PÁGINAS

lunes, 5 de diciembre de 2016

PIMIENTOS DEL PIQUILLO RELLENOS DE CODORNICES




Llega el día cinco de cada mes y eso supone que tenemos una cita con algún chef español o extranjero en Cooking the Chef. Abrir el correo y descubrir a quién le vamos a dedicar la receta pone un pelín nerviosa, no creas. A veces se trata de cocineros muy conocidos y cuyas recetas son fáciles de hacer, bien porque los ingredientes están presentes en todas las cocinas o por la sencillez del procedimiento. Pero hay otras veces que son un auténtico reto porque la lista de ingredientes llega hasta Madagascar y porque la mitad de ellos no sabría ni dónde encontrarlos.  Pero me gusta conocer nombres de la cocina, saber qué se cuece en otros fogones y darle la vuelta al mundo con la cazuela y la cuchara en la mano. Bueno, hasta ahora siempre había un cocinero pero Cooking the Chef nos ha sorprendido este mes no con un chef  sino con dos! Se trata de los Hermanos Torres, estos gemelos tan simpáticos, naturales y con una estrella Michelín que hacen que la cocina sea fácil. La primera vez que los vi fue en el programa Cocina2 y me gustaron sus recetas y la manera desenfadada de transmitirlas. Desgraciadamente no puedo ver el programa que tienen en TVE pero ya mi madre se encarga de vez en cuando de contarme lo que han cocinado estos dos hermanos.

La receta que he elegido es muy resultona y se puede dejar casi preparada el día anterior.




Ingredientes para 2 personas:

6 pimientos
6 codornices
6 dientes de ajo
2 yemas de huevo
2 anchoas
10 aceitunas negras deshuesadas
2 huevos de codorniz
tomillo
alcaparras
limón
brandy

En una cazuela que sea grande vamos a rehogar las codornices con los dientes de ajo sin pelar y un par de ramas de tomillo. Como queremos que se doren bien, les daremos un par de vueltas hasta que tengan un bonito color dorado. Vertemos algo menos de medio vaso de brandy y esperamos que el alcohol se evapore antes de cubrirlas de agua. Dejaremos que hiervan al menos 30 minutos o hasta que veas que ya están hechas, que la carne se puede desprender fácilmente del hueso. Entonces reservaremos las codornices el tiempo necesario para que se enfríen o nos quemaremos los dedos cuando procedamos a deshuesarlas. Reservamos la carne.




Mientras, dejamos que el caldo de la cazuela vaya cociendo hasta que haya reducido la mitad. Reservamos.

Cocemos los huevos de codorniz unos tres minutos en abundante agua hirviendo. Enfriamos y reservamos.

Ahora vamos a preparar el relleno de los pimientos. Para ello recuperamos la carne de las codornices y a ella le vamos a añadir las anchoas, aceitunas picadas, algunas alcaparras, las yemas de los huevos y un par de cucharadas, en principio, del caldo que tenemos reduciendo para que la mezcla no esté muy seca. Yo pasé toda la mezcla por un robot para que me fuera más fácil rellenar los pimientos. Puede que el relleno siga un poco seco, entonces puedes añadirle otro par de cucharadas más.




Rellenamos los pimientos con cuidado para que no se rompan y los llevamos al horno unos cinco minutos a 200º.
Mientras los pimientos están en el horno, preparamos la vinagreta con la que vamos a aliñar el plato antes de servirlo. En un bol mezclamos dos cucharadas del caldo reducido, vinagre, aceite de oliva y un poco de zumo de limón.

Una vez tenemos los pimientos fuera del horno los aliñamos con la vinagreta y los servimos acompañados de un huevo de codorniz.

domingo, 20 de noviembre de 2016

GNOCCHI




Hace un par de años más o menos, un domingo por la mañana, intenté hacer gnocchi. Esto está chupado, me dije, pero no me pareció tan fácil después de haber estado un buen rato haciendo que aquella masa de varios colores no se pegara a las manos. He de confesar que ya llevaba una cantidad indecente de harina y no conseguía "domar" aquella masa. Fue un fracaso que acabó donde van todos a parar: al cubo de la basura. Gnocchi 1- Pilar 0. Y así ha seguido el marcador hasta que en Desafío en la Cocina nos han propuesto hacer estas pequeñas bolitas de patata y harina. Esta es la mía, me dije. Preparaos que voy a por vosotros. Y empecé a buscar recetas, a coleccionarlas, desecharlas y quedarme con una muy compleja, que ya sabía que iba a ir al mismo sitio que el anterior fracaso, y otra muy sencilla y que me pareció asequible para el poco tiempo que tengo para cocinar. No muy segura de que fuera a salir bien, cocí bastantes patatas por si había que intentarlo varias veces. Tampoco ha sido tan terrible, se preparan rápidamente, son ligeros y están buenísimos.
¿Qué necesitamos parar preparar estos gnocchi? Harina y patatas. Sí, no llevan huevos por lo que son perfectos para veganos. Luego le añadimos la salsa que más nos guste y listos para comer.




Ingredientes:

650 gr de patatas
150 gr de harina
nuez moscada
600 gr de tomates en lata
aceite de oliva
1/2 cebolla
2 dientes de ajo
60 ml de vino
guindilla
nata

Empezaremos preparando la salsa. Para ello trituramos los tomates. En una cazuela vertemos un par de cucharadas de aceite de oliva y rehogamos la cebolla muy picada hasta que esté dorada. Añadimos el ajo y seguidamente vertemos el vino. Dejamos que cueza y se evapore todo el alcohol, incorporamos los tomates, sal y un poco de guindilla. Dejamos que la salsa espese ligeramente antes de añadir la nata. Removemos bien para que la nata se integre y reservamos. Ya, así, tienes una salsa buenísima y no necesitaría nada más. Escondidas entre los gnocchi quizás puedes ver unas gambas que tenía que usar urgentemente.

Para hacer los gnocchi hervimos las patatas sin pelar en abundante agua con sal. Cuando estén cocidas las retiramos y dejamos que enfríen ligeramente. Luego las pelamos y pasamos por un pasapurés o trituramos bien con la ayuda de un tenedor. Añadimos sal y un poco de nuez moscada. Vamos incorporando la harina poco a poco hasta que tengamos una masa suave, ligeramente pegajosa que parece plastilina. No es necesario que le añadas toda la harina. De hecho cuanta menos harina tengan, más suaves y ligeros saldrán.




Una vez tenemos la masa preparada, la cortamos en porciones que hacemos rodar en la encimera hasta que tengamos unos rollos de unos 2 cm de grosor. Entonces cortamos pequeñas porciones que aplastaremos ligeramente con un tenedor. Solo queremos que se queden las famosas estrías de los gnocchi. Los cocemos en abundante agua con sal.
Los retiramos según vayan saliendo a la superficie y los echamos a la cazuela en la que tenemos la salsa lista. Dejamos que se impregnen de la salsa y listos para la mesa.

Ahora el marcador está en empate.




Si te gustan los gnocchi prepárate para disfrutar con las recetas de este Desafío.


lunes, 14 de noviembre de 2016

HOJALDRE RELLENO DE MANZANA Y QUESO CHEDDAR




Esta es una de esas recetas que llegan a reconciliarte con un ingrediente y hace que lo adores cuando antes poco menos que lo rechazabas. No me estoy refiriendo a la manzana, no, sino al queso cheddar y eso es muy raro en mí, porque me encantan casi todos los quesos. De hecho, el ratón que habita en mí se pone muy, pero que muy contento cada vez que visita la sección dedicada a los quesos de cualquier charcutería y se pone muy, pero que muy nervioso si no hay un par de trozos de queso en casa. De hecho, cuando llego a casa por el mediodía lo primero que hago es sacar el queso de turno de la nevera y atacarlo mientras preparo la comida. Pero este queso nunca me ha hecho demasiada ilusión. Ni siquiera sabía de su existencia hasta que llegué a Irlanda (hace ya muchos años) y lo probé. No me entusiasmó y ahí quedó la cosa ... hasta que encontré esta receta.

Fue verla en el libro Wintersweet y dudar si hacerla con cheddar o con otra variedad de queso. Al final me decidí por respetar la receta original y me alegré mucho. Seguro que el hojaldre ayuda a que desde ahora mire al queso cheddar con otros ojos y quiera repetir esta receta muchas veces. Así que bienvenido Mr. Cheddar!




Ingredientes:

una plancha de hojaldre de 20x20 cm
2 manzanas medianas
50 ml de agua
50 gr de azúcar
nuez moscada
60 gr de queso cheddar rallado
1 huevo batido

Esta receta es taaaaaan fácil de hacer, se tarda tan poco y es tan agradecida que se merece una oportunidad.




Necesitamos pelar las manzanas y cortarlas en trozos pequeños que pondremos en una cazuela con el agua y el azúcar. Dejaremos que cuezan tapadas durante unos 3 minutos y destapadas hasta que la fruta esté blanda y no quede nada de líquido. Tenemos que dejar que se enfríe esta especie de compota que hemos hecho así que la puedes preparar con antelación y dejar en la nevera.

Sacamos la plancha de hojaldre de la nevera y lo cortamos de las dimensiones que necesitemos. Yo pensé hacer varios paquetes pequeños pero luego me decanté por hacer dos piezas. Una vez cortemos el hojaldre, cubrimos una de las planchas con una generosa capa de queso cheddar rallado, una capa de manzana y queso de nuevo. Cubrimos con otra plancha de hojaldre y hacemos algunas aberturas para que salga el vapor que se pueda generar. Sellamos los bordes con la ayuda de un tenedor, por ejemplo, y pintamos con huevo batido.
Espolvoreamos con un poco de azúcar y metemos al horno durante unos 18 minutos o hasta que el hojaldre esté dorado.




Creo que hay muy poca gente a la que no le guste el hojaldre, es un salvavidas de la cocina y no sé si su inventor tiene un monumento, y especialmente el hojaldre recién salido del horno. Si a eso le añadimos manzana caliente y queso casi fundido... Es una maravilla, de verdad.

lunes, 31 de octubre de 2016

PEPERONATA CON MOZZARELLA Y CROUTONS DE ORÉGANO



Oooops! Se ha colado en el blog algo tan veraniego como la peperonata justo cuando debería venir con alguna receta de buñuelos o algo relacionado con Halloween bajo el brazo. En realidad no hay manera de saber en qué estación estamos así que, después de todo, puede que no sea tan "inapropiada". Generalmente hago el cambio de armario a mediados de octubre pero este año lo hice ayer y no porque haga fresco sino porque sospecho que el frío y la lluvia llegarán sin avisar,  de sopetón, y me pillarán con la camiseta de manga corta y casi con sandalias. Lo que no tengo preparado es el congelador porque a estas alturas mis cazuelas echaban humo preparando caldos y aún no me he puesto a la tarea. De hecho, solo he tomado sopa una sola vez y fue porque mi madre la hizo. Para una sopera recalcitrante como yo esto no es normal.

Como tampoco me parece normal que a las 7:30 de la tarde ya sea de noche y en la calle haga calor. No, parece que después de todo esta ensalada típica de Italia no desentona con el tiempo. ¿Qué será lo próximo que verá este blog? ¿Una receta invernal en pleno verano? No lo descartaría en absoluto.



Ingredientes:

2 pimientos rojos
2 pimientos amarillos
2 tomates pelados, cortados en trozos y sin pepitas
3 dientes de ajo
1 cebolla morada
2 hojas de laurel
1 cucharada de vinagre de vino tinto
1/2 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de azúcar
1 cucharada de alcaparras
tomates cherry
albahaca
pan
romero
mozzarella
brotes de lechuga
piñones

En una sartén rehogamos los dientes de ajo picados hasta que estén dorados. Entonces los retiramos y reservamos. Añadimos la cebolla cortada en juliana fina y rehogamos justo  hasta que empiece a dorarse. Es el momento de añadir los pimientos cortados en tiras, los dientes de ajo ya dorados y las hojas de laurel.

Tapamos la sartén y dejamos que la verdura se vaya haciendo unos 15 minutos justo hasta que los pimientos estén hechos. Añadimos los tomates, vinagres, sal y azúcar. Dejamos que se cocine todo durante otros 10 minutos antes de retirar la sartén del fuego.




Agregamos las alcaparras y los tomates cherry. El calor de la verdura hará que los tomates cherry se ablanden pero no se deshagan. Queremos que estén lo más enteros posibles. Añadimos albahaca y salpimentamos.

Mientras los pimientos se hacen, nos ponemos manos a la obra para tener nuestros croutons de orégano listos. Hacer croutons es muy fácil y no tan laborioso como pudiera parecer. Precalentamos el horno a 200º. Cortamos el pan bien en rebanadas o bien en trozos (así parecerá más rústico) del tamaño que más te guste o se adecúe a la receta. Hemos elegido el orégano para darle un toque diferente pero puede ser el tomillo o el romero o simplemente alguna especia que te guste.




En este caso ha sido el orégano, así que lo mezclamos con aceite de oliva y pincelamos los trozos de pan con este aceite. Salamos ligeramente y horneamos unos 8 minutos o hasta que veas que están dorados.

En la fuente o plato que vayas a llevar a la mesa, ponemos unos brote de lechuga y encima la peperonata con los piñones, croutons y mozzarella.

Te va a dar igual que sea invierno o verano porque la vas a hacer más de una vez. Ya verás.

jueves, 6 de octubre de 2016

TARTA TATIN DE MELOCOTÓN CON TOMILLO



¿Dos recetas seguidas? Estoy totalmente desconocida. Bueno, lo que estoy es intentando coger el ritmo al blog y a la publicación de dos recetas a la semana. Habrá semanas que no podrá ser pero, de momento, lo estoy intentando. También quiero enseñaros las recetas que he estado haciendo y fotografiando y que llevan ingredientes de temporada como el melocotón. Dentro de poco no los encontraremos en los mercados pero mientras podamos, vamos a disfrutarlos. Mi relación con el melocotón es un poco extraña. Me explico. Me gusta pero no lo puedo comer a no ser que para pelarlo me ponga guantes o haya algún alma caritativa que me dispense del trance porque soy alérgica a la piel. Sí, una vez tienes alergia a algo, te vuelves alérgico, poco a poco, a casi todo. La verdad es que no parece apropiado ponerse unos guantes durante la comida para pelar melocotones, pero no parece tan tremendo si te dedicas en la soledad de la cocina a hacer postres con ellos. Entonces te puedes poner lo que quieras sin dar el cante y posteriormente disfrutar de esta fruta.

A este maravilloso postre le añadimos tomillo y hojaldre. Tan pocos ingredientes y taaaaaaaan bueno.
Vamos a la cocina.



Ingredientes:

melocotones no muy maduros pelados y cortados en octavos
50 gr de mantequilla
100 gr de azúcar
1 plancha de hojaldre de 24 cm de diámetro
tomillo
helado de vainilla (opcional pero muy recomendable)

En una sartén apta para el horno vamos a hacer el caramelo mezclando la mantequilla con el azúcar, removiendo frecuentemente hasta que tengamos el caramelo.

Con mucho cuidado para no quemarnos con el caramelo, colocamos los trozos de melocotón haciendo un círculo y ocupando si no toda, casi toda la superficie de la sartén.




Queremos que la fruta esté bien apretada. Encima añadimos las hojas de tomillo a discreción. Yo he de reconocer que me pongo a echar tomillo como si no hubiera un mañana porque me encanta.

Cubrimos la fruta con el hojaldre procurando remeterla bien hacia el centro porque no queremos que se salgan ni la fruta ni el caramelo. Dejamos que se hornee durante 20-25 minutos o hasta que el hojaldre esté dorado.

Ahora hay que armarse de paciencia y dejar que se enfríe para desmoldarla con la ayuda de un plato. Imagina que estamos haciendo una tortilla de patatas. Yo, por aquello de que hay que hacer fotos y toda la parafernalia que conlleva esto del blog, no esperé y casi me abraso la mano.

Consejo: Esperad, por favor.



Bueno, hemos esperado y por consiguiente no hemos tenido ningún accidente así que ahora podemos disfrutar de las maravillosas vistas de nuestra tarta tatin de melocotón. Verás que la fruta está caramelizada, con un precioso color y que huele de maravilla.

Añadimos un poquito más de tomillo y si quieres puedes servir una bola de helado de vainilla.
Disfruta este postre.




miércoles, 5 de octubre de 2016

ARROZ CON BOGAVANTE





Cuantísimo tiempo sin pasarme por aquí, cuantísimos días intentando volver a la rutina, cuantísimas recetas esperando salir del escritorio del ordenador y cuantísimas ganas de que las que veáis y, sobre todo, hagáis. Volvemos a la vida blogueril reclamada por la cita que el día 5 de cada mes tenemos con Cooking the Chef y que estuvo un poco aparcada durante el verano. Cada mes rendimos "homenaje" a un cocinero, ya sea español o extranjero. Este mes nos tocaba conocer a uno español, a Eneko Atxa. He de reconocer que para mí era un extraño, ni idea de quién era y mucho menos qué receta iba a hacer. De hecho cuando empecé a buscar información sobre él, me eché a temblar porque encontraba recetas muy complicadas que sabía que no iban a gustar mucho en casa. Pero seguí buscando y encontré un libro de recetas sencillas, para todos los días, sanas, que no requieren mucho tiempo y con ingredientes que se pueden encontrar en cualquier tienda. El libro se llama Menús Saludables y en él se pueden encontrar una serie de menús orientados a aquellas personas que tienen algún tipo de patología o que simplemente quieren comer de una manera sana.




La verdad es que el libro está lleno de recetas deliciosas y que necesitan muy pocos ingredientes. Yo ya tengo el libro lleno de papelitos porque hay algunos postres que deben estar deliciosos. Así imaginarás que ha sido difícil elegir una sola receta porque cambiaba de opinión cada vez que abría el libro. Al final la elegida ha sido una receta de arroz, como no podía ser de otra manera, que hago de vez en cuando en casa y que no me había atrevido a dejaros hasta ahora.

Ingredientes:

80 gr de colas de gambas
100 gr de bogavante
1/2 diente de ajo
1 unidad de pimiento choricero
1 hebra de azafrán
240 gr de arroz
2 cucharadas de tomate triturado
2 cucharadas de aceite de oliva





Para el fondo de pescado (1,5 litros)

puntas de pescado
2 cucharadas de aceite de oliva
1 hebra de azafrán
1/2 diente de ajo
5 gr de perejil
2 cucharadas de tomate triturado

Para elaborar el fondo de pescado sofreímos en una olla el aceite de oliva y sofreímos el ajo y el tomate triturado. Después, añadimos el azafrán, las puntas de pescado y cubrimos de agua. Dejamos cocer 15 minutos a fuego suave desespumando la superficie con frecuencia.




Para hacer el arroz, troceamos el bogavante en trozos. He de confesar que nunca he podido hacerlo (pobre bicho)  y  le pido al pescadero que lo haga por mí. En una cazuela sofreímos con el aceite de oliva el pimiento choricero y el azafrán junto con las colas de las gambas y el bogavante. Agregamos el arroz, mezclamos bien y añadimos el fumet, dejándolo a fuego medio hasta que tenga el punto deseado.
Finalmente espolvoreamos con el perejil.

sábado, 20 de agosto de 2016

STREUSELKUCHEN DE CIRUELAS



En verano el horno, como yo, se toma unas merecidas vacaciones. El pobre se pasa todo el año trabajando a destajo y apenas descansa pero en cuanto llega el verano, cuelga el cartel de cerrado por vacaciones. Es verdad que lo uso mucho, muchísimo, una y hasta dos o tres veces en el mismo día. Si no es para asar verduras, es un pescado que entra en el horno o una carne o  pollo por no hablar de los bizcochos que hacemos. Y aguanta porque tiene muchos años y es verdad que de vez en cuando hace cosas raras, el termostato decide cuál es la mejor temperatura sin consultarlo conmigo y el temporizador medio no funciona. Sí, está muy trabajado pero nosotros nos entendemos y mantenemos una relación estrecha.




En todos estos años solo se ha estropeado una vez. Era verano, cómo no, y tenía invitados a comer. Decidí preparar una pierna de cordero y cuando yo suponía que debía estar casi hecha, casi me dio un soponcio al comprobar que seguía tan cruda como cuando la metí en el horno. Esa ha sido la única vez que me ha fallado así que sí, en verano le doy vacaciones.
Pero este año hemos tenido que hacer un parón, un pequeñito parón para hornear este delicioso bizcocho recubierto de un streusel. En Desafío en la Cocina, en la versión dulce,  nos propusieron recuperar alguna receta que no hubiésemos hecho y yo elegí este streusel cake de ciruelas.

Me encanta añadir fruta a los bizcochos, el contraste del dulzor de la masa con lo ácido de las ciruelas es una auténtica delicia. A ello le tenemos que sumar la capa crujiente formada por azúcar, harina y mantequilla (los tradicionales ingredientes de un streusel) a los que he añadido cardamomo y almendra molida. De verdad que merece la pena encender el horno para disfrutar de este cake.


Ingredientes:

125 gr de mantequilla
125 gr de azúcar
2 huevos
extracto de vainilla
125 gr de harina bizcochona
5-8 ciruelas cortadas en trozos




Para el streusel:

30 gr de mantequilla muy fría
30 gr de harina bizcochona
30 gr de almendra molida
60 gr de azúcar moreno
cardamomo

Empezamos engrasando un molde de 20 cm y precalentando el horno.

Batimos la mantequilla, que debe estar en pomada, con el azúcar hasta que tengamos una crema sedosa, blanquecina y esponjosa.
Añadimos los huevos de uno en uno, unas gotas de extracto de vainilla y finalmente la harina.
Vertemos la mezcla en el molde y cubrimos la masa con las ciruelas cortadas en trozos.




Para hacer el streusel pondremos la mantequilla en una fuente junto con la harina, la almendra molida y un pellizco de sal. Iremos mezclando todos los ingredientes con los dedos hasta que tengamos una mezcla parecida a migas de pan. Incorporamos entonces el azúcar y el cardamomo.

Lo distribuimos encima de las ciruelas cubriéndolas todas y horneamos unos 45-50 minutos o hasta que al pinchar el bizcocho con un palillo, este salga limpio.

Si ves que esta capa crujiente se dora en exceso, puedes cubrirlo con papel de horno para que no se queme.




Esperamos a que se enfríe antes de disfrutar solo o con helado.

lunes, 13 de junio de 2016

PASTA CON ALMEJAS, TOMATES CHERRY Y PESTO SICILIANO



Si eres cocinilla seguro que, aparte de tener un número indecente de libros de cocina como yo, también ves y/o grabas programas de cocina. Yo grabo. Reconozco que grabo compulsivamente sin estar muy segura de si me van a gustar o no pero grabo. Si tuviera tiempo de verlos después no sería un problema (verás, que problema, problema con lo que está cayendo por ahí fuera, no es) pero el caso es que acabo borrando muchos de ellos o preguntándome por qué pensaba yo que me iba a gustar una cosa semejante. Eso sí, cuando veo que en cualquier cadena hay un programa de cocina de Jamie Oliver se dispara solito el mando, que ya lo tengo bien enseñado, y se graba. Y luego pasa lo que pasa que es imposible no ver un programa de Jamie Oliver y no sentir deseos de salir corriendo a la cocina a preparar algo, lo que sea. Me encanta ver sus programas, sacar ideas de sus recetas, ver cómo disfruta cuando las hace y también cuando las prueba porque se ve que le gusta lo que hace y eso inspira y mucho.

En casi todos sus programas hay una receta de pasta y es ahí cuando yo agarro papel y lápiz y me pongo a anotar ingredientes y procedimiento como si me estuvieran dictando alguna fórmula magistral. Fórmula, claro, a la que acabo haciéndole alguna modificación porque si no, no sería yo. En esta en concreto, he sustituido la salsa de tomate concentrado por pesto siciliano porque últimamente nos ha dado por el pesto y si no nos controláramos un poquito nos lo tomaríamos a cucharadas.




¿Nos vamos a la cocina?

Ingredientes para 2 personas:

140 gr de pasta
350 gr de almejas
2 dientes de ajo
vino blanco
tomates cherry
pesto siciliano a discreción
guindilla
albahaca

Empezamos ocupándonos de las almejas. A casi todos nos ha pasado alguna vez que se nos ha arruinado alguna receta porque las almejas tenían arena. Creo que hay pocas cosas más desagradables que masticar la arena que tienen las almejas. Por ello, como queremos  disfrutar del plato, revisaremos las almejas una a una y descartaremos las que estén rotas o abiertas. Las demás las enjuagaremos bajo el grifo de agua fría y las dejaremos en una fuente honda cubiertas de agua y una cucharadita de sal durante una hora más o menos.




 Luego, cuando hayan soltado toda la arena, las volveremos a enjuagar.
Bueno, las almejas ya están limpias así que llevaremos al fuego una cazuela con abundante agua para cocer la pasta el tiempo recomendado por el fabricante o un poco menos si te gusta al dente.

En otra cazuela vertemos una dos cucharadas de aceite de oliva y cuando ya esté caliente añadimos  los dos dientes de  ajo picados. Rehogamos unos minutos junto con los tomates cherry y un poco de guindilla. Agregamos un par de cucharadas de pesto, las almejas y un chorrito de vino blanco. Esperamos a que abran. Y ya tenemos la salsa preparada.




Ya tenemos también nuestra pasta cocida al dente así que la vamos a añadir a la cazuela en la que hemos abierto las almejas. Damos unas vueltas para que la pasta se mezcle con el pesto y el jugo que sueltan las almejas. Como toques finales podemos añadir algunos tomates cherry más, hojas de albahaca y más pesto. De hecho te recomendaría que te lo llevaras a la mesa porque verás cómo se sirven más. Le sienta fenomenal a este plato.

jueves, 2 de junio de 2016

MUFFINS SUPERCHOCOLATOSOS



En la pantalla de mi ordenador se acumulan peligrosamente  fotos de platos. La mayor parte de ellas son de recetas saladas, sanas y llenas de color pero para iniciar el mes de junio he tenido que elegir la más pecaminosa de todas ellas, de la que huimos ahora que los calores enseñan la patita. No sé cómo ha sido pero esta es la que se ha colado y se ha puesto primera en la línea de salida. Quizás porque somos débiles y no podemos resistirnos a un poco de buen chocolate o un mucho para qué vamos a engañarnos.

Supongo que en cada casa hay una o varias personas encargadas de rebañar el bol en el que hemos preparado la masa de un bizcocho. En mi casa también lo hay, por supuesto. Siempre pide una cuchara para probar la masa y dar su veredicto sobre el bizcocho que saldrá del horno. Bien, he de confesar que esta vez, mientras preparaba los muffins, he sido yo la que a escondidas ha rebañado el bol. Tanto chocolate junto me llamaba de una manera tan insistente que caí en la tentación y yo también di mi veredicto que no fue otro que insuperables. Porque hay muffins de chocolate y luego fuera de toda clasificación están estos muffins superchocolatosos de Sara Mangas.




Es fácil agradar a un cocinillas en cuanto a regalos se refiere porque todo lo relacionado con la cocina nos gusta. En mi caso, mi debilidad son los libros. Ya te he contado alguna vez que tengo muuuuchos de cocina y que pronto voy a tener que salirme de casa para que quepan todos. A algunos los hojeo un par de veces, lleno de trocitos de papel y olvido en una estantería durante una temporada y otros, como Chocolate, no puedo dejar de leer y babear mientras paso las hojas disfrutando con las fotos y las recetas. Si no lo tienes, te lo recomiendo. Sobre todo si eres un amante del chocolate.

Ya sabes que hacer muffins es muy muy fácil y entra dentro de la categoría de imprescindibles especialmente cuando llega el fin de semana y puedes darte el lujazo de disfrutar tranquilamente de un desayuno.

 ¿Encendemos el horno?




Ingredientes:

250 gr de harina
200 gr de azúcar moreno
50 gr de azúcar normal
1 cucharadita de vainilla en polvo
50 gr de cacao en polvo
1 cucharadita de levadura
2 huevos
150 gr de yogur
125 gr de buttermilk
125 ml de aceite de girasol
1 taza de chips de chocolate

Puede que al echarle un vistazo a la lista de ingredientes y al leer buttermilk hayas decidido con mucha pena que no puedes hacer esta receta. Sí, es difícil a veces encontrarlo en el supermercado, pero podemos hacerlo en  casa y es tan fácil como añadirle una cucharita de zumo de limón a la cantidad de leche que especifica la receta. Hay que dejar que repose entre 5 y 10 minutos y  ya tienes listo tu buttermilk.



En un bol mezclamos todos los ingredientes secos: harina, azúcar, levadura, vainilla y cacao.

En otro bol batimos los huevos y añadimos el yogur, buttermilk y aceite. Mezclamos los ingredientes secos y los húmedos, incorporamos las pepitas de chocolate y listos para rellenar nuestras cápsulas. Lo haremos con una cuchara de servir helados. Llevamos al horno precalentado a 180º durante 20-25 minutos. Una vez los saquemos del horno podemos añadir más pepitas de chocolate si nos parece que no son suficientemente  superchocolatosos.

Ahora viene lo difícil, dejar que se enfríen antes de hincarles el diente y es que  para eso se necesita muuuuucha fuerza de voluntad, créeme.




viernes, 20 de mayo de 2016

CORONA RELLENA SALADA




Entre los libros de cocina que tengo, hay varios sobre panadería y masas dulces. Durante el invierno los cojo de la estantería, miro las fotos, suspiro y los vuelvo a dejar en su sitio porque muy pocas veces hago recetas que tengan que ver con levados. Me encanta sentir la masa en las manos pero con el frío tardan mucho en subir y simplemente no tengo paciencia. Uso de vez en cuando la panificadora pero no es lo mismo. Eso sí,  es llegar la primavera y ponerme como loca a buscar las recetas que he mirado de reojo durante el invierno. Ya tengo mi pedido de harinas hecho porque ha llegado el momento de meter las manos en la masa. La excusa perfecta para empezar me la han dado en Desafío en la Cocina, que cumple cuatro años, y para celebrarlo por todo lo alto nos han pedido que hagamos una corona rellena salada.

Nunca había hecho una y me ha parecido una manera perfecta de reciclar restos de algún guiso de carne y verduras. La clave está en la masa. Verás que la mía tiene un color un tanto amarillento y es porque le he añadido cúrcuma pero se me ocurre que podría ser comino, o alguna hierba aromática. ¿Te imaginas añadir unas hojas de tomillo fresco o romero? Te aseguro que vas a sorprender a tus invitados.




Ingredientes:

250 gr de harina de fuerza
5 gr de sal
8 gr de levadura seca
50 gr de mantequilla en pomada
1 huevo
135 ml de leche templada
1/2 cucharadita de cúrcuma en polvo
2 cebollas moradas
2 tomates secos hidratados en aceite
queso feta
piñones

Si te acuerdas cuando te presenté estas espirales de hojaldre rellenas de carne de cordero y espinacas, te dije que me había sobrado un poco y que estaba en el congelador esperando su momento. Pues su momento de reciclaje llegó. Pero si no tienes nada en el congelador y tienes que rehogarla para la receta, te recomiendo que lo hagas el día antes porque necesita estar completamente fría.
Lo mismo pasa con las cebollas, que serán la base del relleno. Es mejor que las rehogues antes de empezar a hacer la masa para que estén frías. Las picamos en juliana fina, las salamos y las rehogamos en aceite de oliva hasta que estén hechas. Dejamos enfriar.


La corona ya formada


Ahora sí nos ponemos con la masa. Mezclamos la harina, sal y levadura. Añadimos el huevo, mantequilla y leche. Amasamos a mano unos 8 o 10 minutos hasta que tengamos una masa suave y lisa. Ponemos la masa en un bol engrasado y cubrimos con film para que leve durante una hora o hasta que haya doblado su volumen. A mí me gusta arropar la masa con una toalla o un paño de felpa.
Una vez haya doblado, la vamos a poner en la mesa de trabajo ligeramente enharinada. La extendemos con la ayuda de un rodillo hasta que tengamos un rectángulo más o menos.

Ahora le toca el turno al relleno. Primero cubrimos la superficie de la masa con la cebolla ya fría. No la lleves hasta los extremos porque luego la tenemos que enrollar y se nos va a salir. Añadimos la carne, los tomates secos troceados, queso feta y piñones. Procedemos a enrollar la masa partiendo de uno de los lados alargados del rectángulo hasta formar un rollo.



 Te va a parecer u brazo de gitano. Ahora lo vamos a cortar longitudinalmente hasta tener dos brazos más finos y los vamos a trenzar. Aquí estuve peleándome un poco con el relleno porque se quería salir pero todo se quedó en su sitio. Hacemos una corona con la trenza y la dejaremos levar otra hora más.
Pasado este tiempo, la llevamos al horno, ya precalentado, a 200º durante 35-40 minutos o veas que tu corona está ya dorada.
Sacamos del horno y dejamos reposar unos 15 minutos si podemos porque huele de bien...
Una ensalada verde le iría perfectamente. No necesita más.




¿Quieres ver más ideas de coronas rellenas saladas? En Desafío en la Cocina te esperan muchas más y todas deliciosas.

domingo, 15 de mayo de 2016

KHAO PAD GOONG



Si lo traducimos significa arroz salteado con gambas. Sí, este mes nos hemos ido a Tailandia con Cocinas del mundo. Ya sabes que el tercer domingo de cada mes tenemos la maleta lista y el pasaporte en la boca porque nos toca  viajar a algún lugar del mundo. Marga de Acibechería nos propuso marcharnos a Tailandia a disfrutar de su cocina y eso hemos hecho.  Saber cuál era el país elegido y ponerme a buscar recetas fue todo uno y te diré que acabé mareada porque me gustaban todas las recetas que encontraba. Tanto que creo que voy a abrir una sección en el blog dedicada a esta cocina. Para mí es fácil enamorarme de sus platos porque los ingredientes básicos son el arroz, los fideos, especias, leche de coco y un equilibrio entre lo dulce, salado, amargo, picante y agrio. En cada receta aparecen al menos dos de estos sabores si no los cuatro y no debe destacar ninguno.  Además son platos ligeros y que, en general, son rápidos de preparar.

La receta elegida, como te decía, es un arroz salteado con gambas que se prepara en nada de tiempo y que además nos permite reciclar el arroz blanco que nos haya sobrado de otra preparación.  Te recomiendo que hagas un poco más para tener un tupper en la nevera listo. Al día siguiente sigue igual de bueno.


Ingredientes para 2:

2 dientes de ajo pequeños picados
200 gr de gambas o langostinos pequeños pelados
1 cucharada de salsa de soja
1 cucharada de salsa de ostras
1 zanahoria cortada en trozos
50 gr de champiñones laminados
1/2 cebolla picada en juliana fina
2 cebolletas pequeñas picadas
270 gr de arroz cocido
1 cucharada de agua
zumo de limón o lima

Calentamos dos cucharadas de aceite en un wok. Añadimos el ajo picado y dejamos que se haga ligeramente. Incorporamos las gambas, damos unas vueltas y añadimos la salsa de soja y de ostras. Ahora es el momento de agregar la zanahoria, champiñones, cebolla y cebolleta. Dejamos que se haga todo unos 2 minutos más o menos.


Añadimos el arroz, damos unas vueltas para que se impregne de todos los sabores y las salsas que hemos añadido. Con un par de minutos es suficiente. Ya solo tenemos que añadir la cucharada de agua, un poco de zumo de limón (medio limón más o menos) y un poco más de cebolleta picada si te apetece.

Si quieres ver más platos de receta tailandesa pincha aquí.

Me temo que la próxima receta no va a ser nada ligera. Va a tener chocolate, mucho chocolate.

jueves, 5 de mayo de 2016

POLLO A LA PARRILLA ...



... macerado en hierbas aromáticas, limón, miel y salsa de ostras. Así debería traducir esta receta de Chakall, el cocinero que nos proponen conocer en Cooking the Chef este mes. Pero claro, el nombre es demasiado largo y con los títulos y nombres largos ya se sabe qué pasa, que uno se pierde por el camino. Pero me parece interesante saber que esta no es una receta de pollo más en la que tiramos el pobre pollo a la barbacoa y que sea lo que Dios quiera. No. En esta receta todos los ingredientes son importantes porque cuando lo saques del fuego te vas a encontrar con un muslo, contrapuso o pechuga suave, tierno a más no poder y con sabor.
La receta, como ya te comenté antes, es de un cocinero argentino llamado Eduardo López tremendamente conocido en Portugal, China y Alemania. Si ves sus programas de televisión o le echas un vistazo a sus libros verás que sus recetas son fáciles, algunas muy fáciles y que están llenas de muchas especias y hierbas aromáticas. Es un puro mestizaje de ingredientes tomados de aquí y de allá y que son fruto de sus múltiples viajes. De hecho, durante su viaje por África se aficionó a llevar turbante y así aparece en muchas fotos con turbante en vez de gorro de cocina.


Esta vez sí que he tenido dudas a la hora de elegir la receta (¿cuándo no?) y le he dado muchas vueltas al libro Cozinhar com Prazer, no te creas. Tiene unas ensaladas muy refrescantes, platos de carne, una trucha con salsa criolla que tengo que hacer en breve, unos postres de lo más deliciosos. Y todas las recetas están al alcance de cualquiera porque son muy muy fáciles y sencillas.  Pero ¿por qué he elegido esta? Dentro de nada tendremos calor de verdad y querremos salir al patio, a la terraza y vamos a poner en marcha las barbacoas. Esta es una buena opción para cuando llegue el momento. Y si no viene el calor y el buen tiempo, pues lo asamos al horno.

Ingredientes para 4 personas:

1 kg de contramuslos de pollo
1 cucharada de perejil picado
1 cucharada de cilantro
1 cuchrada de tomillo fresco picado
1 cucharada de orégano fresco
3 cucharadas de aceite
zumo de 1 limón
2 cucharadas de salsa de ostras
1 cucharadita de pimentón
1 diente de ajo muy picado
1 cucharada de miel


En un bol mezclamos todas los ingredientes para macerar el pollo. Damos un buen masaje a los contramuslos con la mezcla de especias. Dejamos macerar al menos durante dos horas pero si los dejas toda la noche mejor. Reservamos.
Salpimentamos el pollo y dejamos que se haga en la parrilla o en el horno. De vez en cuando lo podemos pintar con la salsa que nos ha sobrado hasta que esté a nuestro gusto.
Podemos servir con arroz, patatas o una ensalada.

lunes, 2 de mayo de 2016

FRESAS FLAMBEADAS CON GRAND MARNIER





Da gusto ir al mercado en primavera. Los puestos de frutas y verduras se visten con colores vibrantes, potentes y alegres que le suben el ánimo a una con solo echar un vistazo y pensar en el botín que se va a llevar a casa. Porque sieeeeeeempre vuelvo cargada. Las fresas tienen su sitio fijo en mi bolsa y rara es la semana en la que no se viene una caja a casa. Luego llegan las dudas sobre qué hacer con ellas porque se estropean con mucha facilidad así que aparte de tomarlas con zumo de naranja, con los cereales por la mañana, en batidos e ir a derechas a deliciosas mermeladas hay que pensar en otras formas de llevarlas a la mesa y no aburrir al personal.
Siento debilidad por los crumbles, la fruta templada con algo crujiente como galletas o cereales me encanta. Por eso, este postre se ha convertido en uno de mis favoritos de momento... hasta que lleguen las cerezas, mi amor secreto. Además es muy fácil de preparar.




Ingredientes:

400 gr de fresas lavadas y cortadas en trozos
15 gr de mantequilla
2 cucharadas de azúcar moreno
1/2 copa de Grand Marnier
helado de vainilla
2 shortbreads

Cronometra. Creo que como mucho tardaremos 10 minutos. ¿Lista? Vamos.

Llevamos al fuego una sartén en la que derretiremos la mantequilla. Añadimos el azúcar y dejamos que se haga caramelo. Entonces incorporamos las fresas y removemos con cuidado. Queremos que se impregnen del caramelo pero no queremos romperlas.


Vertemos la copa de Grand Marnier y flambeamos con cuidado de no quemarnos. Una vez se haya consumido el alcohol, las servimos en el plato o bol que vayamos a llevar a la mesa.
Añadimos una bola de helado de vainilla y espolvoreamos por encima las galletas desmenuzadas.
Ya está. ¿Cuánto hemos tardado?

Fuente: Adaptación de Simply Italian.