PÁGINAS

miércoles, 5 de enero de 2022

MOJICONES

 


Os presento al señor mojicón, ese dulce de toda la vida que tiene el super poder de trasladarte a tu infancia solo con llevártelo a la boca. No son tan esponjosos como las magdalenas, pero esa miga prieta tiene su encanto, no te creas, porque para disfrutarlos bien, se recomienda mojarlos en una taza de chocolate caliente. 

En Cooking the Chef el reto este mes era de lo más dulce porque la chef elegida es Alma Obregón. ¿Quién no la conoce? Personalmente me encanta su estilo fresco y natural y sus aventuras en Instagram. Como no podía ser de otra forma, la receta elegida debía ser dulce, pero el problema era cuál. 




De todos los libros que ha publicado, me fui al último, Repostería tradicional: recetas para recuperar los sabores de siempre, y empecé a echarle un vistazo. No sé cuántas vueltas le habré dado al libro porque no era capaz de decidirme. Me gustaban todas: bambas de nata, suizos, bollos de mantequilla, el roscón de reyes, la tarta San Marcos... Pero me quedé al final con los mojicones.

Y aquí os dejo la receta, fácil y que no tiene pérdida. 



Ingredientes:

160 gr de azúcar blanco
230 gr de harina floja
70 gr de mantequilla fundida
4 huevos a temperatura ambiente
2,5 cucharaditas de levadura química
ralladura de medio limón

Precalentamos el horno a 180ºC.




1- Para que suban bien el secreto está en batir bien los huevos, el azúcar y la ralladura de limón. Batimos  unos cinco minutos hasta que la mezcla sea esponjosa y haya cambiado de color.

2- Incorporamos la harina y la levadura previamente tamizadas con cuidado porque no queremos que se nos baje la mezcla y  desaparezca el aire que le hemos metido al batirla tanto.

3- Finalmente añadimos la mantequilla. Al hacerlo te va a dar la sensación de que la mezcla  se corta, que no va a salir nada, pero sí. Solo hay que mezclar con cuidado y verás cómo se va integrando la mantequilla y la masa está lisa y sedosa, perfecta para nuestros mojicones.




4- Es el momento de rellenar nuestros moldes hasta dos tercios de su capacidad y horneamos hasta que estén dorados. Depende del horno de cada casa, pero unos 25 minutos serían suficientes. Disfruta del olor que sale del horno, el olor a infancia.

5- Los sacamos del horno y esperamos a que se enfríen para espolvorear azúcar glas por encima.

Ahora ya sí puedes devorarlos.

3 comentarios:

  1. No los he probado nunca, pero se aprecia perfectamente la diferencia con las magdalenas...lo apunto en pendientes!!
    un besito

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  2. Que ricos, tienen una pinta muy esponjosa. bss desde Asturias

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  3. No conocía los mojicones, de dónde son típicos?
    Te han quedado preciosos de imagen y seguro de sabor. Muchísimas gracias por haber encontrado tiempo en este mes loco para participar.
    Besos

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