PÁGINAS

lunes, 19 de enero de 2015

TARTALETAS DE CEBOLLA CARAMELIZADA, PERA, QUESO AZUL Y PISTACHOS




Ha encontrado una grieta. El muy traidor ha encontrado una grieta y yo que pensaba que estaba todo cerrado y sellado. Que este invierno también me iba a librar. Pero aquí está este invasor microscópico, este virus de la gripe, del que no logro deshacerme de ninguna manera y lo estoy intentando todo. Al principio pensé que no se quedaría mucho, que se iría pronto, pero, qué va, aquí sigue y no consigo domarlo ... de momento. Ni siquiera se calma coloreando mandalas pero, que se preparare, que le queda poco de existencia. Ya está. Esa ha sido la razón por la que a pesar de haber anunciado la receta en Instagram hace una semana no la he podido subir hasta hoy.

Ya os he comentado en alguna ocasión que habría que levantarle un monumento a la persona que creó  el hojaldre. Todo le sienta bien, lo mismo un relleno dulce que salado. Y lo más importante, que gusta a casi todos, por no decir todos. Nos vale para preparar un aperitivo, un entrante, un plato principal o un postre. La receta de hoy te vale tanto para el mediodía como para la cena acompañada de una ensalada.





Si me sigues habitualmente te habrás dado cuenta de que cocino mucho con fruta, que aparece en platos dulces y salados pero también habrás notado que la pera es una gran olvidada en mi cocina. Hay muy pocas recetas en las que esta fruta es la protagonista y por, no aparecer, no aparece ni de comparsa. Es que la veo en el mercado y ni se me ocurre comprarla. Bueno, estoy decidida a que tenga su lugar en mi cocina y, de hecho, hay tres bellezones esperándome en el frutero para que haga algo con ellas. En cuanto eche al ocupa este (gripazo que me ha dejado de regalo una faringitis monstruosa) me pongo con ellas. De momento las vamos a disfrutar con queso azul, que le sienta de maravilla.

Para 6 personas vamos a necesitar:

3 cebollas moradas medianas y cortadas en juliana fina
2 cucharaditas de azúcar moreno
tomillo
hojaldre
3 peras peladas y cortadas en rodajas finas
250 gr de queso azul
25 gr de pistachos





En una cazuela rehogamos las cebollas, a las que añadimos un poco de sal,  con aceite de oliva hasta que estén blandas. Añadimos el azúcar y seguimos rehogando hasta que tengan un bonito color dorado. Incorporamos las hojas de tomillo y dejamos que se enfríe para seguir con las tartaletas.

Precalentamos el horno. Sacamos el hojaldre de la nevera y si vamos a hacer pequeñas tartaletas individuales lo cortaremos sirviéndonos de un cuenco o un plato pequeño. Una vez tengamos el hojaldre del tamaño que queremos, lo pincharemos con un tenedor o un cuchillo para que no se hinche en el horno. Deja el borde sin pinchar.




Repartimos la cebolla en el centro del hojaldre, sin acercarnos mucho al borde para que este se hinche en el horno y "enmarque" las tartas. Encima de la cebolla pondremos las láminas de pera y el queso azul desmigado. Horneamos durante 10 minutos a 200º o hasta que veas que el hojaldre está dorado.
Una vez fuera solo nos queda añadir los pistachos naturales ligeramente picados.

El hojaldre caliente, recién salido del horno, con la cebolla caramelizada, pera y queso azul derretido... Bien, creo que es digno de probarse.

lunes, 12 de enero de 2015

TRIFLE DE LIMONCELLO Y FRESAS




El trifle es un postre típico inglés que se suele servir en recipientes de cristal para que se puedan apreciar los ingredientes que lo componen y que se alternan en capas. Suele tener bizcocho que se puede remojar con algún licor o zumo de frutas, crema inglesa y fruta. Me parece una idea maravillosa para dar salida a todos aquellos trozos de bizcocho, magdalenas, brioches que se nos van quedando atrás, que se van poniendo un poco (o un mucho) duros y que como alguien no lo remedie van a seguir el camino de la basura. Como ahora en enero estamos aprovechando (ya empezamos con el risotto de pollo) los restos de la Navidad creo que os vendrá bien la receta. Es un postre muy agradecido porque servido en copas queda espectacular y es muy fácil de preparar.


Ingredientes para 6:

125 gr de bizcocho
25 ml de limoncello
125 gr de fresas
250 gr de crema inglesa
100 gr de lemon curd





He hecho este postre dos veces durante las vacaciones. La primera vez aproveché los restos que me iban quedando del Pandoro y la segunda vez con la siguiente receta para hacer un sponge cake de vainilla:

2 huevos
200 gr de azúcar
250 gr de harina
1 cucharadita de levadura
2 cucharaditas de extracto de vainilla
85 gr de mantequilla derretida y fría
100 ml de leche

Batimos los huevos y el azúcar hasta que hayan doblado de volumen y tengan un color blanquecino. Añadimos la harina, levadura y extracto de vainilla. Mezclamos bien y finalmente incorporamos la mantequilla y leche. Cuando tengamos una masa homogénea la vertemos en el molde previamente engrasado y llevamos al horno, ya precalentado, a 180º durante 20 minutos. 





Una vez fuera del horno, dejamos enfriar totalmente antes de montar el postre. 

De hecho puedes tener preparados el bizcocho, lemon curd y crema inglesa con un día de antelación y montar el postre en el último momento. Para ello desmigaremos el bizcocho y repartiremos entre las copas o los recipientes en los que vayamos a servir el trifle. Vertemos unas cucharadas de limoncello sobre el bizcocho, las fresas picadas en trozos no muy grandes, unas cucharadas de crema inglesa y finalmente lemon curd.

Este es un postre visualmente muy atractivo y nada pesado. Espero que te guste.


miércoles, 7 de enero de 2015

RISOTTO DE POLLO Y ACEITE DE TRUFA



Ya pasaron las comilonas varias y volvemos a la rutina, esa que echamos tanto de menos cuando se rompe y que deseamos romper cuando nos puede lo cotidiano. Cualquiera entiende a los humanos ¿verdad? Pasaron los atracones de comida y llegaron los buenos propósitos de ponernos a dieta y comer más sano. De momento en Cook and Spoon vamos a seguirlos a rajatabla ... hasta el fin de semana que os dejaré un postre que he hecho dos veces estas Navidades. Hoy empezaremos portándonos bien y además aprovecharemos esas piezas de pollo o gallina que hemos usado para hacer caldos o consomés y que, probablemente, tengas en un tupper en el congelador esperando qué hacer con ellas. Pues, venga, es el momento de empezar a "amortizarlas".


Ingredientes para 4 personas:

2 hojas de laurel
400 gr de pollo cocido o asado
1/2 litro de caldo de pollo
romero
1 cebolla
300 gr de arroz
100 ml de vino blanco
100 gr de parmesano
aceite de trufa





Si no tienes pollo ya cocido o asado, entonces empezaremos vertiendo en un cazo 750 ml de agua y añadiremos las dos hojas de laurel y unos granos de pimienta. Llevamos a ebullición e incorporamos el pollo para que se cueza durante unos 10 minutos más o menos. Te recomendaría que en este caso usaras pechugas de pollo. Una vez esté hecho el pollo, lo retiramos y cortamos en trozos.
Puedes usar este caldo para hacer el risotto.

En una cazuela ponemos aceite de oliva y esperamos a que esté caliente antes de añadir la cebolla bien picada. Rehogamos unos 10 minutos o hasta que veamos que está transparente. Entonces incorporamos el arroz y seguimos rehogando un par de minutos.




Vertemos el vino blanco y dejamos que cueza, que se evapore más o menos la mitad antes de ir añadiendo el caldo de pollo poco a poco y removiendo continuamente. Cuando ya veas que el arroz está ya casi listo, y eso dependerá de cómo te gusta, más entero o más hecho, añadimos casi todo el pollo en trozos. Digo casi todo porque debemos dejar unos trozos para dar el toque final a nuestro plato. No se nos olvide que junto con el pollo debemos agregar el queso parmesano rallado y un poco de romero.

Servimos en los platos nuestro risotto con un poco más de pollo y un hilo de aceite de trufa.

Como ves hoy nos hemos portado bien, ya veremos con la receta del fin de semana.

Fuente: What Katie Ate, Katie Quinn Davies