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jueves, 25 de septiembre de 2014
ALMENDRAS MACERADAS EN AGUA DE AZAFRÁN CON LIMÓN Y TOSTADAS AL HORNO
Hay días que me siento delante del ordenador y lo único que hago es mirar la pantalla porque no se me ocurre absolutamente nada que contar que sea medianamente coherente. Hoy, por el contrario, con mi rollo ya pensado y casi mentalmente redactado, he cambiado de idea en el último momento porque antes de entrar en el blog me ha dado por pasearme por algunos de los muchííísimos blogs que sigo y me he encontrado con la despedida de una bloguera. Con esta despedida. Una lee semejante texto y se siente ridícula por todas y cada una de las veces que se queja (y son unas cuantas) a lo largo del día y no aprecia la cosas pequeñas que forman parte de nuestra rutina, de nuestra vida. No te creas, ya hace un buen rato que leí su despedida y sigo con un nudo en la garganta porque hay que ser valiente, muy valiente, para escribir algo semejante. A veces no prestamos atención a los links que nos encontramos en las entradas (yo la primera) y pasamos de largo, larguísimo. Esta vez párate un poco, merece la pena porque son sus últimas palabras y ¡qué palabras!
Ahora ¿cómo enlazo la receta con agua de azafrán que os prometí el lunes?
Ingredientes:
150 ml de zumo de limón
150 ml de agua de azafrán
200 gr de almendras crudas
3 cucharadas de aceite de oliva
1 1/2 cucharada de sal
ralladura de 1 limón
tomillo
Creo que tardáis más en prepararlas que en comerlas porque son un auténtico vicio. Bueno, tampoco es que se tarden horas pero ya sabéis que si una almendra para probar, que si otra para cogerle el sabor, que si me llevo unas cuantas en la mano mientras hablo por teléfono, que otras porque total ya qué más da. Y cuando te quieres dar cuenta te las has comido todas. Eso me pasa cada vez que compro almendras tostadas por mi frutera en el mercado y abro la bolsa mientras hago la comida. Desaparecen en nada. Imagina estas que han sido maceradas con azafrán, limón y tomillo. No tienen nombre, de verdad.
Mezclamos el agua de azafrán con el zumo de limón y vertemos en una fuente. Añadimos las almendras y unas ramas de tomillo. Dejamos que se maceren entre 30-45 minutos. Verás que van tomando ese bonito color azafrán.
Escurrimos, secamos y extendemos en la bandeja del horno. Dejamos 10 minutos a 180º.
Una vez fuera del horno les añadimos el aceite, sal y ralladura de limón. Mezclamos todo bien para que las almendras se impregnen completamente del aceite y sal. Las llevamos otra vez al horno durante 10-15 minutos o estén doradas. Cuidado porque se queman en nada de tiempo, te descuidas un minuto y ya se han churruscado. Te lo digo por experiencia.
Espera unos minutos para probarlas porque queman mucho recién salidas del horno. Lo digo por si eres una impaciente como yo.
Fuente: Snackistan, Sally Butcher.
Esperaba esta entrada desde tu último post y no me ha defraudado la verdad porque encuentro que son unas almendras riquísimas. Lo que ocurre es que me he pasado por ese blog que nos enlazas y no he llegado a leerlo porque me parece demasiado triste, pero me he quedado con ese mal sabor de boca que te dan estas noticias y no he podido disfrutar de la receta lo que debiera. Supongo que eso nos ha pasado a tod@s los que lo hemos visto, pero tengo que decir que ha demostrado un gran valor y entereza para dedicar esa despedida a sus lectores. Semejante arrojo es digno de admirar.
ResponderEliminarBsts
Qué color tienen esas almendras. Y seguro que son un vicio... una pena, así no duran ;-)
ResponderEliminarQué relato tan duro, qué entereza hay que tener para despedirse así, una persona tan joven, la vida es muy injusta. así que mientras podamos disfrutemos de ella!
ResponderEliminarQué receta tan original de almendras, me da hasta miedo hacerla porque sé que en mi casa tampoco durarán.
Besos.
Tienen que estar deliciosas, así no las he comido nunca así que habrá que pobrar!!
ResponderEliminarMe has enseñado un triste historia, de un final y no feliz pero que a mí me ha emocionado mucho. Tiene que haber sido una gran mujer aunque no ha ganado la batalla,Pero nos ha dejado su testimonio, su amor y nos ha enseñado que hay que aprender muchas cosas , a amar intensamente y a vivir sin dejar nada atrás. Que no nos damos cuenta que tener salud y amor en nuestras vidas y disfrutar con las cosas sencillas de la vida es lo más importante.
Muchas gracias y mil besos!!
Pilar, soy muy aficionada a hacer frutos secos especiados. En el blog tengo varias recetas publicadas. Son fáciles de preparar y quedan buenísimos. esta receta la pienso preparar ya mismo, tienen que estar ricas, ricas. BS
ResponderEliminarQue buena idea para las almendras, me parece original¡
ResponderEliminarQue crujientes estupendo!!
ResponderEliminarUn saludito
I wouldn't be able to stop eating until they were all gone!
ResponderEliminarQue delicia de almendraz, a mi me rechiflan y azi sevuro que me vuelven loca, y referente a lo que comentas que razón tienes, vemos laz cosas y hacemos como no esistieran y hay que pensar un poco , h no correr tanto que se llega mazpronto de lo que una cree...Besss
ResponderEliminarQue sepas que me he quedado muy tocada, hay algunas frases que me han llegado hondo, cuánta razón tiene, esa razón que por desgracia solo se ve en los momentos malos....
ResponderEliminarBesazos