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jueves, 25 de octubre de 2012
BROWNIES DE CHOCOLATE Y CAFÉ
Hoy el día ha comenzado como cualquier otro día, con las piezas del engranaje en sus sitio pero sin saber ni cómo ni por qué alguna se ha salido de su lugar y todo ha empezado a ir mal. Ya el mecanismo no ha funcionado y he pensado que la mejor forma de que todo vuelva a su ser es zampándome este brownie y escuchando esta canción hasta que me han dolido los oidos. Ya sabemos que el chocolate es capaz de curar casi todo y la música amansa a cualquier fiera.
Whole Kitchen en Su Propuesta Dulce del mes de Octubre nos invita a preparar un clásico estadounidense, Brownies.
Un clásico que lleva haciendo las delicias de medio mundo desde 1897 y que nació por error al olvidar un cocinero añadir levadura al pastel que estaba haciendo. ¿Por qué mis errores no acaban siendo famosos sino en el cubo de la basura? Se podría hacer una tesis doctoral del tema. A ver si me pongo a ello.
Ingredientes:
120 gr de chocolate negro (70%)
100 gr de mantequilla
2 cucharadas de café
120 gr de azúcar moreno
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 cucharada de brandy (vale por ser hoy han caído 2)
2 huevos
140 gr de harina
1/2 cucharadita de sal
1 pizca de cayena
50 gr de chips de chocolate
50 gr de nueces
Aunque la lista de ingredientes es un poco larga no vamos a tardar mucho tiempo en preparar unos brownies que quitan todas las penas. Lo mejor de este dulce es que se hace en un pis pas.
Solo son tres pasos sin contar el encender el horno antes de empezar con la receta.
1- Derretimos el chocolate con la mantequilla bien al Baño María o al microondas que es más rápido.
2- En un bol mezclamos el azúcar, el café, vainilla, brandy y los huevos procurando que se integren bien todos los ingredientes. Incorporamos el chocolate derretido y finalmente la harina, sal y cayena. Obtendremos una masa espesa a la que le faltan los chips de chocolate y las nueces.
3- Vertemos la masa en un molde y al horno a 180º durante 30 minutos o hasta que al pinchar con un palillo este salga limpio.
Vale, no cuenta tampoco el paso de ponerse morada de estos deliciosos brownies. Un día es un día y mañana ya tocará una hoja de lechuga lavada para purgar el exceso de hoy.
lunes, 22 de octubre de 2012
TARTA DE SETAS, NUECES Y QUESO GORGONZOLA
Tarta otoñal donde las haya, diría yo. Y con tres de mis ingredientes preferidos: setas, frutos secos y queso. Si a ti también te gustan no dejes de hacerla porque además la masa también la haremos con nueces. Ya puedes imaginar que tienes ante ti un plato de sabores profundos y perfectos para un día gris.
Ingredientes para la masa:
200 gr de harina
sal
50 gr de nueces
120 gr de mantequilla fría y en trozos
la yema de 1 huevo
3 cucharadas de agua fría
Ingredientes para el relleno:
25 gr de setas deshidratadas
3 cucharadas de vino blanco
1 cucharada de aceite de oliva
2 cebollas
3 dientes de ajo
tomillo fresco
200 gr de setas
2 huevos
150 ml de nata
60 gr de queso gorgonzola
50 gr de nueces
La lista de ingredientes parece larga pero no vamos a tardar mucho en preparar la tarta. Ya verás.
1. El primer paso será empezar con la masa. Para ello necesitaremos la ayuda de un robot. Mezclamos la harina, sal y nueces hasta que las últimas se hayan triturado. Añadimos la mantequilla y seguimos procesando hasta que la mezcla tenga la apariencia de migas. Incorporamos entonces la yema y las cucharadas de agua fría y seguimos amasando hasta que tengamos una bola. La envolvemos en papel film y la dejamos en la nevera o en el congelador 20 minutos. Necesitamos que esté dura para poder estirarla después. Si puedes adelantar trabajo, este paso lo puedes hacer el día antes.
2. Una vez se haya endurecido la sacamos, enharinamos la superficie sobre la que la vayamos a trabajar y estiramos con la ayuda de un rodillo. Forramos el molde de 23 cm y cubrimos con papel de horno poniendo encima garbanzos o judías para evitar que la masa suba. La dejamos en el horno a 180ª durante 12-15 minutos o hasta que veamos que la masa ya no está blanda sino firme. Entonces retiramos los garbanzos y el papel y dejamos que se cueza otros 5 minutos más. Retiramos del horno.
3. Mientras la masa está en el horno podemos empezar a preparar el relleno. Para ello mezclamos el vino y el agua y lo calentamos antes de poner nuestras setas deshidratadas a remojo. Las vamos a dejar así unos 25 minutos.
4. En una sartén ponemos aceite a calentar y rehogamos las cebollas cortadas finas, los dientes de ajo y el tomillo hasta que las cebollas estén transparentes. Añadimos las setas frescas y las que ya están hidratadas junto con el líquido. Dejamos que el líquido se evapore. Pero imagina cuánto sabor concentrado hay en la sartén. Dejamos enfriar.
5. Aparte batimos los huevos y la nata y lo añadimos a las setas. Vertemos esta mezcla en la tarta y cubrimos con el queso en trozos y las nueces picadas.
6. Solo nos queda dejar la tarta en el horno para que se cuaje. Tardará unos 25 minutos, dependiendo del horno. Cuando esta maravilla salga del horno hay que dejarla reposar 5 minutos para desmoldarla o se romperá.
Ideal con una ensalada.
Fuente: The Great British Bake Off.
martes, 16 de octubre de 2012
UNA MASA PARA MUCHOS MUFFINS
En vez de estar viendo el partido de fútbol que toca esta noche ( es que casi todas las noches hay algún partido de algo) he decidido sentarme por fin delante del ordenador y subir esta receta de Donna Hay. Evidentemente por este nombre no la encontraréis en ningún recetario pero he decidido llamarla así porque tenemos ante nosotros la masa ideal para que dejemos volar la imaginación y creemos nuestros propios muffins originales. Ya va siendo hora de que se enciendan los hornos y echen humo.
Ingredientes para 12 muffins:
300 gr de harina
2 cucharaditas de levadura
165 gr de azúcar glas
240 gr de sour cream
2 huevos
1 cucharadita de ralladura de limón
1 cucharadita de extracto de vainilla
80 ml de aceite vegetal
Hacer muffins es muy fácil y no requiere mucho esfuerzo porque no hay que trabajar la masa mucho. He de decir que he probado varias recetas de repostería de Donna Hay y no sé por qué a mí no me han salido. Recuerdo un bizcocho en particular que quedó incomible y que siguió el camino de la basura con todo el dolor de mi corazón. No sé la razón pero no salió y lo intenté varias veces. Cabezota que es una. Pero esta receta sale perfectamente.
1. En un robot de cocina vamos a batir los huevos, la ralladura de limón, extracto de vainilla, sour cream y el aceite. En un bol mezclamos los ingredientes secos y finalmente los añadimos a los líquidos sin trabajar demasiado la masa. Verás que es densa y la mejor opción para llenar las cápsulas es con una cuchara de servir helados. Una vez llenas las cápsulas las metemos en el horno previamente calentado a 180ª y dejamos que se horneen durante 25-30 minutos. Hasta aquí tendrás unos muffins deliciosos pero que pueden ser manifiestamente mejorados. ¿Cómo? Verás.
Si quieres puedes añadir 150 gr de arándanos o grosellas a la masa.
O puedes agregar un par de plátanos maduros y machacados y 40 gr de coco deshidratado a la masa. Espolvorea más coco por encima, verás qué rico.
Finalmente si quieres unos muffins de frambuesas y chocolate blanco, solo hay que incorporar 240 gr de estos frutos rojos y 175 gr de este tipo de chocolate picado a la "masa básica".
O también puedes.... Bueno, eso ya lo dejo a tu elección.
jueves, 11 de octubre de 2012
POLLITOS TOMATEROS RELLENOS CON SALSA DE UVAS
Bueno, parece que el otoño se ha dignado a aparecer por estas tierras. Ya solo falta que decida quedarse y nos facilite la labor de saber qué ponernos por las mañanas. Tuvimos un conato de fresco y rápidamente me puse las medias y los zapatos cerrados para tener que quitármelas achicharrada de calor tres días después. No sé, es que eso de estar comiendo frutos secos y uvas con un calor tremendo como que no me pega. Soy muy cuadriculada para estas cosas. Pero las uvas ya están aquí y vamos a aprovecharlas, en este caso para hacer una salsa, haga calor o no.
Ingredientes:
4 pollitos tomateros
1 racimo de uva blanca
3 champiñones grandes
4 salchichas grandes
pistachos
1 cebolla
1 rama de apio
1/2 vaso de vino blanco
aceite
sal
una rama de romero fresco
1. La salsa la vamos a hacer con el zumo de casi todas las uvas del racimo. Para ello lavaremos las uvas y las pasaremos por la licuadora reservando el zumo. Guardaremos algunos granos para la presentación final.
2. Preparamos el relleno de los pollitos de la siguiente manera. Quitamos la tripa de las salchichas y ponemos la carne en un bol junto con un puñado de pistachos picados, los champiñones picados en trozos pequeños, un poco de romero, sal y pimienta. Rellenamos los pollitos previamente salpimentados por dentro y por fuera. Los doramos en una sartén y reservamos.
3. En una fuente refractaria rehogamos la cebolla cortada en juliana, zanahoria y apio. Incorporamos los pollitos a las verduras y regamos con el vino blanco. Dejamos que hiervan a fuego fuerte unos momentos y añadimos el zumo de uva.
4. Llevamos la fuente al horno a 180º durante unos 20 minutos regando con más zumo si vemos que se consume la salsa. En mi caso no fue necesario. Unos minutos antes de sacar la fuente del horno incorporamos los granos de uva que hemos reservado y pelado.
5. Si ves que la salsa ha quedado demasiado líquida puedes dejar que hierva unos minutos habiendo retirado los pollitos antes.
Ya solo nos falta servir y disfrutar de un plato de lo más otoñal.
lunes, 8 de octubre de 2012
CARRILLERAS DE CERDO A LA VAINILLA CON PATATAS CONFITADAS Y PIÑA
Esta receta es para hacerla tranquilamente un día que no tengas prisa, un día en el que puedas dejar que el guiso se haga lentamente y que quede toda la cocina impregnada de un delicioso sabor a vainilla. Sí, porque vamos a usar vainilla para hacer una salsa que no es de este mundo, ya te lo voy diciendo, y que queda mejor si no se tritura. La receta original, que yo he modificado en algunos aspectos, recomienda triturar pero al hacerlo se modifica ligeramente el sabor y si no te importa encontrarte cebolla o trozos de zanahoria, no lo hagas. Las patatas confitadas en aceite con una rama de romero y la piña a la plancha son el acompañamiento perfecto para el plato.
Ingredientes para 4 personas:
1,5 kg de carrileras de cerdo
2 cebollas grandes
2 zanahorias
1 copa de brandy
100 ml de oporto o un vino dulce
200 ml de vino tinto
caldo de carne
1 vaina de vainilla
sal
Para la guarnición:
1/2 piña pequeña
200 gr de patatas
aceite
1 rama de romero
1. Empezamos picando las cebollas y zanahorias en juliana fina. Si decides al final triturar la salsa no hace falta que lo piques todo tan fino, vale en trozos medianos. Vamos a rehogar las verduras en aceite hasta que empiece la cebolla a estar transparente. En este momento retiramos las verduras de la cazuela que estemos utilizando y las reservamos.
2. Ahora es el turno de las carrilleras. Las limpiamos retirando el exceso de grasa que puedan tener y salamos. Vamos rehogando en la misma cazuela hasta que estén doradas. Notarás que al principio se pegan al fondo de la cazuela pero no te preocupes. Sabrás que están listas cuando se despeguen fácilmente. Además ese "repegado" luego le va a dar un saborcito maravilloso a la salsa. Probablemente tendrás que rehogarlas en tandas así que ve reservándolas en un plato. Cuando ya las tengas todas doradas añadimos el brandy y flambeamos.
Cuando se haya evaporado el alcohol agregamos las verduras, vainilla, oporto, vino tinto y cubrimos con caldo de carne. Con un cuchara de madera no se te olvide remover todo y, sobre todo, rascar el fondo de la cazuela en el que está el maravilloso "repegado". Vamos a dejar cocer lentamente hasta que las carrilleras estén blandas. ¿Cuánto tiempo es eso? Pues las mías tardaron algo más de una hora pero mereció la pena esperar porque la vainilla suelta todo su aroma y no veas cómo huele todo. Alimento puro. Pero si tienes mucha prisa, olla express y listo. No te quedes sin probar esta maravilla por falta de tiempo.
3. Una vez cocidas las carrilleras tú decides si trituras la salsa o la dejas como está. ¿Mi consejo? Déjala tal cual. No sé pero a mí me gusta más así. Hagas lo hagas recuerda que hay que retirar la vainilla. La pobre ya ha cumplido su misión. Si ves que te has quedado muy líquida todavía, retira las carrilleras y deja que siga cociendo hasta que tenga la consistencia que más te gusta.
4. Vamos con la guarnición. Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas no muy gruesas. Las ponemos en una cazuela y cubrimos de aceite y una rama de tomillo. No queremos que se frían sino que se hagan lentamente, a baja temperatura, sin que el aceite hierva. Quedan suaves y perfumadas con el romero. Pueden tardar entre 15 y 30 minutos.
5: En una plancha caliente dejamos que la piña se dore para terminar el plato.
6. ¿Emplatamos? Venga, que la gente ya quiere comer. Servimos las carrilleras con la salsa caliente, las patatas y piña. Creo que una ensalada sería el complemento perfecto.
Espero que te guste.
Fuente: Arzak.
viernes, 5 de octubre de 2012
MERMELADA DE FRAMBUESAS Y CHOCOLATE
Si pienso en mermelada, lo que se viene a la cabeza es fruta sola, sin nada más. Antes de poner en marcha el blog ni se me había ocurrido pensar que la fruta podía ir acompañada de... chocolate. Sí, sí, chocolate y la combinación de ácido y amargo ha sido una sorpresa total. La verdad es que choca bastante pero si eres atrevido, no dejes de probarla.
Ingredientes:
1 kg de frambuesas
3 tazas de azúcar
zumo de un limón
250 gr de chocolate (70% de cacao) muy picado
1. Empezamos nuestra mermelada poniendo las frambuesas y el azúcar en un cazo y llevándolo al fuego sin dejar de remover hasta que el azúcar se haya disuelto. Si no te gusta encontrarte las pepitas de la frambuesa en la mermelada ahora es el momento de retirarlas colando el resultando obtenido. A mí no me importa demasiado y suelo dejar algunas.
2. Llevamos el jugo obtenido otra vez al fuego y añadimos el zumo del limón no dejando que hierva. Añadimos el chocolate y removemos hasta que se haya derretido. Retiramos del fuego y dejamos reposar un par de horas.
3. Una vez pasado el tiempo de reposo, vamos a llevar a ebullición nuestra mermelada y dejaremos que hierva unos cinco minutos. Comprobaremos que tenga la consistencia deseada. Si no es así, repetiremos la operación dejando un par de minutos para que repose.
Con yogur, queso, tostadas, no sé si carne... Tú eliges cómo quieres tomarla. Venga, atrévete y espero que te guste.
Fuente: Love and Olive Oil.
lunes, 1 de octubre de 2012
BESUGO A LA MOSTAZA
¿Alguien sabe qué le pasa a las patatas? Ya me he resignado a que los tomates sean casi de plástico y no sepan a nada, el maíz transgénico, fruta con toneladas de cera en la piel, pero ¿vosotras también, patatas? Si las compro especiales para hervir, malo, pero si las compro para freír, peor. El caso es que quedan fatal de cualquier manera menos en puré porque, claro, en el puré se disfraza todo. En fin, el hecho es que este plato quedó completamente deslucido por las patatas que estaban como acartonadas y no fue por el tiempo de cocción en el horno, no. Es que son malas, malísimas. Una pena, como os decía, porque la mostaza hace que la carne del besugo quede jugosa y suave.
Ingredientes para 4 personas:
2 besugos hermosos
1/2 vaso de aceite
zumo de limón
3 ajos
1 cucharada de mostaza a las finas hierbas
romero
patatas
pimienta
sal
1. Lavamos bien los besugos, secamos y reservamos.
2. Machacamos los ajos y la mostaza hasta formar una pomada y untamos con ella los besugos por dentro y por fuera. Dejamos macerar durante una hora en la nevera.
3. Mientras los besugos reposan, pelamos las patatas y las cortamos en rodajas no muy gruesas. Salamos, rociamos con aceite, añadimos unas ramitas de romero y dejamos en el horno hasta que al pincharlas con un palillo notemos que empiezan a estar blandas y ligeramente doradas. Ten en cuenta que se terminarán de hacer con el besugo.
4. Colocamos los besugos en la fuente. En un bol añade aceite, zumo de limón, sal y pimienta y remueve con una varilla. Vierte esta mezcla sobre los besugos y ponlos al horno. Rocía los besugos con esta mezcla de vez en cuando para que no se sequen y en 35 minutos tendrás un plato de pescado suave y jugoso. Las patatas también absorberán el sabor de la mostaza.
Perfecto, si no fuera por las dichosas patatas.