leche y añadimos la vainilla, cardamomo y canela. Dejamos que hierva, retiramos del fuego y tapamos para que infusione durante 30 minutos. Una vez que haya perdido calor y esté tibia, la colamos.
3. En un bol aparte batimos el huevo, las yemas y el azúcar. Añadimos la leche, removemos bien y rellenamos nuestros botes de cristal. Si al verter la leche se produce espuma, debemos retirarla con una cuchara.
4. Llevaremos al horno en nuestra fuente y dejaremos entre 45 y 50 minutos o veáis que ya están cuajadas las natillas.

Se sirven a temperatura ambiente o frías y se conservan en la nevera hasta 4 días. Suponiendo que duren tanto.

Como os decía al principio, completé el postre con un crumble que hice de la siguiente manera.
Piqué unos pistachos y los mezclé con harina de arroz, azúcar moreno y mantequilla hasta que quedó como arena. Deje que se tostara la mezcla en el horno y espolvoreé por encima de las natillas. Un complemento perfecto.

BACALAO CON CREMA DE GARBANZOS AL ROMERO

O al tomillo, lo que tengas en casa. Semana Santa, potaje y bacalao van de la mano en casi todas las casas. En esta enumeración se me olvidan las torrijas y buñuelos, perdón. Esta receta es como un potaje muy, pero que muy deconstruido y nació de querer comer el bacalao cocinado de una manera distinta. Tuve mis dudas sobre el éxito del plato porque no sabía si iba a acabar con él en la cabeza. Pero parece que gustó.

Ingredientes para 4 personas:

1 bote de garbanzos cocidos
1 puerro
1 zanahoria
1 rama de apio
2 dientes de ajo
romero o tomillo
caldo de verduras o agua
4 lomos de bacalao desalado
2 patatas hermosas

1. Empezamos a hacer nuestra crema rehogando todas la verduras picadas en aceite de oliva junto con el romero o tomillo. Cuando ya estén doradas añadimos los garbanzos previamente enjuagados y cubrimos de caldo o agua. Salamos y dejamos cocer unos 15-20 minutos. Trituramos hasta que tengamos una crema fina, no como la mía que me quedó gordita porque la batidora que tenía a mano no daba más de sí. Reservamos.

2. Mientras habremos puesto a cocer nuestras patatas en abundante agua y un poco de sal. Yo las suelo cocer con piel así que cuando ya estén, las pelamos y cortamos en rodajas gruesas. Reservamos.

3. Finalmente pondremos nuestros lomos de bacalao en una placa para el horno con un chorrito de aceite y lo dejaremos a 180º unos 15 minutos, dependiendo de lo gordos que sean. No me gusta el pescado muy hecho así que lo suelo dejar jugoso, que parezca que las lascas del pescado se van a separar.

4. Montamos el plato vertiendo unas cucharadas de la crema en un plato sopero. En el centro colocaremos nuestra rodaja hermosa de patata y encima el lomo de bacalao. Regamos con un poco de aceite de oliva y, acompañado de una ensalada, queda un plato estupendo.

ESPAGUETIS CON QUESO MASCARPONE, AGUACATE Y TOMATES CHERRY

Os dejo una receta de pasta fácil, rápida y primaveral.

Ingredientes para 6 personas:
500 gr de pasta
1 tarrina de queso mascarpone de 250gr
1 tarrina de tomates cherry
1 aguacate
50 gr de queso parmesano
albahaca picada

1. Cocemos la pasta en abundante agua con sal y el tiempo que recomienda el fabricante.
2. Cocemos el queso mascarpone con los tomates cortados en cuartos 2 o 3 minutos. Sazonar.
3. Mezclamos la pasta con la salsa y añadimos el aguacate troceado en el último momento. Servimos con queso parmesano y la hierbabuena o albahaca picada.

No me digáis que no es una receta rápida. Perfecta para los días que estamos cansadas y no queremos molestarnos mucho en la cocina.

Fuente: Plato único, Telva Cocina.