ROAST BEEF CON PATATAS ASADAS Y GRAVY

En 1909 en los astilleros de la ciudad de Belfast se inició la construcción del mayor transatlántico del mundo. El 12 de abril de 1912 salió de la ciudad inglesa de Southampton y, después de hacer escala en Cherburgo y en Queenstown, se adentró en las gélidas aguas del océano Atlántico para chocar con un iceberg a las 11:40 del 14 de abril y desaparecer para siempre a las 02:20 de la madrugada. Un total de 2.222 personas entre pasajeros y tripulación viajaban en el llamado "Barco de los Sueños" en el que podían disfrutar de dos barberías, dos bibliotecas, cuatro restaurantes, un baño turco y un gimnasio completamente equipado. Los pasajes oscilaban entre 870 libras los de primera clase y entre 3 y 8 los de tercera.

Recientemente pude recorrer la exposición itinerante sobre el Titanic, que ahora está en Barcelona, y ver objetos que pertenecieron al barco y a las personas que viajaban en él. No es lo mismo leer sobre el desastre y que murieron algo de más 1500 personas, que ponerles cara y nombres y poder ver expuestos sus objetos personales: ropa, cartas, anillos, fotografías y las botitas de una niña y saber que no murieron ahogados sino entre grandes dolores producidos por la congelación.
En muchos restaurantes se está recreando el menú de primera clase. Yo quiero rendir mi particular homenaje a todos los que habían gastado sus ahorros buscando el sueño americano en la tercera clase del Titanic. Por supuesto no era tan abundante ni lujoso pero sí era suculento: entre otros platos esa noche disfrutaron de  roast beef con patatas cocidas y gravy.

Ingredientes:

lomo de buey
mostaza en polvo
agua
patatas
romero
sal
pimienta
vino tinto
cebolla
ajo

1. En un bol mezclamos una cucharada de mostaza en polvo y un poco de agua para hacer una pasta con la que vamos a untar nuestro lomo de buey.
2. Sellamos la carne en una sartén o cazuela con una cucharada de aceite. Cuando esté la carne tostada por todos lados lo pondremos en una fuente apta para el horno. Si te gusta poco hecha, calcula unos 15 minutos por cada 500 gr de carne. Por el contrario, si te gusta en su punto serían unos 20 minutos y si te gusta hecha unos 25 minutos.

3. Una vez que ya haya pasado el tiempo que consideremos oportuno, sacaremos la carne y la cubriremos con papel de plata para dejar que sude.
4. Mientras se está haciendo la carne en el horno, vamos a pelar las patatas y las vamos a cocer en abundante agua con sal. Antes de que estén cocidas, las vamos a retirar del fuego y las terminaremos en el horno. Para ello, vamos a majar unos dientes de ajo y los  añadimos a las patatas junto con un chorro de aceite y romero. Ahora que tenemos la carne reposando, es el momento de terminar las patatas.
5. Y mientras las patatas están en el horno, vamos con nuestra salsa. Para ello picaremos un poco de cebolla y la rehogaremos en aceite de oliva. Cuando esté transparente añadimos un poco de harina y le damos unas vueltas para que se tueste un poco. Agregamos los jugos que haya soltado nuestro lomo y el vino tinto y dejamos que cueza y reduzca.

Como veis esto parece una cadena de montaje: empezamos el paso dos cuando el uno ya está terminado.
Para servir cortamos nuestro roast beef en lonchas finas, acompañamos de las patatas y en este caso brécol y regamos con nuestro gravy casero. Recuerdo que en Irlanda vendían una lata con polvos para hacer gravy. ¡Qué asco me daba! Casero es mucho mejor.
No os doy cantidades porque depende de lo que pese el lomo que hayáis comprado.